"AND I DIDN'T TOUCH YOU YET"

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El hambre en los ojos oscuros de Logan era suficiente para hacerte saber lo que querías. Había vuelto del trabajo después de una larga jornada. Debería de estar cansado, pero a pesar de su edad y del adamantium que iba envenenando su cuerpo a cada día que pasaba, seguía teniendo la misma resistencia que cuando era joven.

-Princesa –susurró acercándose lentamente a ti, como si fuera un lobo acorralando a su presa- te necesito

El pudo oler tu excitación en el ambiente, al igual que podía escuchar el sonido acelerado de los latidos de tu corazón. La sangre se acumuló en tus mejillas, provocando que te sonrojaras violentamente.

-Entonces tendrás que atraparme –le retaste-

Saliste corriendo de la habitación y te escondiste en el garaje tras su limusina. Inspiraste hondo un par de veces, tratando de recuperar el aliento tras la carrera. Te tapaste la boca con la mano, dado que el podría escucharlo.

Estabas muy excitada. Ya habíais jugado a ese juego otras veces a modo de preliminares, pero esta vez era diferente. Esta vez tu decidiste ser la que se escondía.

Escuchaste sus pasos acercándose por el pasillo sobre ti. Su voz ronca y cargada de placenteras promesa resonó por la casa.

-Sabes que acabaré encontrándote, pequeña –dijo haciendo que cruzaras las piernas con fuerza, tratando de aliviar la presión que se había instalado entre ellas- eres muy escurridiza ¿Verdad? –cuestionó- como una serpiente –susurró antes de agregar- una preciosa serpiente

Abrió una de las puertas, haciéndote dar un respingo. Sonaba cerca, peligrosamente cerca. Tenías que moverte, si n te descubriría antes de lo previsto.

-¿Dónde estás? –canturreó entrando en la habitación- puedo olerte –dijo paseando la mirada por el lugar- sé que estás cerca

El se colocó de espaldas a la puerta, momento que tu aprovechaste para caminar rápida y sigilosamente tras el, saliendo así del garaje para buscar otro escondite y continuar con el juego.

Trataste de no respirar demasiado y de pisar las tablas del suelo que no crujían para que no te escuchara, pero no fue suficiente. El olor a lavanda de tu champú llegó a sus fosas nasales, lo que le hizo girarse rápidamente hacia ti. El esbozó una sonrisa divertida mientras tu te quedabas momentáneamente congelada en el sitio.

-Te encontré –dijo fijando la mirada en ti-

Sin pensártelo dos veces corriste por la casa, huyendo de el de nuevo. Esta vez te escondiste en una puerta que había al lado de la puerta de entrada de la casa. Logan la había construido para guardar allí las herramientas de trabajo.

Apagaste la pequeña bombilla de dentro para que no pudiera ver el reflejo de la luz bajo la puerta. Te tapaste la boca, mientras escuchabas como sus pasos se acercaban lentamente hacia donde te encontrabas. Observaste a través de la pequeña mirilla, como se asomaba para revisar la habitación que había al lado de la entrada de la casa.

Te moviste con cuidado, dado que estaba empezando a dormírsete la pierna. Debido a la oscuridad, golpeaste un rastrillo metálico que te apresuraste a coger antes de que callera al suelo. Pero era demasiado tarde. El había escuchado el tintineo metálico del material, lo cuál había revelado tu posición.

No podías huir de allí, así que esperaste con el corazón en un puño a que el abriera la puerta. Giró la manija y tiró de la cuerda de la bombilla para encender la luz. Su mirada conectó con la tuya con la fuerza de un huracán, enviando corrientes de deseo por todo tu cuerpo.

El pudo oler tu excitación mojando tus bragas cada vez más.

-Te encontré –repitió- y esta vez no irás a ninguna parte

Te sujetó del brazo con delicadeza para que salieras del pequeño lugar. Cerró la puerta tras de si y avanzó hacia ti hasta que tuviste que apoyar la espalda contra la pared.

-Te encanta provocarme ¿No es cierto? –cuestionó delineando con el pulgar la curva de tu labio inferior- has sido una niña muy mala –susurró- escondiéndote así de tu viejo –murmuró acercándose a tu rostro- déjame darte lo que te mereces

Su boca se estrelló contra la tuya. Sus labios cubrieron los tuyos mordisqueándolos, a la par que metía la lengua en tu boca. Gemiste ante la sensación de ella invadiendo tu boca. Pasaste los brazos tras su cuello a la par que le pasaba los suyos por detrás de tus piernas, alzándote por la cintura.

Envolviste las piernas alrededor de su cintura, notando el bulto de su polla contra tu centro sensible. Un jadeo escapó de tus labios al sentirlo contra ti. Tiraste la cabeza hacia atrás, y Logan aprovechó para dejar besos húmedos a lo largo de tu clavícula.

-Logan... -suspiraste cuando escuchaste el sonido de su cinturón cayendo al suelo junto con sus pantalones-

-Cariño –gruñó quitándote los pantalones a la par que tu ropa interior- estás tan mojada para mi –susurró esbozando una sonrisa divertida- y ni siquiera te he tocado

-Por favor Logan... -suplicaste- te necesito

-Me tienes, princesa –dijo introduciéndose poco a poco dentro de ti-

Su polla resbaló entre tus resbaladizas paredes sin dificultad. Estabas empapada por el, solo por el. Un jadeo ronco escapó de sus labios cuando te sintió a su alrededor.

-Joder nena –susurró- me estás tomando tan bien –dijo empujando sus caderas contra las tuyas- puedo escuchar como las paredes de tu coño se aprietan alrededor de mi polla

-Logan... -gemiste sujetándote de la pared tras de ti- más fuerte, por favor –jadeaste-

El afianzó el agarre de tus piernas alrededor de sus caderas, y te movió hacia delante para empujarte contra la pared. El cambio de ángulo hizo que soltaras un grito a la par que el maldijera por la bajo.

-Voy a... -advertiste- no aguantaré mucho más...

-Hazlo princesa –susurró- sé una buena chica para tu viejo y córrete con su polla

A los pocos segundos te descargaste contra el. Tiraste la cabeza hacia atrás mientras sentías que tus piernas eran de gelatina. No podrían sujetarte después de ese intenso orgasmo. Logan lo sabía, por lo que mantuvo su fuerte agarre alrededor de ti. Inspiraste hondo recuperando el aliento, antes de alzar la cabeza de nuevo para mirarle. En su rostro había una enorme sonrisa.

Te acercaste para besarle, el te devolvió el beso sujetándote el rostro con una de sus manos.

-Te amo viejo gruñón –susurraste, su sonrisa se hizo más amplia-

-Yo también te amo princesa –murmuró- hasta que mi esqueleto de adamtium se oxide

-Eso nunca sucederá –observó ella-

-Exacto –respondió dejando un tierno beso en su frente- 

One Shots : MarvelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora