¿No... Novia?
NADIA
La madrugada era un reflejo de mi estado de ánimo: fría, solitaria, y con un silencio que dolía más que el ruido. Estaba recostada en el sofá, intentando calmar mi mente después de la tormenta emocional que había sido el día.
El sonido del teléfono rompió el silencio. Alcancé a ver el nombre de Christopher iluminando la pantalla, y por un momento dudé en contestar. Pero como si fuera un reflejo, mis dedos ya habían deslizado para aceptar la llamada.
—¿Qué quieres? —pregunté, con el tono más seco que pude reunir.
Al otro lado, su voz llegó entrecortada, arrastrando las palabras. Estaba borracho.
—Nadia… escucha esto…
No tuve tiempo de protestar antes de que comenzara a cantar, desafinando pero con una emoción cruda que me paralizó:
"La mejor versión de mí…
No la conociste tú,
Porque siempre me frenaste con tu pésima actitud…"Mi corazón dio un vuelco. Quise colgar, quise gritarle, pero me quedé helada mientras él continuaba, cada palabra clavándose como un cuchillo en mi pecho.
—¡Christopher, basta! —grité, tratando de recuperar el control de la conversación—. Estás borracho y no tienes derecho a llamarme.
—¿No tengo derecho? —repitió, soltando una carcajada amarga—. Nadia, siempre he tenido derecho. Soy el único que de verdad te conoce.
—¡Déjame en paz! —le espeté—. Ya no soy esa persona. He seguido adelante, Christopher. Tengo novio y soy feliz.
—¿Feliz? —se burló, su voz impregnada de veneno—. ¿De verdad eres feliz o solo estás mintiendo otra vez?
Las palabras me golpearon como un mazazo, pero no iba a dejar que lo notara.
—No es tu problema. Tú sigue con tu vida, y yo seguiré con la mía.
Hubo un silencio, roto solo por su respiración entrecortada. Entonces, habló, esta vez con un tono más serio.
—Me voy a casar, Nadia. Pensé que debías saberlo.
Sentí como si el suelo se derrumbara bajo mis pies. Las palabras tardaron en procesarse, pero cuando lo hicieron, dejaron un vacío desgarrador en mi pecho.
—Bien por ti —dije, aunque mi voz temblaba.
—¿Eso es todo? —preguntó, con amargura—. ¿No tienes nada más que decirme?
Colgué antes de que pudiera responder. No podía seguir escuchándolo. No podía soportar que siguiera destrozándome con su presencia, con sus palabras.
El teléfono cayó de mis manos al suelo mientras el dolor explotaba en mi interior. Un sollozo escapó de mi garganta, seguido de otro, y otro. Lloré como no había llorado en años, cada lágrima liberando el peso que llevaba cargando en silencio.
Me abracé a mí misma, como si eso pudiera evitar que el dolor me consumiera por completo. Pero era inútil. Christopher siempre había sido mi punto débil, y aunque quisiera convencerme de que ya no me importaba, sabía que estaba rota. Y esta vez, no sabía si podría reconstruirme.
ESTÁS LEYENDO
VENGANZA DESEADA [#1 MUJERES INFERNALES: SAGA]
RomanceNadia James es una mujer cuya valentía no se puede encasillar en simples palabras. Es vengativa, egocéntrica, narcisista, malcriada y caprichosa, sí, pero ¿quién no lo sería después de todo lo que ha soportado? Las cicatrices invisibles de su pasado...