Ghost: Zero O'clock [Y.M] [PRÓXIMAMENTE]

30

—¿Estás seguro de eso, Hoseok? —preguntó Yoongi, sin apartar la mirada del chico que tenía frente a él. Sus ojos reflejaban una mezcla de duda y preocupación. —Porque no lo parece.

Hoseok respiró hondo, desviando la mirada hacia el suelo por un instante antes de volver a alzarla.

—Lo sé, y es extraño. —murmuró, mientras sus ojos escaneaban a Jimin de pies a cabeza, como si intentara encontrar algo que no encajaba.

Yoongi cruzó los brazos, su expresión endureciéndose.

—Será mejor que te vayas, Hoseok. —le dijo con voz firme, aunque en el fondo sabía que no era tan simple.

—No vine para irme, Yoongi. —respondió Hoseok con un destello de acero en su mirada lentamente, levantó ambas manos, revelando las katanas que llevaba consigo; sus hojas brillaron bajo la tenue luz, reflejando un resplandor inquietante. —Vine por unos oscuros y sanguinarios.

Yoongi entrecerró los ojos al ver las armas, pero no dijo nada al respecto. En lugar de eso, dejó que un pesado silencio se instalará entre ellos antes de preguntar:

—¿Por qué atacan ahora? —Su voz era baja, pero la tensión en ella era palpable.

Hoseok bajó las katanas y se giró ligeramente hacia Jimin, quien hasta ese momento había permanecido en silencio, observando todo desde una esquina de la habitación.

—Debe ser por él. —dijo Hoseok finalmente, señalando a Jimin con un movimiento de la cabeza.

Yoongi se volvió hacia Jimin, que lo miraba con una mezcla de confusión y miedo.

—Hoseok, sé más claro. —dijo Yoongi, volviendo la vista al otro chico. Su tono era más firme esta vez, casi exigiendo respuestas. —¿Por qué están tras Jimin?

Hoseok dejó escapar un suspiro, como si decir lo que seguía fuera un peso que llevaba cargando por demasiado tiempo.

—Es por ser un puente allumimon. —dijo al fin, dirigiéndose directamente a Jimin, sus palabras eran serias, como si cargaran un peso que ninguno de ellos podía ignorar. —Su energía los atrae, es como si fuera una luz, y ellos, entes polillas.

Jimin dio un paso atrás, sintiendo cómo un escalofrío le recorría la espalda.

—¿Un puente... qué? —preguntó con voz temblorosa sin entender lo que había dicho. Pese a la explicación anterior.

—Allumimon. —repitió Hoseok, su expresión endureciéndose aún más. —Es alguien con la capacidad de conectar este mundo con el otro, eres como un faro en medio de la oscuridad, Jimin, tu energía no solo los llama, los provoca.

Jimin miró a Yoongi, buscando respuestas, pero él solo frunció el ceño, perdido en sus pensamientos.

—Eso no tiene sentido. —susurró Jimin, abrazándose a sí mismo. —Yo no... Yo no pedí esto.

—Nadie lo pide. —dijo Hoseok, dando un paso al frente, su voz era fría, pero había un atisbo de comprensión en sus palabras. —Pero no cambia el hecho de que ellos lo saben y no se detendrán hasta tenerte.