Único

50 15 9
                                    

Les había costado mucho, pero los frutos de su amor se veían por donde fuera, el sonido del jazz los acogía en un manto de serenidad mientras iban en coche, camino a la cabaña que siempre solían usar.

Hoseok manejaba con una mano, mientras la otra sostenía la mano de Taehyung al tiempo que dejaba suaves caricias sobre el dorso de su mano.

El sonido del auto viajando por la carretera a un ritmo constante adormeció a Taehyung, quizá era eso, las suaves caricias en su dorso y sus falanges, ver la nieve de aquella esperada primera nevada caer lentamente o el dulce aroma que Hoseok desprendía, quizá una combinación de todo aquello que hacía que el momento fuera perfecto.

Taehyung estaba sumamente feliz, pues había asistido a la inauguración de la tienda Flagship de Celine en Seúl, y debía admitir que ver a Bogum después de estar encerrado por tanto tiempo, lo había llenado de energía social.

Aunque estaba aún más feliz de ver a Hoseok, su lindo chico.

Verlo se sentía como tener cientos de mariposas revoloteando en su estómago, sus manos hormigueaban al estar en contacto con las contrarias, y su pecho se sentía cálido tan solo al observar a Hoseok conducir, el suave sonrojo en su rostro debido al frío y ese perfil que lo volvía loco con cada oportunidad que tenía.

El cómodo silencio continuó hasta llegar a su destino, donde el cielo nublado los recibió al igual que los copos de nieve impregnándose en sus prendas y las hebras de sus cabellos, sus manos sujetándose firmemente en un intento de no perder el calor corporal, el crujir de los zapatos contra la nieve los hizo sonreír suavemente, hasta adentrarse por completo a la acogedora cabaña que había sido testigo de tantas nevadas juntos.

Podían ver por la ventana como todo se encontraba cubierto con un manto blanco y brillante, la tranquilidad y calidez se respiraba a su alrededor. Taehyung no tardó en prender la chimenea, el crepitar del fuego no se hizo esperar, llenando el ambiente con un sonido relajante, mientras las llamas danzaban y proyectaban sombras cálidas en las paredes, haciendo de toda la situación algo sumamente íntimo y significativo. Hoseok de dispuso a preparar un chocolate caliente en la pequeña parrilla eléctrica que había, tardando un poco más de lo esperado, pudo ver desde donde estaba la manera en la que el menor acercaba el sillón a la chimenea y luego se tapaba con una manta suave que habían dejado por ahí en una de sus visitas anteriores.

Taehyung sacó su teléfono y puso una de sus melodías favoritas, pronto Nocturne op. 9 no. 2 de Chopin inundó sus oídos. Hoseok llevó con mucho cuidado dos tazas de chocolate caliente, situándolas en la pequeña mesita de centro que se encontraba cerca del sillón.

Más pronto que tarde, Hoseok se vio envuelto en una manta suave y unos brazos cálidos a su alrededor, que le hicieron olvidar el frío que sentía en esos momentos, se soltó un poco del agarre para ofrecerle la bebida caliente a su novio mientras este miraba por la ventana, observando ensimismado cómo los copos de nieve caían lentamente.

—Es hermoso, ¿verdad? —exclamó el menor mientras sus ojos brillaban con emoción, una sonrisa serena dibujándose en su rostro.

Hoseok sentado a su lado aún con la taza de chocolate caliente en las manos, asintió. —Sí, pero no más que tú, eres algo así como mi nevada personal.

La carcajada de Taehyung retumbó en armonía con el suave crujido de la madera en la chimenea y el ocasional susurro del viento afuera. Taehyung tomó la taza que Hoseok le ofrecía y después de soplarle para beber un sorbo, dejó la taza en la mesita, recostándose posteriormente contra el sofá mientras se acercaba a Hoseok en busca de su calidez, cerrando los ojos y dejando que el calor del fuego (y principalmente el de Hoseok) lo envolviera.

Snowfall HopeV/Vhope OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora