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29 de April...

Entonces el día que se habían casado habían acordado una de tantas cosas, Dazai no estaba consiente en lo que Chuuya se gastaba si dinero.

Lo que si sabía, era cuánto invertía Chuuya y le mandaba cada fin de mes para que siguiera vivo.

Conociendo sus impulsos suicidas, tenía que mándarle en dinero para que a Dazai no se le ocurra matarse de hambre.

También lo checaba cada vez que iba a dejarle el dinero, asegurase que estuviera comiendo bien y que estuviera bien en salud.

Había contratado a una mujer que le hiciera el aseo de la casa y le hacía de comer y cenar mientras el castaño estaba en el trabajo.

Dios mío

Así era tener un esposo suicida, no puedes dejarlo solo porque al instante intentara morir.

Aveces se cansaba de esas mañas que tenía su esposo pero no podía hacer nada al respecto.

Terminó su trabajo, tomó el sobre en su mano y salió hacia afuera, donde tenía estacionada su moto, introdujo las llaves de esta y comenzó a conducir.

Algo que no le gustaba mucho esa que su castaño viviera a dos horas del edificio y el departamento donde el vivía pero entendía que era para una mejor calidad de vida para el.

Llegó a la casa pequeña o mejor dicho el barato departamento donde vivía su esposo.

Todo y el castaño abrió lo más rápido que pudo, sabiendo quien estaba afuera espesándolo.

-¡Chibi!

-¡¿que te dije de ese apodo?! ¡Te dije que lo odio!— le grito muy molesto con su esposo— caballa, te traigo tu dinero del mes

- Gracias, pásale— ofreció le castaño mientras el pelirrojo se quitaba los zapatos— tranquilo, hoy limpie yo

- y se nota que no sabes limpiar— se quejó un poco—

-¡que malo eres conmigo!

- ya, no grites, es temprano

- lo siento— le tomó de la mano y lo sentó en el sofá— dime ¿que paso?

-¿en que?

- en aquella fiesta, me fui después de verte, escuche que se puso de locos

- si, bueno. Algunos tomaron a más no poder

- claro, era algo inevitable

- cierto, te traje un regalo

-¡¿para mi?!— dijo con mucha ilusión—

El pelirrojo le entregó un libro que le dio risa el momento en que lo compró y recordó a su esposo.

"Guía de cómo pagar tus impuestos"

El castaño lo miro serio y el pelirrojo solo reía.

-¿porque?

- lo necesitas, se que te gastas el dinero que te doy en puras tonterías, aprende a invertir

- pero Chuuya, por algo te dejé todo mi dinero

- ya lo se, no soy estúpido como lo eres tú

- hay~

- calla, ¿ya comiste?

- no, no tuve tiempo para comer nada

-¿y la mujer no te dejó nada?

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⏰ Última actualización: 21 hours ago ⏰

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Marry a rich manDonde viven las historias. Descúbrelo ahora