Narra Felix
Jisung estaba en la cocina, sirviéndose un café caliente mientras yo me hundía en el sofá con las piernas cruzadas, tamborileando los dedos contra mi muslo. Él hablaba sin parar, diciendo un sinfín de razones por las que debía ir al Hotel Hwang y no dejar pasar esa oportunidad, sin arrepentirme.
—...Y por eso, es una gran oportunidad, Felix. —Concluyó Jisung, llevándose la taza de café a los labios para dar un sorbo como si su argumento fuera el mejor.
Lo miré y me levanté de golpe del sofá.
—¡Sí! ¡Pero Hyunjin es el Director General! —Exclamé con dramatismo, como si eso lo explicara todo. —¡Y me tengo que presentar con él! ¡A solas!
Jisung levantó una ceja, poco impresionado por mi reacción. Se encogió de hombros, como si lo que acababa de decir no fuera gran cosa, y dio otro sorbo a su café.
—Pues aprovecha. —Dijo casualmente, haciendo un gesto con la mano como si fuera lo más lógico del mundo.
—¿Aprovechar? —Repetí, frunciendo el ceño.
Jisung bajó la taza y me miró con una sonrisa traviesa, esa que siempre me hacía arrepentirme de haberle contado algo.
—Sí, aprovecha. Si están solos, ya sabes... —Dejó la frase en el aire y chasqueó los dedos con picardía. —No creas que se me olvidó cuando los encontré bien pegaditos el otro día. —Su risa se mezcló con el vapor del café.
—¡Eres un imbécil! —Exclamé, dándole un golpe en el hombro con más fuerza de la necesaria. —
Pero en lugar de quejarse, Jisung estalló en carcajadas, llevándose una mano al lugar donde lo había golpeado.
—Por Dios, Felix, nunca había visto un beso tan incómodo y tan intenso al mismo tiempo. Tu cara, su cara... increíble.
—¡Ya cállate! —Le gruñí, sintiendo el calor subiendo a mis mejillas.
—¿Qué? ¿Es mentira acaso? —Preguntó con un tono burlón, agitando su taza.
—Mira, solo necesito sobrevivir la reunión y salir de ahí entero, ¿ok? —Dije, dejándome caer de nuevo en el sofá mientras enterraba el rostro en un cojín decorativo.
Jisung se encogió de hombros de nuevo y dejó su taza sobre la mesa.
—Bueno, si no sales entero, al menos sal con algo más emocionante que un contrato. —Se rió, y le dediqué una mirada asesina, aunque sabía que no estaba tan equivocado.
(...)
Ahí estaba yo, sentado en una de las sillas más cómodas y a la vez incómodas que había probado, con las manos entrelazadas sobre mi regazo y una rodilla rebotando al ritmo de mis nervios. La sala de espera era tan elegante que casi sentía que debía pedir permiso hasta para respirar.
El hotel, bueno, era otra cosa. Nunca en mi vida había visto algo tan elegante. Techos altos con candelabros que parecían estar hechos de cristales, paredes decoradas con mármol pulido y cuadros que seguramente costaban más que mi departamento. Aquí había de todo, boutiques, spa, restaurantes hasta un gimnasio del tamaño de un estadio, que de hecho era donde trabaja Changbin y Bangchan, y aunque termine trabajando aquí, ni siquiera tuviera la oportunidad de verlos.
El edificio más grande que he visto en toda mi puta vida.
—Lee Felix. —La voz de una mujer me sacó de mis pensamientos.
Levanté la mirada hacia una recepcionista impecablemente vestida, con una carpeta en la mano y una sonrisa.
—Puedes pasar. —Indicó con un gesto hacia una puerta al final del pasillo.
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Together / HYUNLIX
FanficLa escuela de Jangheon (장헌) es una de las mejores preparatorias de Corea del Sur. Lee Felix, es un chico que es obligado a ir a la escuela para tener una educación buena. Dónde conoce a varias personas que cambiarían por completo su vida, una de ell...