♤Capítulo Único♤

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(La edad de Checo y su tiempo en Red Bull Racing fue alterado para el curso de la trama)

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(La edad de Checo y su tiempo en Red Bull Racing fue alterado para el curso de la trama)


Las Vegas, Nevada, ciudad que jamás descansa, con su fluorescente espíritu de un millón de colores brillantes, carteles enormes y letras escandalosas a donde quiera que voltearas. Una fuente que da un verdadero espectáculo, hoteles de la más alta gama, casas de azar donde cualquier Alfa u Omega adinerado podía ir a pasar la noche y gastar esas montañas de dinero que había en sus cuentas bancarias. Alcohol por aquí y por allá, sustancias ilícitas y la ya normalizada mariguana se percibía en cualquier evento de renombre en Las Vegas. En la ciudad de Elvis Presley nadie perdía el tiempo durmiendo, en especial en cierto día del año.

En noviembre se llevaba a cabo el tan esperado Grand Prix de Las Vegas. Carrera decisiva para conocer al campeón del mundo, aunque en la temporada 2024 todo mundo sabía quién se llevaría a casa ese título.

Lando Norris lo intentó, tenía el auto para hacerlo, el apoyo de su equipo y las estrategias necesarias para lograr su primer campeonato, pero, aún con varios años en la máxima categoría, el Omega de naranja seguía corriendo como un Rookie. Su actitud venenosa y comentarios despectivos hacia otros corredores y hacia su principal rival lo volvieron una arpía, dejando atrás a un Omega de actitud divertida y en su lugar dejar a uno que luchaba con garras por ser el campeón del 2024. Sin embargo, no tenía lo necesario. Tuvo que guardar su rabia y tragarsela aunque le quemara el esófago cuando en Las Vegas, Max Verstappen, el tres veces campeón del mundo, quedó por delante y, como todos lo esperaban, ganó su cuarto título. Max Verstappen era ahora parte de los tetracampeones como Vettel y Prost.

Y nadie fue más feliz por el cuarto campeonato del rubio —ni siquiera él mismo había sido tan entusiasta— como su precioso prometido. Las lágrimas le habían corrido por las mejillas con orgullo, porque sabía lo duro que había sido esa temporada para su Alfa y aun así, con todas las dificultades, Max Verstappen, su Alfa, había sido por completo imparable. Ese título era tan significativo para Checo Pérez como para el propio Max Verstappen. Cuando el rubio había bajado del coche y mostrado sus cuatro dedos a cámara dejando en claro quién había ganado el campeonato de pilotos, tuvo que correr cuando vio a su Omega correr en su dirección desde su garaje. Verstappen lo atrapó en el aire cuando Sergio saltó a sus brazos. Su abrazo fue apretado y a Checo poco le importó el casco que le calaba en la mejilla, solo quería abrazar fuerte al rubio y hacerle saber que estaba infinitamente orgulloso de él. Checo lo baño en sus felices feromonas, dejando al rubio en una nube de dulce jazmín y fresco melón. A Max se le hicieron los ojos pequeños y apretó con fuerza la cintura de su Omega, contestando de la misma forma bañándolo en sus feromonas.

—Eres increíble, eres una puta bestia—seguía abrazándolo.

—Fue tan difícil, pero lo hice. Lo logré, Pecas—soltó un suspiro de paz. Su trabajo ya estaba hecho.

Alfa y Omega tuvieron que separarse de sus amorosos brazos por el pesaje de Max. Después de todo eso, los pilotos felicitaron a Max por su victoria. Max se sentía regocijado por las felicitaciones de los demás, su corazón se sentía tan cálido que el tierno agarre de Alonso a su mejilla, como un orgulloso padre lo haría, terminó por romper al Alfa en amor.

PARA EL TETRACAMPEÓN  [Chestappen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora