Capítulo 19: Los Estudiantes De Kyoto

39 7 0
                                    

El ataque que tanto esperaba nunca llegó o probablemente murió tan rápido que no se le permitió sentir dolor. O eso creía, cuando abrió los ojos, Gojo estaba frente a él, sin su típica máscara en la cara, estaba en su mano derecha y sus cabellos blancos gachos, cubriendo esos impresionantes ojos azules.

Un suspiro de alivio lo invadió y solo entonces pudo ver como las maldiciones atacaban sin parar el campo invisible del albino, mismo que lo rodeaba también ¿Era posible siquiera? Definitivamente era el hechicero más fuerte.

—Satoru... —Dijo ante el repentino silencio pese a que todo estaba volviéndose un caos fuera de los limites.

—Casi te pierdo... —Abrió sus ojos sorprendido por esas palabras que apenas y pudo asimilar el repentino abrazo del más alto. Con las manos en el aire y sin saber que hacer, le tomó unos segundos darle palmaditas y tratar de aliviarlo.

Para entonces Sukuna había vuelto a dormir, Yuji y el resto se cubrían gracias a los shikigamis de Megumi de las ondas expansivas que provocaban los intentos de las maldiciones al querer romper infinito.

Suguru siguió cada uno de sus movimientos pese a saber que era imposible siquiera que lo pudieran atravesar, pero era sorprendente, realmente querían matarlo.

Cuando Jogo lanzó un puñetazo justo por su espalda, sintió un terrible escalofrío, fue momentáneo el removimiento de infinito, pudiendo sentir la presión con la que Satoru apretaba el brazo de la maldición.

—¿Quieres adivinar cuantos segundos me tomará desmembrarte? —Cuestionó el albino, con un tono de voz algo aterrador, aunque parecía divertido, estaba seguro que no bromeaba para nada.

Fueron segundos de silencio y repentinamente la maldición retrocedió soltandose del agarre, volvió a sentir el profundo abrazo del más alto y como las maldiciones se apresuraban para huir al decir que sentían a más hechiceros aproximarse.

—Satoru... —Musitó sin entender todavía porque repentinamente ese abrazo duró demasiado. Podía ver el alivio de sus estudiantes tumbandose en el suelo posiblemente por el terrible cansancio de enfrentarse y sobrevivir a maldiciones de grado especial.

—Lo lamento, fui tan imprudente, casi mueres, yo...

Suguru se separó un poco para agarrar la venda en la mano del albino y ayudarle a colocarsela —Tranquilo, estoy bien ¿lo ves? —Sabía bien la sensibilidad de los ojos del contrario, también conocía perfectamente que la luz se volvía demasiado irritante cuando andaba sin nada que pudiera cubrirlo.

—Suguru...

—Estoy bien, me salvaste ahí, gracias —Dijo revolviendo los cabellos del mayor como si fuera un pequeño cachorro, aunque ciertamente el albino lo era por la manera en que volvió a abrazarlo, cayendo de rodillas mientras buscaba animadamente el contacto de su mano y fruncía sus labios en un enorme puchero. Soltó una leve risa por ello, notando lo dramático e infantil que estaba siendo el hechicero más fuerte.

—¿Deberíamos decirles que se ven muy patéticos ahora? —Cuestionó el de cabellos onix desordenados, la castaña lo jaló de vuelta para que volviera a recostarse en la hierba mientras negaba.

—Dejalos Fushiguro, estamos vivos, es lo que importa.

—Sukuna fue un inútil ahí, casi matan a Geto-Sensei —Dijo el de cabellos rosas y pronto un ojo y boca de Sukuna se formaron en su mejilla, a nada de hablar, Yuji lo calló de un manotazo, haciendo reír a sus dos amigos.

Suguru disfrutaba el momento, pocas veces podía estar tranquilo luego de sentirse casi en el abismo de la muerte, sus dedos pasaban tranquilamente por la blanca cabellera del contrario y la verdad, nada más le importaba que hacer eso. Pero fue interrumpido por un montón de jóvenes que no reconocía y por su puesto, una mujer que sí.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 27 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Azul [Gojo Satoru X Suguru Geto] [SatoSugu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora