~ 𝐿𝑎𝑠 𝑅𝑜𝑠𝑎𝑠 𝐹𝑙𝑜𝑟𝑒𝑐𝑒𝑛 𝐼𝑛𝑐𝑙𝑢𝑠𝑜 𝑒𝑛 𝑙𝑎 𝑇𝑜𝑟𝑚𝑒𝑛𝑡𝑎 ~

Capítulo 1 - La regresión

Una celda húmeda y oscura repleta de agrios recuerdos. La sangre de inocentes y culpables se mezclaba en un solo lugar. 

El musgo se juntaba por la humedad tal vez por las gotas de lluvia o por las lágrimas derramadas de los encarcelados. 

Un lugar despreciable y solitario en donde ahora me encontraba llena de moretones y sangré para responsabilizarme de "mi pecado". Ni siquiera sabía que había hecho mal.

— Levántate ya es tu turno — mire hacía arriba completamente adolorida y vi los ojos de odio de un joven que parecía ser un soldado. No estaba segura solo pude ver que llevaba una espada.

A como pude me levanté hecha un desastre completamente golpeada y humillada de pies a cabeza. 

— Rápido de todas formas eres un maldito estorbó — espetó el joven quien me empujó mientras me llevaba fuera de la celda.

Al salir solo pude ver un montón de gente reunida más de la que podía contar o siquiera imaginar verla. Gritaban y maldecían en voz alta.

Sentí que alguien me obligaba a arrodillarme mientras me ataban las manos. Todo era un caos.

"Se declara a la joven Eliana culpable por conspiración contra el país y por ser cómplice de..."

No pude terminar de escuchar los cargos que se me acusaban mis ojos estaban perdidos entre la gran multitud.

Todo era horrible y desastroso. Suspiré al pensar que hace unos días estaba tranquilamente junto con mi madre.

— ¡Matenla es hija de ese monstruo! — gritó alguien de entre la gente metiendo más leña al fuego.

Quería llorar al escuchar cómo se dirigían hacia mi madre que ahora estaba muerta por culpa de ellos. Ellos la habían acusado de un montón de crímenes.

Me mordí el labio impotente de la situación, yo sabía que todo lo que decían de ella era falso. Era solo una víctima más de esta horrible vida.

— ¡Ojalá se pudra junto con esa perra! ¡Nunca debió nacer! — seguían gritando 

¿Estaba apunto de morir solo por haber nacido? Ja, que injusta es la vida. 

 La hoja estaba apunto de caer para cortar mi garganta y mi corta vida. Ni siquiera llegué a cumplir varios de mis sueños.

Mire entre al cielo buscando una salida inexistente. En eso escuché una voz suave.

"Estaba pensando en que utilizar mi oportunidad y veo que ya la encontré"

Eso fue lo último que escuché antes de que la hoja de la guillotina cayera sobre mi cuello nublando mi vista y volviéndola en una oscuridad total.

                                                 _______________ 

— ¡Eliana! Ya es tarde, levántate! — escuché la voz de una mujer mientras me jalaba de la cama.

Desperté agitada, miré a mi alrededor, estaba en mi habitación. Revisé mis manos y estaban normales sin ningún rasguño. 

— ¿!Por qué tienes ese libro en la mano!? — dijo ella mientras lo agarraba y lo apartaba.

Mi vista regresó mejor y vi a mi madre que parecía irritada pero preocupada por mi. 

— Tus amigas han estado preguntando por ti y ¡tú te has estado desvelando toda la noche! — ella mencionó abriendo las cortinas de la habitación.

— Madre... — dije intentando no llorar al verla nuevamente frente a mi. Si esto era un sueño no quería despertar jamás.

— Solo arreglate por favor — suspiró ella — Además me tienes que ayudar con la tienda Eliana A... — mi madre dejó de hablar mirándome suavemente antes de irse.

— Si —dije en un susurro aún intentando conectar todo lo que había pasado. Estaba agitada y mi mente corría a mil por hora

Me levanté rápidamente y me miré en un espejo cercano. ¿¡Había regresado hace 2 años atrás!? Esto parecía un sueño.

Eso pensaba incluso colocando instintivamente mis manos sobre mi cuello que estaba intacto.

 — Estoy viva... — dije con asombro y algunas lágrimas saliendo de mis ojos. Las limpie rápidamente.

Ahora tenía 14 años, era increíble. Exactamente 2 años antes de mi ejecución.

Tal vez había tenido una pesadilla, no. No era posible todo esos recuerdos se sentían tan vívidos.

— Si he regresado tengo que hacer algo — dije firmemente. Estaba decidida a vivir y salvar a mi madre, nadie me detendría de ahora en adelante.