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El fin de semana había comenzado, y el sol apenas despuntaba en el horizonte. Felix y Bangchan, aún en su apartamento, estaban relajados, disfrutando de la quietud de la mañana. Aunque no habían hecho nada formal sobre su relación, su cercanía se sentía cada vez más natural. Felix se había dejado el cabello suelto, despeinado tras una noche de descanso, mientras que Bangchan, sin camisa, caminaba con tranquilidad por la cocina, buscando algo de desayunar.

De repente, el teléfono de Felix vibró, interrumpiendo el silencio suave que llenaba la sala. Un mensaje de Hyunjin apareció en la pantalla: “¿Estarán en casa hoy? Quiero pasar a hablar con ustedes”. El estómago de Felix dio un vuelco de inmediato, una mezcla de emoción y nervios lo invadió. Sabía que esa conversación era crucial.

—Es Hyunjin —le dijo a Bangchan mientras le mostraba el mensaje.

—¿Vendrá? —preguntó Bangchan, ligeramente sorprendido mientras se apoyaba en el marco de la puerta con una taza de café en la mano.

Felix asintió. —Dice que sí, que quiere hablar con nosotros. Le diré que estamos en casa.

Con los dedos temblorosos, Felix respondió al mensaje de Hyunjin. No pasó mucho tiempo antes de que escucharan los golpes suaves en la puerta. Bangchan le echó una mirada rápida a Felix, y ambos compartieron una sonrisa nerviosa antes de ir hacia la entrada.

—Parece que llegó antes de lo que esperábamos —bromeó Felix, aunque en su voz se notaba la tensión. Cuando abrió la puerta, allí estaba Hyunjin, vestido de manera sencilla, pero con los nervios claramente reflejados en su rostro. Sus ojos se abrieron un poco más al ver a Felix despeinado y relajado, y a Bangchan sin camisa.

El corazón de Hyunjin comenzó a latir con fuerza. Ver a los dos chicos en ese estado tan doméstico, tan cómodos entre ellos, hizo que su cuerpo reaccionara de inmediato. Una calidez recorrió su piel, y un torbellino de emociones lo envolvió. Estaba acostumbrado a verlos en situaciones más formales, en clases o cafeterías, pero este ambiente era distinto, más íntimo. El pecho de Bangchan, marcado y firme, y la apariencia natural de Felix, con el cabello suelto y desordenado, lo dejaron sin palabras por un momento.

—Oh… um, lo siento si llegué muy temprano —dijo Hyunjin, desviando la mirada, intentando controlar la sensación que lo invadía.

—¡No, no te preocupes! —respondió rápidamente Felix, haciendo espacio para que Hyunjin entrara. —Estábamos despiertos, pero… ya sabes, relajándonos.

Bangchan, aún sin camisa, sonrió de manera cálida. —Siéntete como en casa, Hyunjin. ¿Café?

Hyunjin asintió tímidamente y se sentó en el sofá, tratando de calmar los latidos frenéticos de su corazón. A pesar de sus intentos de mantener la compostura, no podía dejar de sentir cómo su cuerpo reaccionaba ante la cercanía de ambos chicos. Se sentía atrapado entre el nerviosismo y el deseo, sin saber realmente cómo manejarlo.

—Gracias por invitarme… —dijo en voz baja, mientras Bangchan le alcanzaba una taza de café y se sentaba a su lado en el sofá, con Felix tomando asiento en el otro extremo.

Hubo un momento de silencio incómodo. Hyunjin no sabía cómo empezar la conversación, y ambos chicos estaban esperando pacientemente, aunque también podían sentir la tensión en el aire. Finalmente, Hyunjin tomó una respiración profunda y decidió ir al grano.

—He estado pensando en lo que me dijeron… sobre lo del poliamor —comenzó, mientras sus ojos pasaban de Felix a Bangchan y de vuelta—. Y… para ser honesto, al principio no sabía qué pensar. Es algo nuevo para mí. Nunca he… nunca había sentido algo así por dos personas a la vez. Y mucho menos imaginado estar en una relación con ambos.

Bangchan asintió, dándole espacio para seguir hablando, mientras Felix observaba con atención, su corazón latiendo con fuerza.

—Pero… después de investigar un poco y de darle muchas vueltas —Hyunjin tragó saliva—, creo que… no me parece una mala idea. En realidad, siento que podría funcionar. Me importan mucho ambos, y no quiero perder esta conexión que tenemos. Solo… solo me asusta un poco no saber cómo llevarlo.

El alivio que tanto Felix como Bangchan sintieron fue palpable. Ambos intercambiaron una mirada antes de que Felix, con una sonrisa nerviosa pero sincera, hablara.

—Nosotros tampoco tenemos todas las respuestas, Hyunjin. Pero no queremos que te sientas presionado o incómodo. Si esto va a funcionar, queremos que sea porque todos estamos de acuerdo y cómodos con ello.

Hyunjin asintió lentamente, relajándose un poco más. Las tensiones que había sentido antes comenzaron a disiparse al ver que los dos chicos estaban dispuestos a apoyarlo en todo momento.

—Gracias… de verdad —murmuró, dejando escapar una pequeña sonrisa que hacía brillar sus ojos—. Quiero intentarlo. Con ustedes.

Bangchan no pudo evitar sonreír ampliamente. —Entonces, intentémoslo juntos.

Con la decisión tomada, los tres chicos se sentaron juntos en el sofá del apartamento de Felix y Bangchan, una mezcla de emoción y nervios en el aire. La oficialización de su relación había sido un alivio, pero ahora se encontraban en el momento incómodo de tratar de entender cómo seguir adelante. La atmósfera estaba cargada de expectativa y nerviosismo, especialmente para Hyunjin, que parecía más avergonzado que nunca.

Felix, con su característica valentía, miró a Hyunjin con una expresión determinada pero nerviosa. Aunque estaba preocupado por la reacción de Hyunjin, también sentía una fuerte necesidad de actuar en base a sus sentimientos.

—Hyunjin —dijo Felix con una sonrisa—, ¿puedo… darte un beso?

Hyunjin se sorprendió al principio, su rostro enrojeciendo instantáneamente, pero asintió con una tímida sonrisa, sus ojos brillando de nervios. La idea de ser besado por Felix era emocionante, pero también lo hacía sentir vulnerable. Bangchan observó con interés y, al notar la reacción de Hyunjin, también sintió una oleada de emoción y deseo de participar en ese momento íntimo.

Felix se inclinó hacia Hyunjin, su corazón latiendo con fuerza. Con una suavidad calculada, tomó el rostro de Hyunjin entre sus manos, acercándose lentamente. Sus labios se encontraron con los de Hyunjin en un beso tierno y calmado, lleno de ternura. El beso fue breve, pero dejó a Hyunjin con el corazón acelerado y una sonrisa débil en el rostro.

Bangchan se acercó a Hyunjin con la misma suavidad y cariño que había visto en Felix. Se inclinó hacia él, y cuando Hyunjin miró hacia él con ojos brillantes, Bangchan lo besó con igual ternura, sintiendo la calidez de los labios de Hyunjin contra los suyos. El beso de Bangchan era más profundo, cargado de una mezcla de emoción y cariño.

Después de separarse, Hyunjin se quedó sentado en el sofá, jadeando ligeramente, con su rostro completamente rojo. La combinación de los besos de Felix y Bangchan lo había dejado sin aliento, y su corazón estaba latiendo a mil por hora. Miraba a ambos chicos con asombro, sin poder creer lo que acababa de suceder.

—¡Guau! —dijo Hyunjin, tratando de recuperar el aliento y sonriendo—. Me siento como una presa entre ustedes dos.

Bangchan soltó una risa suave y coqueta. —Tal vez lo eres —dijo, mientras acariciaba el brazo de Hyunjin con ternura.

Felix se rió suavemente, sintiendo una mezcla de satisfacción y ternura al ver a Hyunjin tan emocionado y avergonzado. El ambiente estaba cargado de un afecto genuino y un nuevo nivel de intimidad que todos estaban comenzando a explorar. A pesar de los nervios y la incertidumbre, sabían que estaban creando algo especial juntos.

La conversación continuó, llena de risas y más momentos íntimos mientras los tres se adaptaban a esta nueva fase de su relación. La conexión que habían comenzado a construir era ahora una realidad palpable, y a medida que pasaba el tiempo, cada uno de ellos sentía que este nuevo capítulo en sus vidas traería consigo muchas más sorpresas y emociones compartidas.

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⏰ Última actualización: 17 hours ago ⏰

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Uno mas uno igual a tres | ChanHyunLixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora