Capítulo 4:
El viento frío de la noche azotaba sus rostros mientras Tasshia y Scott corrían entre los árboles, el sonido de sus pasos resonando como ecos perdidos en la vastedad del bosque. Ambos estaban en alerta máxima, sin atreverse a mirar atrás, pero sabían que algo acechaba en las sombras. Los aullidos lejanos se habían intensificado, y ahora se oían más cercanos, como si la bestia estuviera persiguiéndolos. La adrenalina corría por sus venas, acelerando sus corazones.
Tasshia apenas podía mantener el ritmo, su cuerpo aún luchando por controlar la energía que había explotado dentro de ella. Sentía como si su mente y su cuerpo estuvieran en guerra. En momentos como este, desearía poder entender lo que le estaba sucediendo, pero las respuestas siempre parecían estar fuera de su alcance.De repente, un aullido más fuerte que los demás cortó el aire. Esta vez, no estaba lejos. Scott detuvo sus pasos, y Tasshia hizo lo mismo, el miedo reflejado en su rostro. No sabían qué hacer. La ansiedad la invadió por completo, pero un instinto profundo y primitivo la impulsó a actuar. Tenía que defenderse, tenía que luchar.
—¡Tenemos que alejarnos de aquí! —gritó Scott, mirando a su alrededor.
Tasshia asintió, pero antes de que pudieran moverse, la figura oscura apareció nuevamente entre los árboles, con los ojos brillando con intensidad. Era más grande que antes, más imponente. Esta vez, la criatura no desapareció. Se acercó, lenta y calculadamente, como si estuviera evaluando a sus presas.
—No es humano... —dijo Tasshia con voz temblorosa, pero firme. Su parte loba estaba despierta, y la sensación de que debía protegerse era más fuerte que nunca. Los susurros en su mente se intensificaron.
Scott la miró, y aunque sus ojos reflejaban el mismo miedo que los de ella, también había algo más: un deseo de enfrentarse a lo que fuera que estuviera frente a ellos. No sabía cómo, pero en ese momento sabía que tenían que unirse si querían sobrevivir.
—Tenemos que hacerle frente, no podemos huir siempre —respondió Scott, su tono lleno de determinación, aunque sus ojos aún brillaban con la incertidumbre de lo que estaba por venir.
Tasshia sentía el caos dentro de ella, la presión de sus poderes desbordándose, pero no podía dudar. Era el momento de actuar. Sin pensarlo dos veces, se lanzó hacia la criatura, su cuerpo ya transformado parcialmente, con sus ojos dorados brillando con fuerza. Aunque no entendía todo lo que estaba sucediendo, sabía que debía defenderse. Su naturaleza trihíbrida estaba a punto de salir completamente a la luz.
La criatura la observó, y por un segundo, Tasshia pensó que había cometido un error. Pero antes de que pudiera arrepentirse, la figura saltó hacia ella con una velocidad sobrenatural. Tasshia se movió al instante, esquivando el ataque, y sintió cómo una oleada de energía se acumulaba en su interior, lista para ser liberada.
—¡Tasshia, cuidado! —gritó Scott, intentando distraer a la criatura para que ella pudiera tomar ventaja.
La criatura se giró hacia Scott, pero Tasshia, sintiendo la furia de su parte loba y vampírica despertando, actuó rápidamente. Con un rugido que resonó en la quietud de la noche, liberó la energía que había estado acumulando, golpeando a la bestia con una onda de fuerza que la hizo retroceder.
El impacto fue tan fuerte que el aire se llenó de un estruendo ensordecedor. Las hojas cayeron a su alrededor, y por un momento, el bosque estuvo en silencio, como si todo estuviera esperando el siguiente movimiento. La criatura cayó al suelo, jadeando, pero no estaba derrotada. Su mirada se volvió más furiosa.
—¡Tenemos que irnos, ya! —gritó Scott, ahora con la voz más urgente. Había algo en la criatura que no podía ignorarse, algo mucho más peligroso de lo que había imaginado.
Tasshia lo miró, sus ojos dorados brillando con una intensidad que nunca había experimentado. La criatura no era algo que pudieran enfrentar con facilidad. No en ese momento.
Con una mirada que reflejaba su determinación, Tasshia asintió y comenzó a correr, con Scott a su lado. Ambos sabían que no podían quedarse ahí mucho más tiempo. La criatura, herida pero no vencida, comenzó a levantarse, su rugido resonando en la oscuridad.
Mientras corrían hacia el borde del bosque, Tasshia sentía que algo dentro de ella cambiaba. Su parte vampírica había tomado control por un instante, y las voces en su cabeza ya no eran susurros. Eran gritos, y cada uno de ellos la empujaba a abrazar lo que era, a aceptar que su naturaleza trihíbrida no podía ser ignorada. Ya no podía escapar.
Finalmente, llegaron al borde del bosque, jadeando, con la criatura lejos pero no olvidada. Se detuvieron por un momento, recuperando el aliento, conscientes de que este enfrentamiento no había sido más que el primer paso en lo que parecía ser una serie de eventos mucho más grandes.
—Tasshia, ¿estás bien? —preguntó Scott, su rostro preocupado pero también intranquilo.
Tasshia no estaba segura. Sabía que no podía volver a casa, no con lo que había experimentado. Algo en su interior le decía que ya nada sería igual. Que la verdad de lo que era, de lo que estaba despertando en ella, no podía ser ignorada más.
—No... No estoy bien —respondió, su voz temblorosa pero llena de una resolución nueva. Algo se había despertado en ella esa noche, algo que no podía controlar, pero que ahora debía aceptar.
Juntos, sin decir una palabra más, comenzaron a caminar hacia la seguridad de sus casas. Sabían que el regreso no significaba el final de lo que acababa de comenzar.
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Hola, Holaaaaa.
¿Como han estado?
¿Que han hecho?⚠️ AVISO IMPORTANTE ⚠️
Los capítulo se publicarán de la siguente manera: lunes, miércoles y sábado.
Puede que haga maratones más o menos seguido, eso depende se ustedes.____________________________
“El aullido no se detiene aquí.
Nos vemos bajo la próxima luna.”
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