Reescribir una estrella

8| Seré tu osito cariñosito

Realmente Oliver Bearman nunca me ha caído mal y es algo que ambos tenemos en cuenta que nunca me he molestado en admitir.

Siendo sincera, es la persona más hermosa y responsable que he conocido en mi vida.

El único conflicto que me causaba es un poco tonto, pero durante los primeros meses de mi embarazo deseaba que él fuera el papá de Evie.

Agradecía a Karl por haberme dado a mi mejor amiga, compañera de aventuras y la niña más bondadosa e inteligente que tengo el placer de llamarla mi hija, mi Evie. Pero nunca le perdonaré que me haya ilusionado en querer estar presente en la vida de Evie tres meses después que me haya dejado claro que no quería ser padre.

—Keyla, ¿Me vas a explicar por qué siempre estás grabando con esa cámara que compraste?—sonrió ante la pregunta de mi hermano, recordando que la compre para grabar todo el proceso de mi embarazo por sí en algún momento Karl deseaba conocer a nuestro bebé

—Quiero documentar todo, no quiero perderme de nada—confieso mientras grabó los pequeños cuadros de distintos animales que he pintado para su habitación

—¿Dónde quieres que deje estás cajas?

—La habitación de la derecha—digo mientras subo las escaleras detrás de Nolan—Creo que fue buena idea comprar está casa, alejada de todos, comenzaré a hacer mi pequeño huerto y comprar animalitos para mi propia granja

—Keyla no puedes hacer todo eso, tienes que cuidarte apenas cumplirás cuatro meses con esa pancita bonita—lo observó mientras comienza a sacar las estrellas de madera que pedí para ponerlas en la pared donde irá su cuna—¿dónde empiezo a poner las estrellas?

—Tenía pensado en esta pared—me recargo sobre ella—, quiero la media luna enmedio y las estrellas alrededor de ella

—Si así lo quieres eso haré, Ollie y los demás llegarán en un par de horas, puedes ir a desempacar lo de tu habitación mientras yo termino la pared

Asiento, sonrió sabiendo que a mi bebé no le va a faltar amor por parte de sus tíos, ellos decidieron instalar toda la habitación yo solo iba a dirigirlos y poner la decoración como quería, aún no había comprado nada de ropa es una tarea que estaría pendiente a partir de mañana que ya sabría si es niño o niña.

Nadie más que Audrey sabía que llevaba un mes entero hablando con Karl, al principio me dijo que tome mis preocupaciones porque ambas sabíamos cómo era Karl de indeciso, realmente no lo ha terminado de aceptar, eso no me importaba porque mañana todos se enteraran que me acompañó a la ecografía para saber el sexo de nuestro bebé; por primera vez en estos cuatro meses no iría con Audrey, realmente estaba muy feliz de que conociera a mi pequeña estrella

Aún recuerdo cómo asomo en mi antiguo departamento hace tan solo unas semanas pidiéndome perdón por ser un idiota y que lo dejará estar presente en la vida de nuestro hijo; hablo de un nosotros a futuro sí todo salía bien, realmente me había ilusionado porque mi bebé iba a tener a sus dos padres presentes y que le darían todo el amor que merecía, no se volvería a repetir la historia.

No fui consciente cuando mis amigos llegaron ni muchos menos que terminaron la habitación por sí solos, me quedé dormida hasta la mañana siguiente que me despertó el sonido de mi alarma, hoy conocería el sexo de mi pequeña estrella junto con su papá, el amor de mi vida.

Prepare mi batido de frambuesas como de costumbre, me tomé el tiempo de arreglarme, hoy no era como cualquier otra ecografía, era LA ECOGRAFÍA, me vestí con una falda y top blanco que dejaba ver mi pequeña panza de cuatro meses, me maquille lo más natural posible; había decidido ocultar mi embarazo para protegernos de malas energías y la privacidad de mi bebé, esperaba tener un embarazo tranquilo y lo más feliz que se pudiera.