28 de septiembre, 12:45 PM
Pasillo del primer piso – Preparatoria Itan
– Wow, pensar que todo esto le ha sucedido a nuestro muchacho... necesitaré un minuto para asimilar todo esto...
Hitoshi Tadano acababa de terminar de escuchar a su esposa explicarle todo lo que había averiguado sobre lo que le había sucedido a su hijo Hitohito desde que tomaron caminos separados aquella mañana. Varias emociones estaban corriendo por él luego de averiguar todo lo que había pasado Hitohito.
Una de ellas era culpa. Aunque sabía que su trabajo por contrato era responsable de mantener a flote a su familia financieramente, una vocecita incómoda en su cabeza le decía que, si le hubiera puesto más atención a su hijo, podría haberse dado cuenta que algo andaba mal mucho antes para hacer algo al respecto. No ayudaba que su búsqueda de Itsuki Honshoku con la policía no dio frutos. De haber sabido que no resultaría en nada, habría vuelto a la corte para apoyar a su familia.
También sentía incredulidad. El hecho de que hubiera una chica en la escuela que no sólo había secuestrado a su hijo, sino que había estado tratando sistemáticamente de arruinarle la vida por una chica que le gustaba le resultaba difícil de procesar. Recordó el día anterior cuando Hitohito se rehusó a que sus padres intentaran conseguirle un abogado, insistiendo en que era culpable. No pudo ni imaginarse cuan horrible sería esta chica al punto que su hijo prefería estar en prisión que en la misma escuela que ella.
Hitoshi se masajeó las sienes, tratando de procesar todo lo que había escuchado. Sabía que las cosas estaban difíciles para su hijo, pero nunca se imaginó nada de lo que acababa de escuchar.
– Sé que es difícil de procesar. Yo también sigo casi sin poder creerlo... – Jeanne le puso el brazo alrededor de los hombros a su marido.
Hitoshi la atrapó en un abrazo. – Lo es... siento mucho no haber estado para ustedes esta mañana...
– Está bien. Me alegro que estés aquí ahora... – Jeanne apoyó su cabeza en el hombro de Hitoshi.
– Sí... con todo lo que le ha pasado a Hitohito... no sólo eso, sino que el fiscal que lo acusa... ¿estás segura de que es el mismo Simon Blackquill que conocíamos? – se preguntó Hitoshi.
– 'Por supuesto. ¡Yo estaba allí en la corte! – insistió Jeanne.
– Pero no lo entiendo. ¿Por qué haría esto? Solían ser muy cercanos cuando eran más jóvenes. – inquirió Hitoshi.
– Bueno, como se lo dije a su esposa, ¡es complicado! – intervino Fulbright, causando que Hitoshi levantara una ceja con escepticismo. – La cosa es, el Fiscal Blackquill no deseaba procesar a su hijo, pero no tuvo opción. No si quería investigar ese caso que ocurrió en Itan hace siete años y que esperaba reabrir.
– ¿Entonces por qué no dejar que alguien más procese el caso y esperar hasta después del juicio para volver a su caso? ¡No es como que ese caso irá a ninguna parte si ha estado dormido durante siete años! – argumentó Hitoshi, cruzando los brazos.
– Porque temía que, si alguien más se involucraba, arruinaría su investigación. No sólo eso, sino que no confiaba en nadie en la oficina de fiscales para darle un juicio justo... – Fulbright se ajustó sus gafas.
– ¡Pero pensaba que el nuevo Fiscal General tenía como meta eliminar la corrupción en la oficina de fiscales! Hablando de eso, ¿usted no es el detective que está ayudando a Simon? ¿Por qué nos ayuda a nosotros? – Hitoshi le apuntó con un dedo acusador al detective.
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El Caso de la Comunicación
FanfictionDesde que fue secuestrado por Ren Yamai, Hitohito Tadano ha estado sufriendo pesadillas recurrentes sobre el incidente, junto con los intentos de ella por hacerlo romper su amistad con Shouko Komi. Tras otro encuentro con ella, Hitohito se desmaya y...