Dieciochoavo capítulo

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Dieciochoavo capítulo


-Estás preciosa, Lexa. Me encanta.- Dijo Vega, mientras tocaba mi pelo. Estábamos las dos sentadas en su cama. Eran las doce. Cuando salimos de la peluquería, nos pasamos toda la tarde comprando ropa, y después cenamos en un sitio de burritos mientras hablábamos de todo un poco. -Cuando te he visto con el pelo negro no me lo podía creer. ¡Te queda increíble!- Gritó Vega, entusiasmada. No pude evitar sonreír. Sí que me quedaba bien.

-Gracias, a ti te queda muy bien el castaño oscuro. Y el alisado tía, en serio, estás preciosa.- Le dije. Ella también se había teñido, y se había alisado el pelo por primera vez desde que la conocía. Vega sonrió.

-¡Somos preciosas! ¡Y la vida es larga!- Gritó, mientras se levantaba de la cama y movía los brazos entusiasmada. Después, me miró. -¿Todavía tienes el móvil apagado?

-Sí.- Respondí. Llevaba todo el día sin encenderlo, y, por lo tanto, sin recibir mensajes de Caín; o sin verlos, que era casi lo mismo. Y quería que siguiera siendo así, por lo menos, hasta mañana.

-¿No te apetece gritarle un poco? Ya sabes, insultarle, decirle que es un cerdo por irse con Crystel.

-Me he cansado de gritarle, lo que menos me apetece ahora mismo es discutir con él.- Vega sonrió.

-Pues entonces, hablemos de las cosas tan estupendas que nos hemos comprado hoy.- Estaba empezando a quererla mucho. Se había portado increíblemente bien conmigo desde el principio, y no me había juzgado por decirle a principio de curso que Caín era gay. No pude evitar reírme internamente al recordar eso.

En aquel momento, alguien picó a la puerta, y mi corazón dio un vuelco.

-Es Caleb.- Dijo Vega, mientras esbozaba una sonrisa. "Menos mal" pensé, a la vez que suspiraba con alivio.

Vega abrió la puerta, y, además de Caleb, apareció Blake.

-Traemos pelis de risa y muchas palomitas.- Dijo Caleb mirando a Vega. Yo sonreí desde la cama, que, aunque no los veía desde ahí, los escuchaba perfectamente. Era el mejor plan que podían proponerme, necesitaba reírme. Y, además, con ellos tres. Los únicos amigos que me quedaban de ese grupo.

-¡Genial!- Dijo Vega, y, después, besó a Caleb, y los dos se envolvieron en un beso largo y apasionado.

-¡Vale, vale!- Gritó Blake. -¡Qué asco me dais!- Dijo, en tono de broma. Después, los empujó y entró a la habitación. Al verme, se quedó impactado durante unos segundos, y, después, sonrió.

-Dios, pareces salida de una serie de bandas callejeras.- No pude evitar reírme, y él también rió. "Si él supiera..." pensé. -Pero estás guapísima.

-Gracias, Blake.- Le respondí. Cuando Caleb y Vega terminaron de besarse, entraron a la habitación. Caleb me miró sorprendido.

-Vaya, pareces la prota de una serie de...-

-Bandas callejeras.- Dijo Blake.

-No, de narcotráfico iba a decir, que vas de listo.

-"De narcotráfico iba a decir, que vas de listo" .- Lo imitó Blake, mientras se levantaba para pegarle en broma. Los dos empezaron a pelearse riendo e insultándose y diciendo cosas como "te voy a matar, "te voy a machacar", mientras se movían por toda la habitación protagonizando un combate de una mezcla rara, mal hecha y muy graciosa de kárate, boxeo, kick boxing y grappling mal hecha. "Que graciosos son", pensé, mientras me reía con mi amiga.

-Vale, vale, ya está bien.- Dijo Vega, mientras se sentaba en mi cama. Los dos hermanos dejaron de pelear.

-Te he machacado, pringado.- Dijo Blake.

𝐀𝐍𝐓𝐄𝐒 𝐃𝐄 𝐂𝐎𝐍𝐎𝐂𝐄𝐑𝐓𝐄 (Esquivando el dolor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora