Después de explicarles a mis padres que los troncos que consigamos los íbamos a ir dejando sobre la arena, terminamos de recoger las ramas y hojas del suelo, llenando dos bolsones y medio de ramas y uno de hojas. Esto sería provisional, ya que dentro de poco voy a juntar las ramas y convertirlas en cubos pequeños.
"¿Mañana seguimos?" Preguntó Anya mientras se limpiaba la suciedad de las manos contra su ropa.
"Ah, sí, de eso quería hablarles. Intentaremos trabajar todos los días, así que hay que organizarnos con el tema de la caza. O sea, va a haber días en los que nos tengamos que dividir en dos grupos como hoy, donde unos vayan a cazar y los otros consigamos los recursos para la casa".
Rápidamente, Rin contestó.
"Es cierto, hoy solo fueron tres a buscar comida, pero eso a veces no es suficiente. Es necesario tener a Aya también"."Ese es el problema principal, que Aya es la más necesaria para ayudarme a derribar los árboles".
Luego de hablar, pude ver unas partículas mágicas a lo lejos, era Mirella."¿Entonces cómo hacemos? Tal vez debería hacer las dos cosas, Luciano", dijo Aya.
"Lo arreglamos mañana entonces, ahora centrémonos en ver qué trajeron las chicas".
Al entrar a la cueva, una cálida corriente de aire me golpeó, recordándome lo pequeño que era este refugio comparado con todo lo que teníamos que construir. Pero era nuestro, y eso era lo que importaba.
"¡Miren lo que trajimos!" Exclamó Samira al vernos, que llegó corriendo con Suminia pisándole los talones. Las gemelas estaban cubiertas de un sudor brillante, pero una sonrisa de triunfo les iluminaba el rostro.
Suminia dejó caer dos conejos sobre la piedra del suelo. Samira le siguió, colocando una serpiente que todavía conservaba los ojos entreabiertos y algunas papayas. Me acerqué para revisar el botín; la serpiente me llamó la atención de inmediato. Su piel era brillante, moteada de un marrón oscuro que me hizo pensar en la utilidad que podría tener.
Por lo general, no suelen cazar serpientes. Tampoco me gusta mucho que lo hagan, ya que no tendríamos forma de tratar el veneno si es que muerde a alguien."Buen trabajo, chicas", dije, aunque mi mente ya se había puesto a trabajar. Podría usar esa piel para hacer algo. ¿Más calzado? O tal vez... ¿Una bolsa de carga?
"A partir de ahora yo me encargaré de quitarle las pieles a los animales"."Tomando el mando, eh", bromeó Rin dándome unos golpecitos en la espalda a la pasada.
A la pasada, acarició las cabezas de las dos y las felicitó."¿Y a ustedes cómo les fue?" Preguntó Suminia, su mirada dirigida más que todo a mí.
"Bien, solo que avanzamos poco a comparación de todo lo que nos queda".
"¿Poco? Pero si tiramos abajo un árbol entero", dijo Rundia.
"Sí, tal vez parece bastante hacer eso, pero necesitamos tirar abajo muchos árboles más".
De pronto, Mirella se acercó rápidamente a mí, poniendo cara de sorprendida.
"¿¡Tiraron un árbol!? ¡Me hubiera gustado estar ahí!""¿Te hubiera gustado estar ahí? ¿Acaso abandonarías a las chicas en su recolección de comida?"
Mientras los demás pasaban al fondo de la cueva, Mirella se quedó pensativa. Miraba a los costados, intentando buscar una solución.
"Bueno... No sé".Tampoco podía decirle que sería poco útil debido a su pequeño tamaño...
"Ya veremos eso, todavía no tengo decidido cómo vamos a dividir los grupos, porque quiero que trabajemos todos los días en la construcción de la casa. Sin embargo, no podemos dejar a un lado la caza, ya que vamos a estar más cansados y debemos reponer más energía comiendo".
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El pibe isekai
FantasíaEn un espacio inter dimensional, Luciano, tras fallecer en un accidente, es reclamado como alma por la diosa Sariah para tener una segunda oportunidad de vida en un mundo primitivo lleno de magia y peligros. Él es enviado principalmente con el objet...