El Despertar De Los Elementos

Capítulo 1: La Tormenta

no sabia donde estaba, todo a mi alrededor era un azul celeste
hermoso pero diferente a todo lo que había visto, empecé a caminar
hasta que me vi rodeada de lo que parecían nubes, no dudé en empezar
a jugar con ellas hasta que escuche el chillido de un pájaro, alcé mi vista
viendo una especie de ave gigante de plumas moradas y plateadas,
era hermosa. jamas habia imaginado un ave tan hermosa, el ave jugaba
en el cielo con unos pequeños rayos que me hicieron sonreír viendo la maravillosa criatura.
-Es un águila de tormenta- Dijo una voz a mi lado y al voltear vi a mi madre
-Es la última en su especie, cuando los cazadores dieron de caza a todas
las aguilas, ella decidió esconderse para que su raza no se extinguiera- Dijo
mientras yo seguía embobada en el animal hasta que fijó los ojos en mí y
de inmediato empezó a volar hacia mi con una rapidez que hizo que mi
corazón latiera rápidamente -No tengas miedo- Me dijo mi madre -Torhinnia no te
hará daño, ahora es tuya- La mire sin entender hasta que el ave se posó en mi
hombro y con su cabeza acarició la mía -Tonrhinia no solo es la última en su especie
era la más poderosa, eso te hará la más poderosa a ti- Miré al ave de nuevo viendo
sus hermosos ojos violeta hasta que de repente me desperté, mierda, había sido un sueño
pero esos ojos violeta se quedaron tatuados en mi mente, Torhinnia, la ultima y mas
fuerte de su especie, vaya, mi mente era muy creativa pero esta vez se pasó.

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Isa

Ya habían pasado una semana desde aquel incidente, todo el pueblo estaba tranquilo, al parecer todavia no sabian sobre los tipos muertos en el lago abandonado, había tratado de escuchar alguna nueva noticia pero todo de lo que se hablaba era de una extraña luz que había iluminado el cielo, las fotos y videos estaban por todo internet y claro, las teorías no faltaban, muchos decían que era una señal de la venida de Dios, otros que era obra de los Ovnis. Encontraron el auto totalmente incendiado, la policía dio aviso de algún auto robado pero esta ahora nadie lo había reclamado, claro, nadie lo iba a reclamar, sus dueños estaban muertos y era mi culpa.

Mi cuarto seguía totalmente congelado, pensé que al pasar del día el hielo se iba a derretir pero me equivoque, el hielo seguía ahí y mi cuarto todo estaba frío, ¿Desde cuando exquisita hielo que no se pudiera derretir? trataba de pensar pero no lograba encontrar una respuesta logica a esto, primero, el auto en fuego sin fuego, luego, mi cuarto lleno de hielo, mierda, eran muchos sucesos que profesar en poco tiempo, el intento de violacion y asesinato, luego la muerte de esos chicos, luego estos sucesos raros, ¿Acaso me estaba volviendo loca? no entendía, yo misma sentía que nada había cambiado en mi, pero ¿Acaso mi nivel de esquizofrenia aumentó y estoy imaginando todo? no, el frío con el que veía a mi perro estar en la cama acostado sobre mi sabana indicaba lo contrario, no estaba imaginando nada.

No sabia que trauma lidiar primero o incluso no estaba segura de estar lidiando con algún trauma, no sabia que hacer, tenía tantas cosas en mi mente y ultimamente me sentia mucho mas cansada de lo habitual, quería quedarme en mi cama todo el dia pero sabía que hoy era la entrega final de un proyecto con la peor profesora de mi carrera, detestaba a esa señora y ella me detestaba a mi, no aceptaba nada y por alguna extraña razón, siempre parecia que me exigiera más a mi que a todos los demás, siempre era más estricta conmigo, nunca tenía compasión como con los demás, a veces pensaba que estaba exagerando pero luego veía a mis compañeras en la misma situacion que yo había estado y en vez de recibir un no como solía escuchar tanto, ellas tenían más oportunidades, no entendía cuál era su maldito problema conmigo pero no me enteraba de todas formas, solo quería no verla mas nunca en mi maldita vida.