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Alex

La escena se repite en mi mente una y otra vez, verla ahí de pie, en primera fila con la pancarta rosa igual que hacia mi hermana, ha provocado algo en mi que ni si quiera se descifrar, me ha dado un vuelco el corazón. Ha sido lo más especial que han hecho por mí nunca. Empujo las puertas del pabellón para salir y el frio me golpea con fuerza la cara, busco con la mirada a mi chica, quien se acerca risueña hasta mi y la beso con cariño.

- ¿Nos vamos? – le pregunto sonriendo y pasando una mano por su espalda, a lo que ella asiente y nos despedimos de sus amigos para ir hasta mi coche

- ¿me vas a decir por fin donde me llevas? – me pregunta impaciente mientras ambos nos subimos al coche, suelto una carcajada y la miro alargando mi mano para acariciar su mejilla

- Mira que eres impaciente mi cisne blanco – me mira con el ceño fruncido y se cruza de brazos, a veces parece toda una niña, y no puede parecerme más tierno. Me gusta demasiado que se sienta tan cómoda conmigo como para mostrarme como es ella en realidad, sin tener que fingir en ningún momento, podría afirmar que eso es lo que me enamoró de ella, lo autentica que es.

- ¿Eso es que no me lo vas a decir? – me repite mientras arranco el coche y salgo del aparcamiento.

- Para que quieres que te lo diga si vamos de camino y en un momento podrás comprobarlo por ti misma – le digo picándola, es gracioso ver como intenta enfadarse pero no es capaz de que realmente ese enfado le dure – anda, coge mi teléfono y pon la música que quieras, está conectado al coche

Eso parece gustarle mas y lo coge encantada, de reojo me doy cuenta de que se queda mirando algo sorprendida mi fondo de pantalla, pero no dice nada, solo sonríe y se sonroja levemente al ver una foto suya. Vuelvo la vista a la carretera y ella finalmente se decide por una canción; el trayecto transcurre en un silencio realmente cómodo, bueno, no es exactamente un silencio, porque ella se pone a tararear y cantar por lo bajo la canción que has puesto. Finalmente llegamos al parking y aparco el coche, lo paro y ella me mira sorprendida al reconocer el lugar.

- Oye, si no te ha gustado lo de la pancarta podrías habérmelo dicho, pero traerme al cementerio para matarme y no tener que mover el cadáver, me parece macabro

- A mi lo que me parece macabro es la idea que acabas de soltar – le digo empezando a reírme, ella me sigue y me quito el cinturón para acomodarme en el asiento y mirarla a los ojos – siempre vengo aquí después de un partido, puede sonar raro, pero me gusta contarle a mi hermana como ha ido

- ¡ay dios! Y yo me estaba burlando – dice parando de reírse de golpe y tapándose la boca con las manos mientras me mira con cierta tristeza en la mirada – lo siento muchísimo Alex, tu me traes aquí con toda la confianza y yo hago una broma de mal gusto

- No te preocupes mi cisne, no pasa nada, además ha sido bastante gracioso – le digo apartándole un rizo de la cara y colocándolo tras la oreja

- Es culpa tuya ¿sabes? – me dice intentando, sin éxito, parecer enfadada

- ¿Culpa mía? Como puede ser culpa mía que tu hagas una broma de mal gusto – le digo confundido intentando aguantarme las ganas de reírme

- Porque no me has dicho ni donde me traías, ni porque – me dice seria – si me lo hubieses dicho, habría podido controlar mi necesidad irrefrenable de hacer comentarios de mal gusto cuando me pongo nerviosa.

Se me escapa una carcajada inevitablemente y me acerco a ella para besarla, ella me lo devuelve y luego me mira incrédula antes de empezar a reírse también, no podría estar más contento de que haya entrado en mi vida. Cuando los dos conseguimos calmarnos, bajamos del coche y entramos en el cementerio, saludo al guardia de seguridad y entrelazo mi mano con la de Abby guiándola hasta la tumba de mi hermana.

- se que esta no es la cita más romántica del mundo, pero mi hermana era la persona más importante de mi vida y quería que, aunque fuese de esta manera, os conocierais

- Esto es perfecto Alex – me dice intercambiando la mirada entre la lápida y yo – este lugar es especial e intimo para ti, se lo importante que es, así que créeme si te digo que ahora es igual de importante para mi

Se acerca a mi abrazándome por la cintura y la atraigo más a mi cuerpo si eso es posible, enterrando mi cara en su mata de pelo rizada, impregnándome de ese delicioso aroma a miel y vainilla que desprende y que me vuelve adicto a ella. No se en que momento se ha podido volver tan importante, puede que la gente piense que esto ha ido demasiado rápido, que esto es solo la emoción del principio, el momento del enamoramiento. Pero me da completa y exactamente igual, me ha demostrado que le importo, que le interesa lo que me ocurra, lo que me preocupa, me acepta tal y como soy y acepta todo mi entorno, yo ya no pido nada más.

Nos quedamos un rato mirando la lápida, Abby me anima para que le cuente a mi hermana como ha ido el partido de hoy, a pesar de que me daba algo de vergüenza porque nunca lo he hecho con alguien mirándome; pero ella se ha unido a mi, contándole también, realmente emocionada lo bien que ha ido el partido; y eso ha sido lo mejor de todo, no me ha juzgado por esto, al contrario, realmente es importante para ella, soy importante para ella, y por eso estoy tan seguro de que la quiero.

Entre Redes [Completa En Revisión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora