Capítulo 88

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Ha Jin-woong observó a dos personas con un paño negro cubriéndoles la cabeza. En particular, mostró clara desaprobación hacia un hombre cuya ropa estaba hecha un desastre, como si hubiera recibido una buena paliza.

—"Qué fastidio".

Su objetivo inicial era Yoo Jin-ha. Últimamente, Ha Jin-Seong y Ha Min-hyuk habían estado más unidos, mientras él recibía una asignación en una sucursal extranjera. Por eso, Ha Jin-woong planeaba usar a Yoo Jin-ha para chantajear a Ha Min-hyuk, asegurándose de que nunca pudiera volver a la empresa y él mismo permaneciera aquí, no en el extranjero. Sin embargo, un obstáculo inesperado había aparecido.

Y no era cualquier persona: era el secretario más preciado de Shin Tae-oh.

¿Por qué demonios hace todo esto?.

Ha Jin-woong recordó el momento en que Shin Tae-oh había aparecido de repente mientras él intentaba ponerle las manos encima a SeHyeon, lo que desembocó en una pelea a puñetazos. Apenas tuvo tiempo de detener a SeHyeon, que se alejaba, antes de recibir una lluvia de golpes de Tae-oh. Irritado, preguntó con desdén:

—"¿Es que acaso es necesario llegar a tanto? Entiendo que ese tal SeHyeon no es solo un secretario para ti, pero esto ya es excesivo. No querrás enemistarte conmigo, sabiendo quién soy y el poder de nuestro grupo, ¿verdad? Dime, ¿qué tiene ese secretario como para que te comportes así?".

—"Cállate".

El rostro de Shin Tae-oh estaba sombrío como el de un demonio.

—"Tú comenzaste esto, así que asume la responsabilidad".

—"¿Responsabilidad? ¿De qué hablas?".

—"De las consecuencias de amenazar mi vida".

—"¿Tu vida?".

Ha Jin-woong, presionando con el dorso de la mano su mandíbula dolorida, preguntó incrédulo. Todo lo que había hecho era meterse con un secretario, alguien que, en el peor de los casos, era solo un amante ocasional.

—"Si pierdo a SeHyeon, es como si muriera yo mismo".

Sin intención de seguir hablando, Shin Tae-oh se lanzó de nuevo contra Ha Jin-woong. Ante la embestida de un hombre que parecía haber perdido el control, Ha Jin-woong no tuvo más opción que recibir otra tanda de golpes.

Habitualmente relajado y bromista, Shin Tae-oh se transformaba en un lunático cuando se enfurecía, y en un completo psicópata cuando perdía los estribos. Un lunático ya era peligroso, pero un psicópata de ese nivel era aterrador.

Mientras Shin Tae-oh se sacudía el polvo de su ropa, que estaba hecha un desastre tras rodar por el suelo y los escritorios, Ha Jin-woong lo miró con ojos agotados. Tae-oh, por su parte, parecía satisfecho de haber mantenido la compostura en su expresión.

Recordando ese enfrentamiento, Ha Jin-woong chasqueó la lengua, ya harto.

—"Ese loco no se quedará tranquilo".

La cara de Ha Jin-woong se torció aún más cuando la situación, que debería haberse resuelto con solo llevarse a Yoo Jin-ha, se complicó innecesariamente.

—"Subdirector, tiene una llamada del director".

Un hombre a su lado le acercó el teléfono móvil con ambas manos.

—"¿Por qué justo ahora?".

Ha Jin-woong suspiró. Había actuado por su cuenta sin informar a Ha Jin-Seong, y ahora, recibir una llamada era lo último que necesitaba.

—"¿Qué hacemos?".

—"Cállate y espera".

Con un dolor de cabeza creciente, Ha Jin-woong presionó sus sienes. Shin Tae-oh era un lunático, y Ha Jin-Seong un bastardo.

Las Tonterías del Sub-gongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora