Palabras sin decir

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SEMANA ANTES DE LA BATALLA FINAL.

¿Saben cómo soliviantar a un guerrero? Pídanle a un "hombre" que se ha talado un camino a base de un palo y un sueño que, con la misma lengua que habló todas sus poesías, de todos los títulos de sus armas, explique el inefable sentir que le causa una paz falsa. ¡Y él pensó que la Guerra Fría que hubo con Plegia fue ruin!

Desde que la charla – confesión, ¿sería correcto decirle confesión? – con Severa había sucedido, aunque Owain quiso alguna vez hablarle del llanto que observó en ella lo dejaba armando frases estrambóticas.

Alguna vez alcanzó a pronunciar un —Oye, Severa... —que fue ignorado por un —Ahora no, Owain.

Bueno, pues, ¿cuándo?

...Pero se convencía cada día más de que no podía distraerse con asuntos que no incumbieran la espada. No ahora, al menos, cuando debajo del ébano avambrazo de delineaba un escozor trazado a la prueba de su linaje, como el calar de un dolor frío en sus manos. Podrían crujir, y no solo él, pero todo el grupo de viajeros temporales estaban encerrados en los campos de entrenamiento conforme el día de mal augurio de aproximaba. Eventos que ellos arrastraron en el espacio para encararlos más pronto, advertidos por su prima...

La necesidad fue su mayor aliada (como suele ser), llegando al punto de combatir contra Severa en choques crudos de práctica, y no vislumbrar la pecaminosa memoria de la pelirroja con aquel deje compungido.

El rubio halló imposible no desquitar lo malsano que era aquel eternizado silencio de palabras no dichas, de cosas que tal vez no tenía derecho a reclamar, pero cuya sólida idea le aplastaba el pecho; si él le preguntaba al respecto a la mercenaria directamente, no solo le escupiría y patearía, pero echaría a perder un sueño vivaz que se había dado a luz desde que sus disculpas se quemaron en sus oídos. Una extraña oportunidad donde domaba a la más fiera de las contrincantes, eso nunca...

—¡Atento! ¿¡Te importa!?

El reclamo navegó por la columna de Owain en su susto repentino mientras se mantenía en una defensa obsoleta; aunque sostenía el arma firme, la distinción del reclamo de Severa viajó en un parpadeo y lo obligó a bloquear con incomodidad. Recurrió a la resbalosa táctica de objetar con fuerza en lo que buscaba la mejor salida, sus ojos obsequiados con los detalles clave del gruñido de guerra de su compañera.

Pero es aturdido por el incrustar tan satisfactorio en los desperfectos de su firme arma bajo los asiduos tajos de la incansable Severa. Enroscó su otra mano en el mango, el jugueteo mezclado en su estilo mortal de mirmidón, pensando que ella estaba tan enfocada en quedarse estable tras el agotamiento de tantas rondas que su trillada finta pasaría entre la bruma. Como siempre, el rojo se afina como navaja, y corta entre ella. Con un amago de hincar las rodillas y una vuelta que paseó esas coletas cerca del rango de Owain, ella devolvió la jugada. Al caer, el instinto le gritó al rubio ensañarse antes de caer, posando para una defensa a rodillas...

—¿Se puede saber qué hacen?

Pero en el combate a la zona a su costado de Kjelle y Lucina (fuerzas que hasta el propio cielo ha de temer) se ve interrumpido por un Chrom preocupado. Claro que el azul mirar del soberano primero cae en la destinada hija, haciendo que la princesa parase en seco; poco después volteó a ver cada combate llevándose a cabo, así como los orillados más agotados que esperaban su turno.

—La indicación fue cesar los entrenamientos por hoy. ¡Sus padres están preocupados! Así como yo... Pelean como si la vida se les fuera en ello, dioses benditos —Chrom murmuró—. ¡Guarden todo!

Entre el par de los dientes que se chirriaban por tener que decrecer su ataque, aquella mercenaria que acometía contra él caviló ahí en su cara si valía la pena obedecer. Por suerte para Owain, que ya se estaba tambaleando por sostenerse a media pose con el repentino desfase, optó por admitir el agotamiento con las puntas de sus dedos al soltar el arma. Para alguien que odia sudar, sí que estaba exprimida tras tantas maniobras.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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Felicidades, Owain.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora