CAP 23

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Alexandra Rinaldi

NADIA

Meses después...

El salón del consejo estaba sumido en un ambiente solemne. Las voces de los altos mandos llenaban el espacio, discutiendo estrategias para capturar a Adrián Petrov y Giovanni Caruso, los hombres que se habían convertido en el eje de nuestra misión. Mi atención estaba dividida entre las palabras de los generales y el dispositivo móvil de Alexa, que descansaba en la mesa frente a mí.

Alexa se había levantado hace unos minutos para servir café, dejando su celular descuidadamente a mi alcance. Lo que no esperaba era que el dispositivo vibrara con una notificación que iluminó la pantalla: un mensaje. Adrián.

El nombre me golpeó como un balde de agua fría. No podía ser él, no de esta manera. Sin pensarlo dos veces, mi mano alcanzó el teléfono y lo desbloqueé. Alexa nunca había tenido secretos conmigo, o eso creía.

El mensaje estaba ahí, como una daga dirigida a mi temple:

"Te extraño, amor. ¿Hasta cuándo vamos a fingir? Dile a Nadia que deje de buscarme. Te necesito."

Mi sangre se congeló, pero al mismo tiempo, sentí un calor abrasador subir por mi pecho. Adrián Petrov. Ese bastardo no solo estaba burlándose de nuestra operación, sino que había tenido el descaro de implicar a Alexa, mi Alexa, en todo esto.

Alexa volvió justo cuando terminé de leer. Su expresión pasó de la relajación a la alarma al ver el teléfono en mis manos.

—¿Qué haces? —preguntó, su voz baja, casi en un susurro, pero cargada de nerviosismo.

Me levanté de golpe, ignorando las miradas curiosas de los presentes.

—Ven conmigo. Ahora.

No le di tiempo de replicar, agarré su brazo y la llevé fuera del salón.

La arrastré hasta uno de los pasillos vacíos de la base, donde nadie podría escucharnos. Solté su brazo con fuerza, girándome hacia ella.

—Explícame esto, Alexa. —Levanté el teléfono, mostrando el mensaje aún abierto.

Ella palideció. Su reacción fue suficiente para confirmar mis peores sospechas.

—Nadia, yo puedo explicar… —empezó, pero no la dejé terminar.

—¿Explicar qué? ¿Que llevas una relación con el hombre que hemos estado persiguiendo durante meses? ¿Que nos has estado traicionando? —Mi voz era un susurro frío, pero contenía toda la furia que sentía.

Alexa negó rápidamente, su voz temblorosa.

—No es lo que piensas. Yo nunca los traicionaría. Adrián… no sabía que él era... lo conocí antes de saber quién era en realidad.

—¿Y cuando lo supiste? ¿Por qué no dijiste nada? —dije, cada palabra saliendo como un látigo.

Alexa bajó la mirada, incapaz de responder.

En ese momento, escuché pasos apresurados detrás de nosotras. Verónica apareció, con el ceño fruncido y los brazos cruzados.

—¿Qué está pasando aquí? —preguntó, mirando de una a otra.

No dudé en señalar a Alexa.

—Tu amiga tiene algo que confesar.

Alexa me miró suplicante, pero la presión parecía haber roto sus defensas.

—Verónica… —empezó, con la voz temblorosa—. Tú también deberías decirle la verdad.

El rostro de Verónica pasó del desconcierto al pánico en un segundo.

VENGANZA DESEADA [#1 MUJERES INFERNALES: SAGA]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora