Garime "El camino de las estrellas"

Capítulo 11 La Sombra De La Desconfianza

Tras la intensa nominación y el regreso triunfal de Karime, la vida en la casa se había convertido en una experiencia casi mágica para las Garime. Se sentían más unidas y seguras que nunca, y los demás habitantes de la casa notaban la complicidad entre ambas, aunque aún no podían mostrar su amor abiertamente. Sin embargo, Gala y Karime habían encontrado sus propios códigos secretos, miradas furtivas, y momentos robados que las mantenían conectadas y llenas de emoción.

Aquel día, la casa organizó un reto de resistencia física en parejas, y, para sorpresa de todos, Gala y Karime lograron imponerse a duplas más fuertes y estratégicas, ganándose la admiración y, en algunos casos, la envidia de los otros. La competencia las mostró como una pareja imparable, y esa victoria les dio la oportunidad de relajarse, disfrutar de ciertos lujos y pasar un día juntas en el spa de la casa.

Mientras se daban un respiro en el jacuzzi, Gala y Karime se permitieron soñar despiertas, hablando de los planes que harían al salir de la casa. Gala, mirándola con ternura, confesó en voz baja:

—Imagino la libertad de estar juntas sin escondernos, sin estas paredes ni estas reglas… No sabes cuánto deseo que se haga realidad, Kari.

Karime le sonrió, tomando su mano bajo el agua.

—Créeme, Gala, yo también quiero eso. Y no importa cuánto tengamos que esperar; siempre valdrá la pena.

Ambas compartieron una mirada cómplice, olvidando por un momento las cámaras y los conflictos que pudieran venir. Esa noche, sin embargo, el ambiente cambió drásticamente.

Durante la cena, la producción introdujo una nueva dinámica de juego: cada habitante recibiría mensajes anónimos de otros participantes. Cada quien tendría que escribir ”críticas constructivas” o “sugerencias” que podrían ayudar a los demás en el juego. Sin embargo, varios aprovecharon la ocasión para sembrar discordia.

Mientras las Garime estaban ocupadas en la cocina, Brigitte recibió un mensaje anónimo, el cual leyó en silencio, pero sus expresiones de sorpresa y disgusto no pasaron desapercibidas para nadie. El mensaje sugería que su cercanía con Gala había sido solo un juego, que Gala y Karime la habían “usado” para avanzar en el programa, sin realmente considerarla como amiga.

Esa noche, Brigitte decidió confrontarlas. Al encontrarse con Gala y Karime en la sala, no dudó en expresar lo que sentía:

—¿Así que solo fui una ficha más en su juego? —preguntó, mirándolas con dureza.

Gala y Karime se miraron confundidas, sin saber de qué hablaba.

—Brigitte, ¿a qué te refieres? —preguntó Gala, intentando mantener la calma.

Brigitte mostró el mensaje anónimo y explicó cómo se sentía. Aunque Karime intentó tranquilizarla, asegurándole que siempre había sido importante para ellas, Brigitte parecía muy dolida, lo que generó un ambiente tenso entre las tres.

Para agravar la situación, más tarde, Karime recibió un mensaje anónimo en el que sugerían que Gala no era completamente sincera con ella y que su relación podría ser solo una estrategia de juego. La inseguridad que pensaba haber dejado atrás comenzó a resurgir en Karime, y, aunque no quería mostrarse afectada, Gala notó la distancia en sus gestos y miradas.

Esa noche, en el silencio del baño, Gala intentó hablar con Karime para entender qué estaba pasando.

—Kari, ¿me estás evitando? —le preguntó en voz baja, su mirada llena de preocupación.

Karime la miró y negó con la cabeza, pero el miedo seguía en sus ojos.

—Es que… a veces siento que me pierdo en todo esto, Gala. Todo parece un juego aquí, todo parece manipulado. Y no quiero dudar de ti, pero a veces…

Gala suspiró y tomó sus manos, mirándola directamente a los ojos.

—Karime, no somos perfectas, y esto es difícil para las dos, lo sé. Pero lo que siento por ti es real. Jamás te utilizaría. Tienes que creerme.

Karime asintió y le sonrió débilmente, deseando poder eliminar cualquier duda de su corazón. Ambas se abrazaron en silencio, intentando encontrar en ese abrazo la certeza que necesitaban.

Sin embargo, la sombra de la desconfianza se había sembrado. Y aunque la conexión entre ambas seguía siendo fuerte, sabían que debían estar preparadas para cualquier cosa en aquella casa, donde cada movimiento podía interpretarse de mil maneras.



Fin del Capítulo 11.