Capitulo 8

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¡Holiiiis! ¡Volvimos!... Lo lamento, sé que me he tardado una eternidad con este libro, pero he estado muuuuy ocupada, pero de a poquito iré actualizando. Lo prometo

Espero les guste, recuerden votar, comentar y si pueden compartir.

¡Ah! y tomen aguita

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Kate

Cierro la puerta del departamento con más fuerza de la requerida y respiro hondo apretando los sobres en mi mano, decidí abrirlos mientras tomo asiento en el sofá.

No hay caso. He postulado a todos los trabajos posibles y nada, ninguna respuesta he recibido y las cuentas comienzan a acumularse, tal cual me lo repitan los escritos en los sobres que acabo de terminar de leer.

A este paso jamás podré sacarla de ahí...

Solo soy un fracaso más... Creí que sería diferente, creí que podría.

Dos días después

Vuelvo a revisar por sexta vez, supongo que espero encontrar mágicamente un cambio... Pero no, la página de anuncios de empleos sigue igual.

He llamado a todos los lugares en dónde necesitan gente para cualquier trabajo y ni siquiera alcanzo a agendar una entrevista cuando me dicen que no califico para ninguno. ¿Cuál es el sentido? Ninguno, porque ni siquiera esperan una respuesta, es como si estuviese programado para rechazarse.

Okey, quizá me estoy pasando... Se que debí ser positiva pero es difícil cundo tienes una bomba de tiempo a punto de estallar cerca de tu car, y sobre todo cuando no es solo tu estabilidad sino la otro también.

Cierro el periódico y el sonido de la notificación de mi celular me lleva a tomarlo y acomodarme en el sillón como una fracasada.

Si, creo que me excedo...

No soy una fracasada... En realidad si, nada me sale bien, soy torpe y poco autoritaria, y poco persuasiva y muy ingenua.

Sacudo la cabeza ignorando los malos pensamientos que últimamente surgen más a menudo y procuro revisar el celular.

M: Tienes poco tiempo, mañana concertaron una cita. Apresúrate si es que harás algo.

Cierro los ojos suspirando y cuando los abro se me llenan de lágrimas nublándome la vista.

Cómo voy, jamás podré lograrlo... No podré cumplir mi promesa.

Me entra una llamada y observo que el número es desconocido.

Lo más probable es que sea una cobranza, últimamente llaman mucho por ende decido ignorarla y volver a lo que estaba tratando de encontrar trabajo.

Continuo con eso y la panza me ruge por algo de comida, decido ignorarla considerando que no hay mucha y prefiero guardarla.

El teléfono no para de sonar y me entra el miedo de que en cualquier momento me vengan a tirar la puerta para que conteste y pague.

Dios, solo espero que eso no suceda...

No sé cuánto tiempo ha pasado pero me quedo dormida y despierto con el periódico sobre mi cabeza, me sobo los ojos tratando de despertar y lo logro estirándome.

Reviso nuevamente el celular y veo que tengo un mensaje nuevo de un número que no conozco.

"Llámame. Liam"

¿Ah? ¿Quién es Liam?

Ah ya sé, el bomboncito gruñón del bar, el desgraciado que no me quiso dar la entrevista, el puerco que no le gustan los periodistas, el sin...

L9Donde viven las historias. Descúbrelo ahora