17

102 22 1
                                    

Cuando Amaterasu terminó de contar su desgarrador relato, un pesado silencio cayó sobre la cámara. Las Diamantes intercambiaron miradas, sus expresiones eran una mezcla de preocupación e incredulidad. Diamante Blanco, su forma irradiando un brillo casi doloroso, se inclinó ligeramente hacia adelante, sus ojos fijos en la diosa del sol frente a ella.


"Amaterasu" La voz de Diamante Blanco resonó a través de la vasta cámara, con tanto poder como un toque de empatía. "Tu historia es... inquietante, por decir lo menos. Un ser capaz de borrar a los dioses de la existencia es de hecho una amenaza más allá del alcance ordinario de nuestras preocupaciones"


'Entonces, ¿este Universo tiene una versión del Rey del Caos? Un aspecto de Oblivion definitivamente no va a ser una molestia menor. ¿Dónde diablos está ese pájaro entrometido cuando realmente se la necesita?' pensó White para sí misma.


La cabeza de Diamante Amarillo se giró bruscamente hacia su madre, sin poder creer que siquiera lo estuviera contemplando. —White, ¿seguramente no pretendes que nos involucremos en este conflicto? Nuestra responsabilidad es con Gemkind, con nuestro imperio. No podemos arriesgarlo todo por...


White Diamond levantó una mano, silenciando a Yellow a mitad de la frase. "Nuestro imperio, Yellow, existe dentro del tejido de la realidad. Si este Amatsu-Mikaboshi es tan poderoso como afirma Amaterasu, entonces no habrá ningún rincón seguro en el cosmos. No podemos permitirnos ignorar esta amenaza. De todos modos, él vendría por nosotros en algún momento"


Blue Diamond, con su aura pulsando con oleadas de emoción, asintió con la cabeza. —Ya nos hemos enfrentado a amenazas que acabarían con el universo antes, pero esto... esto se siente diferente. La eliminación de un panteón entero de dioses... no tiene precedentes. ¿Cuándo fue la última vez que un panteón entero fue aniquilado? ¿Los aztecas?


La forma de Grey Diamond pareció parpadear mientras añadía sus pensamientos. —Las implicaciones estratégicas son asombrosas. Si esta entidad puede consumir seres divinos y volverse más fuerte, la guerra tradicional puede ser peor que inútil. A menos que estemos preparados para eliminarla de una vez, podríamos estar ante un desastre potencial.


Black Diamond, su presencia era un vacío de luz en la cámara luminosa, habló por última vez. —También debemos considerar el impacto que esta noticia tendrá en nuestras Gemas. El miedo a semejante horror cósmico podría desestabilizar aún más nuestra sociedad, especialmente a la luz de los recientes acontecimientos.


White Diamond asintió, considerando cada una de sus perspectivas. Finalmente, se volvió hacia Amaterasu. "Diosa del Sol, hemos escuchado tu súplica. La Autoridad Diamante no se quedará de brazos cruzados mientras la realidad misma se ve amenazada. Te ayudaremos en tu lucha contra el Rey del Caos"


Los ojos de Amaterasu se abrieron de par en par, un destello de esperanza brillando en sus profundidades doradas. —Gracias, White Diamond. Tu apoyo puede ser el punto de inflexión en esta guerra cósmica.


La expresión de White Diamond permaneció impasible, pero su voz tenía una nota de determinación. "No nos agradezcas todavía, Amaterasu. La guerra apenas ha comenzado.Amaterasu fue escoltada fuera de la habitación, dejando solo a los Señores de la Autoridad Diamante"

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 5 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Marvel: La Autoridad del DiamanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora