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Leehan estaba incómodo.

Había decidido ir con sus amigos a una clase de baile que daría Jaehyun en la academia a la que iba Wonyoung. Estaba bastante emocionado por la idea, sobre todo por la promesa de aprender una coreografía de su grupo favorito, pero el ambiente en el carro en el que iba con sus amigos era asfixiante.

Estaban los cuatro metido en el carro del hermano de Yunah, quien iría a dejarlos ya que le quedaba de paso. En el asiento del copiloto estaba Yunah, con una sonrisa demasiado grande como para significar algo bueno; a su izquierda estaba Wonyoung, quien miraba su teléfono como una iPad kid sin prestarle mayor atención al resto (y quien se había negado en rotundo a ir al centro a pesar de ser la más pequeña) y finalmente, a su lado derecho estaba Woonhak, con una cara de pocos amigos impresionante.

No tenía de quién o cómo había logrado que Kim accediese a ir a una clase dada por su proclamado enemigo número uno, pero ahí estaba, mirando por la ventana y pareciendo estar a dos rayas de cometer un crimen de odio.

Leehan estaba sentado en el asiento del medio, con las piernas juntas y en silencio total.

Por Dios, este viajecito tenía que acabarse pronto o alguien (Leehan) iba a perder la cabeza.

Le dijeron que la clase era a las cuatro y media, por lo que se preguntaba qué carajos hacían a cuatro y diez a cinco minutos del dichoso lugar. Según Heeseung era porque "había tráfico", pero con diez minutos de trayecto ya hechos se preguntaba dónde carajos estaba el bendito tráfico.

Algo andaba como que medio raro en toda esta situación.

— ¿Heeseung, falta mucho? — preguntó, después de tres minutos de pura agonía.

— No, deberíamos llegar muy pronto. Se supone que estamos a unas pocas calles ya. — respondió el mayor, sin quitarle los ojos a la pista.

— ¿Estás ansioso? — preguntó Yunah, con una sonrisa que, nuevamente, no le generaba ni un poquito de confianza a Leehan.

Inmediatamente después escuchó a Wonyoung teclear dramáticamente y acto seguido, sonó el teléfono de Yunah, quien le bajó a la sonrisa después de leerlo.

Ok, esto estaba realmente raro.

— Supongo.... — respondió quedito, bajando la cabeza.

¿Qué carajos habían planeado ese trío de demonios ahora? Al menos dúo (quería al menos confiar en Woonhak y en su cara de odio al mundo).

La llegada al local no lo hizo cambiar de opinión.

Ni bien bajaron, Wonyoung se acordó de su existencia y lo tomó de la manita para entrar al lugar. Leehan imaginó que lo hacía para que no escapase y eso solo lo puso más nervioso.

Yunah seguía estando demasiado feliz. Casi fue dando saltitos al mostrador a preguntar en cuál de las salas se estaba dando la clase y prácticamente los arrastró a todos cuando le dijeron.

Ella fue quien abrió la puerta, a pesar de que aún faltaban unos buenos quince minutos para que empiece la clase, dejando ver a una figura alta, peligra y muy atractiva mirando su teléfono en la esquina de la sala.

Taesan.

Y estaba solo, sin rastro alguno de Jaehyun, quien se suponía que iba a dar la clase.

Ok, ahora todo tenía sentido.

Con el corazón herido por la traición, se volteó a ver a Yunah y a Wonyoung, quien obviamente lo miraban felizmente, siendo 100% conscientes de lo que habían hecho, y luego a Woonhak quien seguía con cara de asco.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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