CINNAMON GIRL, NICHOLAS A. CHAVEZ

07 - "No enamorarse"

1 de noviembre.
5:45 pm.

El silencio incómodo que había en la casa de las chicas no era tan habitual. Ninguna de las seis personas reunidas en la cocina se atrevía a decir una palabra. Todo lo que podían hacer era mirarse entre sí como si fueran desconocidos.

Celine soltó un suspiro mientras meneaba el popote en su vaso.

—Ni porque Dylan hizo cócteles el ambiente se alivianó —le murmuró Lucas a Perla, quien solo sonrió sutilmente.

Nicholas y Kristen se daban ciertas miradas, pero el contacto visual duraba muy poco, y todos en la habitación lo percibían.

Era cansado para ellos.

—La fiesta estuvo buena, ¿no? —Lucas, como siempre, era quien rompía el hielo con uno de sus comentarios inoportunos.

Se sintió apenado cuando todos lo voltearon a ver raro, casi haciéndose bolita detrás de Perla.

Celine se aclaró la garganta, levantándose del banquillo frente a la isla.

—Iré a regar el jardín —se excusó y salió casi corriendo de la cocina.

Todos se miraron entre sí, adivinando quién sería el próximo en salir huyendo de la habitación. Aunque Perla tenía la intención de salir, no lo hizo, quería ver hasta donde llegaba la paciencia de los dos.

Y, una vez más, la habitación se quedó en silencio.

—Iré a bañarme... ¿puedo bañarme aquí? Si dejé ropa mía en tu cuarto anoche, ¿no, Perla...? —Lucas, con su comentario fuera de lugar, provocó que todos lo miraran raro, pero Perla lo fulminó con una mirada particularmente intensa, tan afilada que hasta Dylan levantó una ceja, interesado en el súbito cambio de humor.

—Lucas, ¿por qué no guardas tus comentarios para ti? —dijo Perla, su tono más cortante de lo habitual.

Lucas, sorprendido, ladeó la cabeza como si no entendiera.

—¿Qué? Solo dije que dejé mi ropa en tu cuarto... —intentó defenderse, pero la mirada de Perla lo silenciaba más rápido que cualquier palabra.

Kristen y Nicholas intercambiaron una mirada rápida, cada uno intentando aparentar que no había escuchado algo importante. Dylan, por otro lado, tomó un trago largo de su cóctel y sonrió con malicia.

—Parece que alguien metió la pata —canturreó Dylan, disfrutando el espectáculo.

Perla apretó los labios y se cruzó de brazos, claramente molesta.

—No todos necesitan saber dónde pasas la noche, Lucas. Un poco de discreción no te vendría mal —recalcó con frialdad.

—¡Pero si no dije nada malo! —se defendió Lucas, ahora exaltado. Miró a Kristen y Nicholas, buscando apoyo, pero ambos evitaron su mirada.

—Es mejor que te vayas a bañar de una vez antes de decir algo peor —espetó Perla, dándole la espalda mientras agarraba un vaso del fregadero, intentando no mostrarse más alterada de lo que ya estaba.

Lucas soltó un resoplido y salió de la cocina murmurando algo que nadie entendió. El silencio volvió, aunque esta vez con una tensión distinta. Kristen miró a Perla de reojo, pero esta evitaba encontrarse con nadie, claramente irritada.