SERIE LA MUÑECA DEL BRATVA - SEBASTHIAN - LIBRO 5

STASY LEVEDEV

- Sebasthian! - Escucho la voz de mi padre mientras se acerca, Sebasthian me mira y luego se levanta para saludar mi padre, me siento en el suelo y los miro, todo mundo sale de la casa corriendo a abrazarlo, mi padre se acerca y me extiende la mano para levantarme, la tomó y me levanta del suelo, suelto su mano y me sacudo la ropa, los chicos se llevan a Sebasthian y noto él me observa por encima de su hombro, tío Sergei le dice algo y este se ríe, todos entran a la casa felices mientras yo miro a bosque atenta a la amenaza.

- Vamos - mi padre exige y solo miro el bosque - No corras porque te encontrará - exclama y resoplo, me doy media vuelta y sigo a mi padre, subo los escalones de la casa y me doy media vuelto para mirar de nuevo hacia el bosque esperando a que salga el ejercicio o la policía por nosotros, pero nadie viene, me doy media vuelta y entro a la casa.

Apenas entro Sebasthian me mira pero esquivo la mirada, todos se sientan en la sala y yo me siento en las escalas, prefiero mantener mi distancia, porque siento que esta seria la distancia más prudente en caso de que confirme que nos venció como perros calientes al gobierno y tengamos que correr por nuestras vidas.

- Te vimos en las noticias - escucho a mi madre y Sebasthian asiente sin dejar de mirarme, me pone nerviosa su mirada se ve demasiado diferente.

- Si - Hubo mucho... - Revuelo - exclama y lo veo medirme con la mirada así que bajo la mirada y subo mis rodilla hasta el pecho abrazando mis piernas, mis pies están descalzos, fríos y sucios.

- Porque te tomo tanto tiempo volver? - escucho al tío Alek y Sebasthian suspira, levanto y lo veo bajar la mirada pensando en que responder.

- No quería... - exclama y lo freno.

- Tal vez tenía remordimiento por habernos vendido - Dime - Tenemos que huir? - Pregunto y veo como las aletas de su nariz de abren y se cierran puedo ver como se tensa.

- Stasy - mi padre exclama en advertencia, no le pongo la atención suficiente porque ahora estoy mirando fijamente a Sebasthian esperando su respuesta.

- Crees que te vendería por mí libertad? - Pregunta mientras lo miro sin pestañear.

- Dime lo tu - siseo y noto que se levanta, mierda el hombre es muy grande, malditamente grande, mi padre se para justo en su camino los veo medirse con la mirada pero mi padre se hace aún lado, Sebasthian gruñe y lo veo acercarse hacia mi así que me levanto, él hombre no me permite pensar ni un segundo, me sube a su hombro y yo jadeo sorprendida.

- Sueltame cabron! - Grito y se da vuelta, mi cabello cae por encima de mi como un manto oscuro que me impide ver a los demás.

- Habitación - pide y yo jadeo, trato de apoyarme en su espalda baja pero toco su duro trasero, carajo esta duro, al final me empujo para ver las escaleras frente a mi.

- Sebasthian calmate - Solo... - Escucho la voz de mi padre y Sebasthian gruñe.

- Donde. Esta. La. Maldita habitación - Me la prometiste en Rusia - Sebasthian gruñe enojado como la mierda y yo solo gimo.

- Bájame! - De que hablas - chillo y mi padre suspira como si supiera que no puede parar esto.

- Joder - No ahora Sebasthian no es el momento acabas de llegar - mi padre intenta hacer entrar en razon pero Sebasthian golpea la pared, siento que Sebasthian comienza a subir las escalas conmigo en sus hombros.

- Pa! - Grito y Sebasthian golpe mi trasero tan fuerte que me hacer gritar.

- Ay! - Grito levanto mi cabeza un poco y veo a todos en la sala unos con los ojos muy abiertos y otros riéndose.

- Yuri! - Donde!? - Grita Sebasthian y mi padre se pasa la mano por la cabeza, para el final darle un golpe a uno de los muebles.

- La primera puerta a la derecha! - exclama mi padre y lo miró su mirada me dice todo lo que necesito saber "lo siento" no se porque vamos a una habitación que no es la mía.