La cuenta atrás de veinte | JJK & KTH

Capítulo 45: Mi bombón de chocolate precioso

Sus manos tiemblan de la ansiedad que siente mientras espera a que la hora de las pruebas para ser el nuevo capitán lleguen. Le da una mirada al reloj en su muñeca, jugueteando con el anillo que Jungkook le regaló en su primer mes de novios y vuelve a soltar una bocanada de aire llena de ansiedad.

—¿Estás bien? —indaga Hoseok.

Taehyung lleva la mirada a su amigo, asintiendo lentamente.

—Un poco nervioso —reconoce el castaño, mordisqueando su labio—. Sé que tengo un cincuenta por ciento de probabilidades de ser capitán, pero tu novio es quien tiene el otro cincuenta. Yoongi es jodidamente bueno y Jungkook quiere demasiado a ese idiota como para no tenerlo en consideración.

—Comprendo —replica su amigo, asintiendo a sus palabras—. Sin embargo, te falta agregar el factor de que Jungkook es tu novio, y que Taemin parece adorarte, a pesar de querer golpear tus bolas el dia en que le pediste volver al equipo pero después lo rechazaste porque te pidió no besar a Jungkook en los entrenamientos —Taehyung comienza a reír al recordar al hombre tan enfadado por haber negado su propuesta—. Bueno, al punto que quiero llegar es que, aparte de que eres excelente jugando, también tienes muchos puntos a tu favor. Obviamente que me gustaría que Yoongi ganara el puesto de capitán también, porque es mi próximo novio, pero también soy objetivo y se que a Taemin no le gusta la forma de guiar que tiene Yoongi, porque es poco estratégico y más disperso, pero es el más ágil del grupo.

En ese momento, su móvil comienza a vibrar. Le da una mirada de disculpas a su amigo, quien simplemente hace un ademán con la mano para restar importancia y vuelve la mirada a su computadora para continuar estudiando.

Se levanta de la banca al mismo tiempo que contesta la llamada y comienza a sonreír como idiota al escuchar la voz de su novio.

—Hola, amor —saluda Jungkook, en cuando la llamada se descuelga—. ¿Qué tal todo?

Taehyung da miradas a su costado, para permitirse salir un poco de su papel de alfa cool y entrar en su estado natural de novio extremadamente enamorado. Por lo tanto, después de asegurar de que se encuentra solo, replica:

—Te extraño tanto, mi bombón de chocolate precioso —esboza una sonrisa al escuchar a Jungkook reír—. ¿A qué hora llegas a la universidad? ¿Ya elegiste tu atuendo para mañana? ¿Me enviarás fotografías? Agrega una en ropa interior, por favor.

Su estómago pierde irrigación sanguínea cuando escucha otra voz acompañando la de su novio y siente ganas de enterrar su cabeza tres metros bajo tierra al reconocer ese tono, porque es del mismo hombre que conoce de toda su vida.

—Taehyung, por favor —la voz de su suegro es burlesca—. Te estás transformando en lo que juraste destruir.

Las carcajadas de Jungkook suenan atrás de la llamada y estas parecen no querer cesar, porque logra escucharlo tomar las largas bocanadas de aire para seguir riendo.

Definitivamente le reclamará después.

—Dios, que jodida vergüenza —susurra Taehyung, cubriendo su rostro con la mano que tiene libre—. Yo le prometo que no soy así, señor Jeon. Es la primera vez que le pido una fotografía de ese calibre a su hijo. Bueno, quizás la segunda. No, definitivamente la tercera. Sin embargo, nunca más pasará. Le prometo que yo soy un buen novio, pero en ocasiones mi lobo me gana.

—Tonto —escucha la voz de Jungkook entre risas—. Eres un tonto.

—No me hables más —reclama Taehyung—. No quiero estar más en una relación contigo, siempre me haces pasar estas vergüenzas. Yo soy un chico cool, Jungkook. ¿Acaso no entiende que debo mantener mi reputación de rompecorazones para ser capitán?