Un día de mala suerte

21 4 0
                                    

Estos últimos despues del cumpleaños de Ryota, Draken y él pasan maas tiempo juntos que de costumbre.

Ahora mismo están en casa del más alto de los dos.

--Asi que trajiste a Raven ¿Sin decirme?--

--Perdon dragón, pero mi hijita no se puede quedar sola, aún es muuuy chikita.--

El rubio solo rió y le revuelve el cabello al castaño de forma brusca.

--!Draken! ¡Me despeinaste, tonto!--

Deja a su gata en el suelo con cuidado, para después abalanzarse hacia su amigo cayendo así en el sofá, quedando con Ryota encima de Draken.

--¡Oye!--

--¡Toma, idiota!--

Lo golpea con un cojín en la cara, Draken quien estaba a punto de recojer el cojín del suelo para devolver el golpe se ve interrumpido por una chica del burdel, quien abre la puerta sorpresivamente. La chica ve como ambos chicos estaban en una posición algo dudosa, pensó que interrumpia algo.

--Oh... Perdón por interrumpir, mejor me voy.--

--¡Espera! ¡No es lo que parece!--
Gritan al unisono.

Al ver que la chica se va los jóvenes se levantan.

--Dioss ¡Que vergüenza!--

El castaño se tapa la cara para ocultar su vergüenza.

--Sí... Creo que después le explicó lo que pasó en realidad.--

--Es buena idea.--

Ryota vuelve a tomar a su gata, Raven, y mira a su amigo.

--¿Me acompañas a dejar a Raven a casa de Chifuyu?--

--¿Por qué?--

--Porque el la va a cuidar por mi, no la puedo dejar sola en casa sabes muy bien cómo es el gato de mi hermana, tonto.--

--Entiendo, está bien, te acompaño.--

Más tarde después de dejar a Raven con su ahora niñero cada que Ishikawa salga, los dos jóvenes van al templo donde siempre hacen las reuniones de la Toman.

--¿Sabes Draken? A veces siento que eres el único que me entiende.--

--¿Y eso? ¿A qué viene?--

--A nada, solo quería decirtelo.--

--Eres raro, muy raro.--

El tatuado abraza al otro por la espalda de forma amistosa.

--Sere raro, pero así me quieres ¿O no?--

Draken deja de abrazar a Ryota y este mismo se da media vuelta para ver a su amigo a la cara.

--Esto ya se puso muy cursi, ¿no, dragón?--

--Seh.--

--Antes de ir a comer ¿Puedo hacer otra cursilería?--

Ken solo asintió, al ver esa señal abraza con fuerza a su amigo ocultándose en su pecho, el tatuado también lo abraza.

--Te quiero, rubio.--

--Yo igual te quiero, enano.--

--¡Ejem! ¿Interrumpo algo, tortolitos?--

Era Mitsuya, los chicos al escucharlo se separan rápidamente avergonzados. Draken intento explicarle pero Mitsuya seguía molestando.

--¿Entonces porque los dos están colorados?--

--Uhg! Mejor vamos, Ryo.--

Toma la muñeca de Ryota y lo saca del templo para ir a algún lado que no esté su amigo peli-morado.

Y así continuo el día mal entendidos y más mal entendidos.

--Vaya día de mala suerte...--
Dicen al unisono.

Continuará...

Me enamore de...¿¡Un chico!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora