Abril 19 de 2033.
Kenny Ortega se encontraba haciendo un casting. ¿Para qué? Se preguntarán o quizás no, yo no sé lo que ustedes piensan. Pero aún así les voy a contar.
Kenny estaba haciendo un casting para un nuevo cast de "Descendientes". Luego de que la saga de películas haya llegado a la séptima en 2030, Kenny no supo bien con que clase de proyecto continuar. Entonces, un día se levantó y pensó, "¿Por qué no un remake de 'Descendientes'?" Pero uno que siga la historia con el cast original.
Y ahí se encontraba sentado frente a una mesa, con una lapicera en mano para elegir al nuevo cast. Pero no estaba solo. A su izquierda se encontraba Sofía Carson y Dove Cameron y a su derecha Booboo Stewart. Le había parecido una buena idea que ellos participen para esto, después de todo, eran el cast con el que todo había comenzado.
Aunque aún se sentía un vacío en el lugar, había un silencio que podría haber sido roto por la única persona que faltaba.
Cameron Boyce, nuestro Carlos de Vil. Nuestro angel en tierra.
Sin duda se lo extrañaba mucho y su ausencia nunca iba a dejar de notarse. Faltaba alguien que ilumine la habitación poca iluminada con su luz y rellene el silencio con su risa o simples palabras y chistes malos.
Ese era Cameron.
Cameron había fallecido el 6 de julio de 2019 mientras dormía a causa de una convulsión. Caso más conocido como SUDEP (muerte súbita inesperada por epilepsia). Dejando atrás muchos corazones rotos y sueños por cumplir. Pero para eso había sido creada la fundación en su nombre.
Aunque, esa es una historia que ya conoces, yo estoy aquí para contarte una nueva.
-¡Siguiente!- Gritó Kenny y suspiró. Ya habían elegido mentalmente y también anotado a la mayoría de los personajes e incluso posibles candidatos que iban a llamar dentro de unos días. Solo faltaba uno.
Aún faltaban candidatos para Carlos de Vil, el hijo de Cruella. Personaje interpretado por Cameron. Pero a ninguno de los cuatro les complacía los chicos jóvenes que habían venido a presentarse para el papel del mismo. Incluso si algunos lo habían hecho a la perfección.
Era algo que dolía como si fuera el primer día, aunque cuando ya pasaron casi 14 años de lo sucedido.
La puerta se abrió en el lugar haciendo que los cuatro presentes levanten la mirada para a la persona que entró.
-Hola, Buenas Tardes- El chico saludó con una sonrisa y frente a ellos, pero a una distancia prudente.
Sus bocas se abrieron al igual que sus ojos e incluso tragaron grueso mientras miraban al chico con atención, sorpresa.
Parecía que estaban viendo un fantasma. O incluso un clon.
¿Acaso está era una broma de mal gusto? ¿Y cómo era posible esta broma?
Era tan natural. Quizás porque era real.
Se querian pellizcar.
Quizás era un sueño.
Pero no, era real. Tal real como su propia existencia.
El joven frente a ellos tenía pecas esparcidas por el rostro, ojos marrones, pelo castaño oscuro con rulos y era de una estatura media. Estaba posicionado de forma confiada, irradiaba confianza hasta en su sonrisa cerrada mientras los miraba.
-¿C-cameron?- habló Dove de forma entre cortada. Estaba anonada, podría decirse que en cualquier momento iba a gritar o quizás explotar en llanto.
-Si, así me llamo- expresó el joven con una sonrisa tranquila ajeno a los pensamientos de las personas frente a él.