¿Who is he?
NADIA
La central de soldados era un lugar donde el orden y la disciplina reinaban, pero esa noche, todo parecía estar al borde del colapso. Cassie Moreau estaba frente a mí, su mirada cargada de desprecio y desafío. Era un enfrentamiento que había estado latente durante demasiado tiempo, y ahora, finalmente, había explotado.
Todo comenzó con un comentario.
—¿Qué se siente ser una impostora, Nadia? —dijo Cassie, con su voz llena de veneno, mientras ajustaba el cinturón de su uniforme.
Me giré hacia ella, dejando de lado el informe que había estado revisando. Mi paciencia, ya de por sí corta, se estaba agotando rápidamente. —No tengo tiempo para tus tonterías, Cassie.
Ella rió, dando un paso más cerca de mí. —Claro que no, estás demasiado ocupada pretendiendo que mereces estar aquí. Todos sabemos que no llegaste por tus méritos, sino porque llevas el apellido equivocado.
La sala quedó en silencio. Algunos soldados cercanos se detuvieron para observarnos, sus miradas expectantes. Cassie siempre había sabido cómo provocar, pero esa noche había cruzado un límite que no iba a ignorar.
—Cuidado con lo que dices —advertí, mi voz baja pero peligrosa.
Cassie inclinó la cabeza, con una sonrisa burlona en su rostro. —¿Por qué? ¿Vas a llorar? ¿O quizás correr a esconderte detrás de papá?
Las palabras encendieron algo en mí, algo que había estado conteniendo durante demasiado tiempo. Solté los papeles y me acerqué a ella, hasta que estuvimos cara a cara.
—Dilo otra vez, Cassie. Te reto.
—Eres una inútil. Una carga. Y lo peor de todo: una sombra patética del hombre que es Santiago.
El golpe fue automático, un reflejo de la furia que sentía. Mi puño se estrelló contra su mandíbula, y Cassie retrocedió un paso, sorprendida, pero solo por un momento.
—¿Eso es todo? —dijo, llevándose una mano al rostro antes de lanzarse hacia mí.
El impacto nos llevó al suelo, y la pelea comenzó. Ambas éramos soldados entrenadas, y cada movimiento estaba diseñado para herir. Cassie intentó sujetarme por el cuello, pero logré esquivarla y golpearla en el estómago con el codo. Ella gruñó, pero no se detuvo.
—¿Es así como planeas demostrar tu valía? —espetó mientras me lanzaba contra una mesa cercana.
El dolor recorrió mi espalda, pero me levanté rápidamente, lista para contraatacar. Cassie ya había sacado un cuchillo de su cinturón, y la determinación en sus ojos era clara.
—Siempre fuiste una cobarde, Cassie —dije, esquivando el primer ataque.
—Y tú siempre fuiste un error —respondió, lanzando otro ataque que apenas logré esquivar.
La pelea era brutal. El sonido de nuestros movimientos resonaba en la sala, mientras los soldados alrededor observaban, sin atreverse a intervenir. En un momento de descuido, logré sujetar su brazo y torcérselo, haciendo que soltara el cuchillo.
La tiré al suelo y saqué mi arma, apuntándola directamente a su cabeza.
—Esto termina aquí.
Cassie me miró desde el suelo, respirando con dificultad, pero con una sonrisa torcida en su rostro. —Hazlo, Nadia. Pero si lo haces, solo demostrarás que eres igual a él.
—¡No soy como él! —grité, mi dedo temblando en el gatillo.
—Oh, claro que lo eres. Por eso estás aquí. Por eso me ves como una amenaza. Porque sabes que nunca serás suficiente.
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VENGANZA DESEADA [#1 MUJERES INFERNALES: SAGA]
RomanceNadia James es una mujer cuya valentía no se puede encasillar en simples palabras. Es vengativa, egocéntrica, narcisista, malcriada y caprichosa, sí, pero ¿quién no lo sería después de todo lo que ha soportado? Las cicatrices invisibles de su pasado...