voy a estar contigo

AJUSTES Y SOMBRAS

Después de hablar con las chicas sobre como iba a ser el entrenamiento para Lena decidieron que irían a desayunar

—Vamos, necesitas desayunar. Y después... podríamos practicar un poco-Dijo Kara

Ambas rieron ligeramente, aunque la broma tenía un tono serio.

En la terraza, Hope ya había preparado un desayuno con frutas frescas, tostadas y una jarra de jugo. Lena intentó levantar una copa con jugo, enfocándose en no ejercer demasiada fuerza. La copa crujió bajo la presión de sus dedos, pero logró soltarla antes de que se rompiera.

—¡Casi lo logras! —dijo Kara con entusiasmo, sirviéndose un vaso para ella.

Lena, frustrada, dejó escapar un suspiro.
—Entre las náuseas y esta fuerza que no puedo controlar, siento que nunca voy a adaptarme a todo esto.

Kara dejó su vaso y tomó la mano de Lena.
—Hey, lo estás haciendo increíble. Y no estás sola. Este bebé tiene a la madre más fuerte que podría pedir. Y si necesitas ayuda, siempre voy a estar aquí.

Lena asintió, algo más tranquila, aunque su mente seguía en las dificultades que aún tenía por superar.

En la sala de simulación, Jennie había preparado un programa especial para Lena, diseñado específicamente para su estado. Sin embargo, Lisa, como siempre, decidió agregar su propio toque.

—¡Bienvenida al entrenamiento extremo para mamás kriptonianas! —anunció Lisa, sonriendo mientras activaba el simulador. Hologramas de enemigos aparecieron, equipados con escudos y armas que parecían sacados de un videojuego futurista.

—¡Lisa! ¡Esto no es un videojuego! —exclamó Jennie, cruzando los brazos.
—Exacto. Es mejor —respondió Lisa, ignorándola.

Lena, nerviosa, pero decidida, intentó usar su recién adquirida supervelocidad para esquivar un ataque holográfico. Al hacerlo, perdió el equilibrio y chocó contra una pared, dejando una grieta.

Jisoo detuvo el simulador de inmediato.
—¡Lisa! Esto es un entrenamiento, no un concurso de destrucción.

—Relájense, ¡está aprendiendo! —respondió Lisa, levantando las manos en señal de paz.

Lena, por su parte, no pudo evitar reír entre jadeos.
—Creo que... necesito practicar más.

Más tarde, mientras las chicas descansaban, Hope interrumpió con un mensaje urgente.
—Señorita Danvers, detecto actividad sospechosa cerca del perímetro. Intrusos armados intentan hackear el sistema.

Kara se levantó de inmediato, alerta.
—Jennie, Chae, quédense con Lena. Lisa, Jisoo, conmigo.

Lena quiso protestar, pero Jennie la tomó de los hombros.
—Ni lo pienses. El bebé te necesita sana y salva. Déjanos esto a nosotras.

Poco después, mientras Kara y las demás enfrentaban a los intrusos en el exterior, uno de ellos logró infiltrarse en la mansión. Jennie intentó detenerlo, pero fue Lena quien, impulsada por la adrenalina, usó su visión de calor para desarmarlo.

Aunque logró vencerlo, el esfuerzo la dejó mareada, y Jennie rápidamente la ayudó a sentarse.
—¡Lena! ¿Estás bien? —preguntó Jennie, preocupada.
—Sí... creo que sí. Pero esto no puede seguir así. Necesito estar lista para proteger a mi hijo, con o sin ayuda.

Afuera, Kara y las demás capturaron al resto de los intrusos. Al interrogarlos, descubrieron que trabajaban para Ulric, alguien con una conexión oscura con Lex y un interés inquietante en Lena y su bebé.

De regreso en la mansión, Lena estaba en el balcón, acariciando su vientre mientras pensaba en lo cerca que estuvieron del peligro. Kara la encontró allí y se sentó a su lado en silencio.

—No quiero que mi hijo crezca con miedo —dijo Lena de repente, su voz quebrándose.
—No lo hará —respondió Kara, envolviéndola con un brazo—. No mientras esté aquí para protegerlos.

Lena suspiró, sintiendo algo de alivio en las palabras de Kara.
—Pero, ¿y si no soy suficiente? No sé si puedo manejar esto.

Kara la miró a los ojos y tomó su mano.
—Ya lo estás haciendo. Eres más fuerte de lo que crees. Y no importa cuán grandes sean las sombras, siempre vamos a enfrentarlas juntas.

Antes de que pudieran continuar, Lisa irrumpió en la habitación con un enorme tazón de helado.
—¡Ok, ok, basta de drama! ¡Es hora de una maratón de películas!

Jisoo y las demás llegaron poco después con mantas y una selección de comedias románticas, rompiendo la tensión con risas y bromas. A pesar de las dificultades, Lena sintió, por primera vez en mucho tiempo, que no estaba sola.

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