Por la tarde, decidimos descansar otra vez en un bosque cercano (porque aquí siempre hay un bosque en el cual descansar). Quise aprovechar todo el tiempo que tuviera disponible porque Larissa dijo que entrenaríamos más tarde. Me recosté en el pastito verde y cuando ya me estaba quedando dormido de lo cómodo que estaba, oí un grito.
─¿Qué haces tú aquí? ─exclamó la bruja.
Me levanté rápidamente creyendo que eran los Savants o algo así, pero no era nada de eso. Nuestro perrito faldero nos había alcanzado.
─¡Te dije que te largaras o te mandaría a volar muy lejos! ─amenazó Larissa con su varita─. ¡Deja de robarnos!
─Solo quiero comer ─respondió Sin Nombre─. Además, necesitan mi ayuda.
─¿Para qué?
─Porque yo sé cómo llegar a Azuarán, el Niño Perdido que los acompaña necesita a alguien que lo entrene.
─Ya te dijimos que no creemos en esas leyendas.
─Espera Larissa ─intervine y pregunté a Sin Nombre─: ¿Exactamente qué quieres?
─Que te entrene el mago de...
─No, no ─respondí─. Eso no ¿Tú quieres algo más verdad? Lo del mago es solo un pretexto que usas para acercarte a nosotros.
Sin Nombre titubeó, miró para todas partes y al fin admitió:
─Solo quiero viajar con ustedes. Es la primera vez en mucho tiempo que hablo con alguien.
─¿Nunca has tenido hogar ni nada?
─No lo sé ─respondió.
─¿Qué quieres decir con que no lo sabes?
─Es que no me acuerdo de nada.
─¿Estás perdido?
─Creo que sí.
Me quedé pensando y tuve una corazonada, la cual me dijo que este chico podría ser también un Niño Perdido, así que me vendría bien alguien como él en el equipo. Volví a tomar otra de esas decisiones que luego me cuestionan mucho:
─Te dejaremos que te unas al equipo ─sentencié─. Pero, antes que nada, tienes que darte un baño y cambiarte de ropa, de otro modo, no te puedes unir.
─Brayan, espera ─intervino Minoris─. No puedes tomar decisiones así a la ligera.
─¿Por qué no?
─Acepté el trato que le das a Alice, porque al final, creo que fue lo mejor para ella ─respondió─. Pero no puedo dejar que ese niño sucio se una al equipo. No es nuestra responsabilidad.
─Qué culera eres ─respondí─. ¿No se supone que yo estoy para ayudar porque soy el héroe?
─Sí, pero...
─Que se dé un baño al menos ─comentó Koyara─. Después de eso, si quieren, que se vaya.
No mamen, ¿También esa morra se puso en mi contra? Me siento traicionado.
Mierda, pensé que sería más fácil, pero creo que ya me están empezando a cuestionar algunas cosas.
─Está bien ─me resigné─. Pero, además de bañarlo, también le daremos algo de dinero y ropa ¿de acuerdo?
─De acuerdo.
Así que nos dirigimos a un pequeño lago cercano y Koyara se ofreció a bañar al chico.
Pero aquí hicimos un descubrimiento interesante. Cuando la chica estaba enjuagándole el cabello, Sin Nombre dio un grito de dolor.
─¿Qué te sucede?
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Qualia (o la Decepcionante Realidad del Género Isekai)
FantasyUn chico típico, de un barrio típico, envuelto en una aventura no tan típica. 4 años después de haber conocido a la brujita Larissa, nadie espera nada de Brayan, ni él mismo. Pero, inesperadamente y de un momento a otro aparece en una isla remota d...