Soy tu hija del futuro!

Capitulo 3. Las cosas se complican!

Los personajes de Rwby, no son míos sus derechos a sus respectivos dueños.

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El bar de Junior estaba vacío, como solía estarlo a esas horas. El olor a licor barato impregnaba el aire, y el leve zumbido de un ventilador roto era el único sonido en el lugar. Hei Xiong, conocido como Junior, revisaba unos papeles en la tranquilidad de su oficina. Las reparaciones tras el desastre que causó aquella chica rubia aún le pesaban, y aunque había logrado reabrir, los negocios no iban tan bien como esperaba.

Con el Festival Vytal en marcha, Junior veía una oportunidad. Las multitudes siempre traían dinero, y ahora que Roman Torchwick y sus robos parecían haber disminuido, creía que sus problemas estaban lejos.

"Esta vez todo irá mejor", pensó mientras encendía un cigarro. Pero entonces, un ruido detrás de él rompió su tranquilidad.

Antes de que pudiera reaccionar, sintió algo frío y afilado contra su cuello. Instintivamente llevó una mano al cajón donde guardaba su arma, pero una presión firme lo detuvo.

—Ni lo intentes —dijo una voz femenina, joven, pero llena de una confianza fría.

Junior trató de girarse, pero una mano lo empujó con fuerza de vuelta a su asiento. La silla crujió, casi cediendo bajo su peso.

—¿Quién demonios eres? —gruñó, intentando mantener su tono amenazante. Pero cuando giró la cabeza ligeramente, quedó sorprendido. La figura era pequeña, una joven de no más de 16 o 17 años, con cabello rubio cuyas puntas teñidas de rojo le resultaron familiares. Lo que más le impactó fueron sus ojos: plateados y penetrantes, más intensos de lo que esperaba de alguien de su edad.

—No estoy aquí para presentaciones —dijo ella, apartando el cuchillo de su cuello, aunque lo mantuvo a la vista mientras caminaba alrededor de su escritorio con calma desarmante—. Estoy aquí para negociar.

Junior rió, un sonido corto y áspero.

—¿Negociar? ¿Qué podrías querer de mí, niña?

La joven se detuvo frente al escritorio y lo miró con una leve sonrisa.

—Quiero un scroll imposible de rastrear y diez mil lien.

Junior arqueó una ceja, su incredulidad evidente.

—¿Diez mil lien y un scroll? ¿Sabes cuántas personas me ofrecen el doble por menos? ¿Qué tienes tú que valga tanto?

La chica no respondió de inmediato. En su lugar, lanzó el cuchillo con precisión, rozando su mejilla y clavándose en la pared detrás de él. Junior se tensó, claramente sorprendido por su rapidez.

—Tengo información —dijo finalmente—. Información que nadie más tiene.

Junior soltó una carcajada burlona.

—¿Información? Escucha, mocosa, yo soy Hei Xiong. Si hay algo que vale la pena saber en esta ciudad, ya lo sé.

La chica inclinó ligeramente la cabeza, sus ojos plateados fijos en él.

—¿De verdad? Entonces sabes sobre los robos iniciales de Roman Torchwick, ¿cierto? ¿Sobre cómo él usó tu red para mover el Dust robado?

Junior se congeló. No era ningún secreto que había trabajado con Roman en el pasado, pero que esta chica lo supiera significaba que estaba mucho más informada de lo que parecía.

—Sigo escuchando —dijo, ahora con cautela.

—Sé que Roman está planeando algo más grande —continuó ella, su tono seguro—. Algo que involucra más que robos.