Tres semanas después.
Estaba odiando todo en el mundo, no quería que nadie me cuidara, me pasaba semanas mirando por la ventana asi el bosque exactamente el movimiento de los árboles cuando el viento soplaba; el olor de Sebasthian en mi suéter se había perdido, era inexistente, llore un poco por ello.... Bien en realidad llore un mar de lágrimas.
- Stasy! - El desayuno ya está listo baja! - Escucho el grito de mi hermana y suspiro, me levanto de la cama, me acerco a la puerta y la abro, me deslizó por el pasillo como un muerto viviente, sin vida y sin una razón para querer vivir, bajo las escalas y miró todo alrededor y sigo hacia la cocina, cuando llego todos me miran.
- Buenos días - digo para no sonar maleducada, todos sonríen y yo solo me rasco la cabeza.
- Bebe tenemos huevos, tocino, tostadas, zumo de naranja, café o quieres cereal - exclama mi madre y se que ella lo hace para elevar mi ánimo, pero lo juro ni hambre tengo.
- Café con crema y una tostada - digo y ella sonríe un poco.
- Tienes que alimentarte - mi madre susurra y yo solo resoplo.
- No tengo hambre - respondo cortante a lo que mi madre suspira.
- Me gustaba más la Stasy adolescente - exclama y se que solo dice porque soy algo grosera y sarcástica, pero yo solo quiero una maldita cosa y es Sebasthian, noto que tiene servido mi café y mi tostada.
- Comedor ahora - exige mi madre entonces voy a negar y su mirada me dice que no hay cabida para una discusión, resoplo con fuerza y arrastró mis pies hasta el comedor, apenas todos me ven entrar se quedan en silencio, me siento en el comedor a comer junto a todos.
- Sus manos - Vamos a dar gracias por los alimentos - exclama mi padre y todos nos tomamos de las manos, mi padre dice la plegaria, mientras que yo hago mi propia plegaria para que Sebasthian este bien, tiene que estar bien, escucho el amén de mi padre y parpadeo, todos nos soltamos y empezamos a comer, yo lo hago lentamente y sin mirar a nadie, se que todos están observándome porque siento sus miradas en mi así que terminó de tomar mi café y me levanto mi madre intenta tomar mi mano pero soy mas rápido impidiendo que me tome.
- Gracias con permiso - digo y salgo del comedor, camino hacia las escaleras y escucho una voz que dice mi nombre, dejó de caminar, trago duro y miró a mi alrededor buscando la fuente de dicha voz, sigo caminando cuando alguien toma mi mano grito del susto y me doy la vuelta para ver que es mi padre.
- Tranquila - susurra y yo pongo una mano en mi pecho jadeando por el susto.
- Lo siento - No quería asustarte - exclama y yo miro alrededor.
- Que pasa? - susurra y sacudo la cabeza en negativa no sabia como decirlo.
- Por favor Stasy estas pálida como un papel - Se nota que... - Viste... - O escuchaste algo - Estas muy asustada - Dice y yo trato de respirar pausadamente.
- Solo escuche una voz que decía mi nombre - susurro y noto como el ceño se marca en la frente de mi padre y este mira alrededor de nosotros.
- Seguro estoy empezando a enloquecer por la ausencia de Sebasthian - digo y me rio por lo bajo.
- No podemos decir que esta muerto... - Además Sebasthian.... Sabe que tiene que evitar que lo agarren, enviaré a alguien para que lo busque en la zona - dice y en mi crece una pequeña luz de esperanza.
- Pa harás eso? - Dime que no estas mintiendo - Dime que lo irán a buscar de verdad - pido mientras mi voz se entrecorta y mi padre apoyas sus manos en mis hombros y me mira.
- Lo prometo amor - Enviaré a alguien a que lo busquen pero debemos ser realistas - Debemos estar preparador por si lo encuentran y para que no - exclama y sacudo la cabeza en negativa.
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SERIE LA MUÑECA DEL BRATVA - SEBASTHIAN - LIBRO 5
RomanceStasy Nacida en Rusia, con un destino marcado por sangre, era la hija mayor de la muñeca del Bratva, lo que significaba que por línea de sangre tenía que tomar el negocio de la familia, pero..... No quería. Solo quería ser yo la dueña de mi destino...