#2

5 1 0
                                    

Continuación....

El aire fresco de la mañana llenaba el patio de la universidad mientras Jimin se dirigía a la cafetería donde siempre se encontraba con sus amigas. Con una sonrisa amplia, las vio de lejos, sentadas en su mesa habitual. Hyejin fue la primera en saludarlo, agitando la mano con entusiasmo.

-¡Jimin! Por fin llegas -dijo Hyejin, poniéndose de pie para abrazarlo. Era una chica alta y llena de energía, con el cabello teñido de un rojo brillante que destacaba entre la multitud.

-Buenos días, dormilón -añadió Yura, la más tranquila del grupo, mientras sorbía su café.

-No dormí tanto, ¿ok? -replicó Jimin con una risita antes de sentarse con ellas.

El ambiente relajado pronto se llenó de risas y charlas, como siempre. En algún momento, Hyejin cambió de tema, sonriendo maliciosamente.

-Bueno, hablando de cosas interesantes... ¿cómo va todo con Liam?

Jimin sintió el calor subir a sus mejillas. No estaba acostumbrado a hablar mucho sobre su relación, pero tampoco quería parecer reservado.

-Bien. Él es... lindo conmigo -respondió, encogiéndose de hombros.

-¿Lindo? -interrumpió Hyejin con un tono sarcástico. -Eso no explica por qué lo vi coqueteando con Minah en la fiesta del sábado pasado.

El comentario cayó como un balde de agua fría. Jimin se tensó, pero intentó disimularlo.

-Liam no haría eso. Tú sabes cómo es.

-¿Yo sé cómo es? Claro, por eso Minah no dejó de reírse de sus bromas toda la noche. Te digo, Jimin, solo ten cuidado.

-Hyejin, no exageres -intervino Yura, tratando de calmar las cosas.

Jimin forzó una sonrisa, pero en el fondo sentía una punzada de inseguridad. Cambió rápidamente de tema.

-Dejemos eso. ¿Les conté que ahora tengo... un niñero?

Ambas amigas estallaron en carcajadas.

-¿Qué? -preguntó Hyejin entre risas-. ¿Un niñero? ¿Tu papá cree que te vas a perder en tu propia casa o qué?

-Es ridículo, lo sé -respondió Jimin, cruzando los brazos-. Es un tipo insoportable. Su nombre es Min Yoongi, tiene 23 años y actúa como si supiera todo. Además, es frío y grosero.

-¿Pero es guapo? -preguntó Hyejin, arqueando una ceja.

Jimin se quedó en silencio por un momento, recordando involuntariamente el rostro de Yoongi. Sus ojos intensos, su voz grave, esas manos venosas... Sacudió la cabeza rápidamente.

-Eso no importa. Es un idiota.

Las chicas rieron nuevamente, pero antes de que Jimin pudiera decir algo más, una figura conocida apareció frente a ellos.

-Liam.

El novio de Jimin sonrió despreocupadamente, inclinándose para darle un beso en la mejilla.

-¿Molesto? -preguntó, mirando a las amigas con una sonrisa traviesa.

-Más bien inoportuno -respondió Hyejin, poniéndose de pie junto con Yura. -Nos vemos luego, Jimin.

Cuando las chicas se alejaron, Jimin miró a Liam con una mezcla de cariño e incomodidad.

-¿Qué haces aquí tan temprano?

-Quería verte antes de clase. Y también decirte que mañana paso por ti para llevarte a la universidad. ¿Qué dices?

Jimin asintió, sonriendo ampliamente. -Eso suena bien.

-Perfecto. -Liam se inclinó, dándole un suave beso en los labios que pronto se convirtió en algo más intenso. Jimin se sonrojó, sintiendo las manos de Liam acariciar su rostro y su cintura, pero el sonido de la campana lo devolvió a la realidad.

-Debo irme. Nos vemos luego.

Liam asintió con una sonrisa despreocupada mientras Jimin corría hacia su salón, sintiéndose al mismo tiempo emocionado y confundido por la interacción.

---

Al final de las clases, Jimin salió al estacionamiento y vio el auto negro de Yoongi esperándolo. El joven bajó la ventana y lo miró con impaciencia.

-¿Vas a subir o necesitas una invitación especial? -dijo Yoongi con su tono usualmente seco.

-Podrías ser más amable -respondió Jimin, subiendo al asiento del copiloto y cruzándose de brazos.

-No es mi trabajo ser amable.

El trayecto a casa estuvo cargado de tensión. Jimin intentó ignorar a Yoongi mirando por la ventana, pero sus pensamientos seguían girando en torno a todo lo ocurrido durante el día.

Cuando llegaron, Jimin subió directamente a su habitación, donde se cambió y se sentó a hacer sus tareas. El tiempo pasó rápido, y al terminar, bajó a buscar algo de comer.

En la cocina, Yoongi estaba preparando algo para él mismo.

-¿Qué haces aquí? -preguntó Jimin, abriendo el refrigerador.

-¿Dónde más estaría? Soy tu "niñero", ¿recuerdas? -respondió Yoongi con sarcasmo.

-Eres insoportable.

-Y tú, demasiado mimado.

Jimin bufó, tomando un vaso de agua y llevándolo consigo al salón para evitar seguir discutiendo.

Más tarde esa noche, Jimin estaba hablando por teléfono con Hyejin en su habitación.

-No entiendo cómo alguien puede ser tan frío y a la vez tan... -Jimin hizo una pausa, susurrando-. Sexy.

Antes de que Hyejin pudiera responder, la puerta se abrió de golpe, revelando a Yoongi con los brazos cruzados.

-¿Qué dijiste?

Jimin sintió cómo el calor subía rápidamente a su rostro.

-T-tengo que colgar -dijo apresuradamente, despidiéndose de su amiga y dejando el teléfono a un lado.

Yoongi lo miró con una expresión neutra, pero sus ojos tenían un brillo de diversión.

-Así que soy sexy, ¿eh?

-¡No dije eso!

-¿Ah, no? -Yoongi inclinó la cabeza, observándolo fijamente.

La tensión en el ambiente era sofocante. Jimin buscó cualquier excusa para terminar la conversación.

-Solo... déjame en paz. Tengo sueño.

-Claro, duerme bien, pequeño. -Yoongi salió de la habitación, cerrando la puerta detrás de él.

Jimin se dejó caer en la cama, cubriéndose el rostro con las manos. ¿Cómo voy a mirarlo a la cara mañana?

Esa noche, los sueños de Jimin se llenaron de imágenes confusas, y en el centro de todas ellas estaba Yoongi, mirándolo con esos ojos felinos que lo dejaban sin aliento.

𝐍𝐢𝐧̃𝐞𝐫𝐨 𝐍𝐨 𝐃𝐞𝐜𝐞𝐚𝐝𝐨. ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora