Martes 13 de julio de 2066
- ¡Pero qué mayores están mis chicas! -exclamó Naira mientras trataba de abrazar y achuchar a sus dos hijas a la vez- ¿Cómo es posible que hayáis crecido tanto en tan poco tiempo? -se preguntó mientras miraba de arriba a abajo a las mellizas.
A sus ojos, parecía que fuesen dos niñas completamente distintas. Tan solo habían pasado tres semanas, pero aquel par de centímetros de más, esa piel visiblemente morena y ese agujero nuevo en su sonrisa, hacía pensar a la morena que se había perdido medio año de vida de sus pequeñas.
- No sabéis lo que os he echado de menos -les aseguró a ambas mientras se contenía las ganas de darles de nuevo un achuchón, pues sus caras denotaban cansancio tras aquel largo viaje que llevaban a sus espaldas.
- Y nosotras -asintió Rita, la que estaba más despierta y receptiva- ¿A qué sí, Ana? -le preguntó a su hermana, con la intención de que esta no se quedase callada.
- Mucho, pero esta vez no he llorado tanto, solo algunos días -le explicó a su madre, haciendo referencia al verano pasado.
Naira sabía que Ana era la melliza que peor llevaba aquello del divorcio de sus madres. La pequeña no podía soportar aquella nueva normalidad que le impedía ver y estar con sus madres todos los días. Poco a poco, se estaba acostumbrando a aquello, pero inevitablemente Naira se estaba convirtiendo en su máxima figura de referencia. Llevaba meses conviviendo con esta a diario y el hecho de separarse de ella más de tres semanas, por mucho que estuviese con su otra madre, no era algo que hubiese llevado nada bien.
- ¿Pero por qué ibas a llorar, Anita? -le preguntó la mujer a su hija. Obviamente sabía los motivos de la pequeña, pero Naira quería que ella misma verbalizaba como se sentía. Era algo en lo que llevaban ya bastante tiempo trabajando, pues era la típica niña que lloraba y se quedaba paralizada prácticamente ante cualquier dificultad.
- Porque no estabas y eso me pone muy triste -razonó Ana, quién obviamente sabía el porqué de que sus vacaciones en Galicia no hubiesen sido perfectas.
- No es nada -negó Daniela, con la intención de aclarar aquello- Solo te echaba de menos por la noche, ya sabes que siempre le ha costado dormir -comentó quitándole importancia a todo aquello, pues en el fondo le molestaba que sus hijas echasen de menos a su otra madre.
- Bueno, aquí en casa hace tiempo que no tiene problemas a la ahora de acostarse -contradijo Naira a su exmujer, a sabiendas de que esos terrores nocturnos y pesadillas a los que hacía referencia esta habían sido superados hacía ya más de dos años.
- Naira, no es nada grave -insistió la mujer por la insistente preocupación de la otra- La niña es muy sensible, lo sabes de sobra, tampoco hay que darle más importancia -comentó ante la atenta mirada de las dos pequeñas.
La menor miró fijamente a su exmujer, queriéndole hacer entender que ese no era un tema apropiado para hablar con sus hijas presentes. Hacía tiempo que Daniela no medía las consecuencias de sus palabras enfrente de las niñas, y Naira ya empezaba a estar harta de aquello.
- Niñas, ¿os lleváis las maletas al cuarto y me dejáis hablar un ratito con mami? -les pidió entonces a sus hijas.
- Daniela, no me gusta que menosprecies los sentimientos de Ana y mucho menos cuando está ella presente -le dejó claro Naira a su ex- ¿Qué problema hay con que sienta así las cosas? -se preguntó sin entender por qué le molestaba tanto aquello- Si llora es porque lo pasa mal, ¿qué te costaba llamarme para que se calmase? -le echó en cara, creyendo que no había tomado la decisión correcta ignorando las lágrimas de su hija.
- Ana tiene que acostumbrarse a esta realidad -le dejó claro la mayor- Te llamamos cuando estaba acordado hacerlo, pero ya está. Estaban conmigo -añadió con algo de rabia en sus palabras, pues se evidenciaba que no le gustaba que sus hijas echasen de menos a su otra madre.
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50% | WARMI
Hayran KurguTercera parte de las novelas "Nueve y medio" y "Once". La historia de esta parte se centra en la vida de las mellizas, Naira y Sofía, y en el matrimonio recién estrenado de la hija mayor, Cloe, con Lucía.