• ———————————————— (🧸)Con el calendario marcando el día martes de la séptima semana de gestación, solo podía indicar una sola cosa y es qué hoy precisamente, Sanji estaba cada vez más cerca por culminar el primer trimestre de su embarazo. Con la próxima semana siendo la última para darle inicio al segundo trimestre, si tenían suerte, dentro de poco podrían conocer los géneros de sus bebés y así podían comenzar a comprarles cositas para ellos.
Sintiendo cómo era agarrado por la cintura, soltó una risa juguetona al saber que Zoro no lo dejaría levantarse de la cama.
- No te vayas cejitas~
- Zoro ya es tarde, tenemos que apurarnos.
- Pero solo vamos a ir a comprar ropa, no llevamos prisa.
- Yo tampoco quisiera ir pero si no compro ropa, dentro de poco me quedaré sin nada qué usar.
- No me importaría verte desnudo por la casa.
- ¿Y qué me muera de frío? no gracias.
- Yo te protegeré del frío.
- Vamos, no seas perezoso.
Levantándose en contra de su voluntad. Sanji quiso aprovechar que hoy era el día de descanso de Zoro para ir al centro comercial y así poder comprar nuevas prendas de ropa; pues al parecer sus musguitos habían comenzado a crecer bastante rápido y últimamente se le había echo complicado el poder abrocharse los pantalones que solía usar; por lo qué prefería ir a comprar nuevas prendas qué fueran más elásticas y qué no terminarán por apretar su cintura.
- ¿Qué te parece si aprovechamos el día y salimos a comer?
- Bien, pero tendrá que ser pizza porque últimamente tengo mucho antojo de pizza.
- Has empezado a tener muchos antojos, cejitas.
- Es culpa de tus hijos, ellos me tienen con muchos antojos.
- Todavía no nacen y ya son unos malcriados.
- Son mis bebés, no puedo dejar de darles lo qué me pidan.
- Y yo no puedo dejar de consentirlos.
Sujetándolo de la cintura, desde qué Zoro se había enterado de su embarazo, esté, había desarrollado la manía de tomarlo por la cintura cada vez que tenía oportunidad. Acariciando su barriga, pudo notar cómo su vientre lucía cada vez más abultado a comparación del mes pasado, y eso sólo lo hizo sonreír de felicidad al imaginarse que dentro de poco estaría sosteniendo a dos bellos bebés, cómo resultado del fruto de su amor.
- ¿Estás listo para salir?
- Espera, tengo que terminar de ponerme los pantalones.
- ¿Quieres qué te ayude?
- No.. es solo qué - tratando por cuarta vez de hacer cerrar el botón; por más que trataba de sumir la barriga, parecía que sus pantalones no querían ceder - creo qué ya no me quedan.
- ¿Estás seguro?
- Muy seguro - soltando el botón, dio un par de exhalaciones luego de haber terminado agitado por el esfuerzo.
ESTÁS LEYENDO
𝐋𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐚 𝐜𝐢𝐠𝐮̈𝐞𝐧̃𝐚 𝐧𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐣𝐨́
FanficHistorias zosan 🍼༝꙳⋆ ᴄᴏɴᴛᴇɴɪᴅᴏ ᴍᴘʀᴇɢ ⋆꙳༝🧸 Las imágenes utilizadas no son de mi autoría