Capítulo 3: Fuerte atracción

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Taehyung.

Jeon Jungkook no estaba nada mal.

Deslicé mi dedo por su perfil de Instagram y debía admitir que en cada foto lucía mejor que en la anterior. Sin duda, era el tipo de chico que me ligaría en una discoteca y usaría toda la noche para satisfacer mi sed de lujuria.

¿Cómo un chico así todavía podía ser virgen? Cualquiera que lo viera pensaría que cada noche había un desfile de chicas saliendo por su puerta.

No lo entendía, y sinceramente no quería hacerlo. En tanto me diera mi dinero, el chico podía escupirme en la cara si así lo deseaba.

Mientras perdía mi tiempo recaudando información sobre mi cliente, el salón de clases rápidamente se llenó de estudiantes que suspiraban aliviados al llegar por fin a su destino. No los culpaba, la universidad parecía un laberinto. El reloj marcaba las seis y el profesor de Psicología forense aún no daba señales de vida. Já, ¿y si había tenido un accidente? Eso sería irónico.

Probablemente, esta era la mejor oportunidad para disfrutar aunque sea un momento de paz y relajación de los que rara vez podía admitirme, sin embargo, teniendo a Park Jimin como compañero, ni eso tenía permitido.

–¿Investigando sobre tu nueva presa?

Jimin se asomó desde su asiento a fin de obtener una mejor vista de la pantalla, pero la velocidad de mis reflejos se lo impidió, consiguiendo guardar mi teléfono debajo de la mesa.

–¿Fastidiando como de costumbre? –devolví con un deje de irritación en mi voz.

Me volteé encontrándome con la sonrisa danzante del chico. Jimin era el tipo de chico que desbordaba un aire intelectual con su cabello rubio peinado y anteojos de color negro. Quizás si no lo conociera y lo visulizara en alguno de los pasillos pensaría en que la única palabra para describirlo sería tierno, pero lo conocía y la única palabra que se me venía a la cabeza cuando se me ponía enfrente era imbécil.

–Sólo digo, ¿no te cansas de follar acaso? ¿O ya eres consciente de que aquello es para lo único que eres bueno?

Sabía lo que hacía, quería ponerme los nervios de punta y yo claro que conocía lo que debía hacer: ignorarlo.

–Te diría lo mismo, ¿pero cuando fue la última vez que estuviste con alguien? ¿A caso recuerdas como se utiliza lo que tienes allí abajo?

Esto pareció sacudir el buen humor de Jimin, ya que sus facciones aniñadas se volvieron firmes. Bueno, en mi defensa yo no era un osito indefenso al que podía fastidiar. Si alguien se metía conmigo, tenía derecho a sacar mis garras.

–No necesito un hombre para satisfacerme.

–Y por favor no lo busques porque habría la posibilidad de que te vuelvas menos insoportable y ya no te reconoceríamos -Mostré una fingida expresión de dramatismo.

–Zorra -me insultó directamente.

–Bufón.

–Oportunista.

–Rubio teñido.

Me volteé sonriendo con dicha al haberlo dejado boquiabierto y rogando porque le entrara una mosca.

–¡Mi cabello es natural!

Contuve una carcajada.

–Si como tu horrenda...

La entrada del profesor Song interrumpió la tensión entre nosotros.

–Buenas tardes, chicos -saludó- .Siento el retraso.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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