Génesis.
Fuertes gritos me hacen fruncir el ceño, abro los ojos ignorando el escozor por la fuerte luz blanca que supongo que es de una clínica, Mikhail empujando a un superior es lo primero que llegó a ver antes de que mi hermano y Dmitri intenten separarlo.
No les está funcionando.
Seguro que se lo merecía.
El dolor de mi cuerpo se hace presente cuando me siento en la camilla haciendo que los gritos aumenten, pero está vez no son de Mikhail. Observó con diversión la esposa que intenta retenerme en esta camilla enganchada solo a una baranda.
Konstantin: Vuelve a acostarte pequeña.
Génesis: ¿Ustedes hicieron esto?
Señalo la esposa y niegan con la cabeza.
Sergei: Vuelve a la cama, nosotros nos ocupamos de lo que necesites.
Superior: Teniente coronel Kostas se encuentra en detención hasta que finalice la investigación y sea llevada a juicio.
Génesis: ¿Usted hizo esto?
Por eso Mikhail intentaba golpearlo, debieron haberlo dejado.
Superior: Debe entender que se encuentra bajo investigación y no podemos permitir que intente escapar.
Sonrío cínicamente antes de tomar con la mano que se encuentra esposada la baranda y ponerme de pie, cada hueso de mi cuerpo cruje y mis músculos tiran, pero eso ahora no me interesa, estoy más interesada en hacerle entender al superior porque es una muy mala idea esposarme a cualquier lado.
Tiro de la baranda con fuerza hacia abajo hasta que se suelta de la camilla, con el fierro en mi mano camino hacia el superior y se lo apoyó en el hombro.
Génesis: ¿Esto es lo que iba a detenerme? —traga saliva mirando el fierro, la intensidad de mi mirada es tanta que podría fulminarlo—Si quisiera escaparme nada ni nadie podría detenerme, ni tú, ni ellos, ni todo el maldito ejército.
…: Es bueno escuchar eso, facilitará mucho las cosas que no quieras escapar.
Con total aburrimiento veo al hombre que acaba de entrar, lo reconozco como la mayor fuerza de autoridad de aquí, del mismo rango que Mikhail solo que varios años más viejo y nuevamente, me importa una mierda eso, ninguno de estos dos, ni el superior, ni esté hombre se ha ganado mi respeto y no se los daré.
Génesis: ¿Qué quieres?
Que esté aquí no son buenas noticias, lo sé, los vellos de mi nuca están erizados por alguna razón, mi instinto nunca se ha equivocado, ciertamente no va a empezar hoy.
General: Teniente coronel, la investigación concluyó y reveló que ha habido una fuga de información, todo indica que usted dió información a los enemigos, por lo que ahora es acusada de asesinato en masa, esposenla.
Dos hombres más entran, pero antes de que puedan llegar a mi, hay tres cuerpos cubriendome y gritándole al general, doy un paso hacia atrás y observo todo.
Me parece una estupidez ser yo la acusada cuando ni supe de la misión hasta que me llamaron a ir, pero es el ejército, siempre alguien tiene que pagar los platos rotos de otro y supongo que al ser la única mujer era lógico que fuera yo.
Mikhail: Vuelve a hacer la investigación, es imposible.
General: Está corroborado, teniente coronel será apresada y dada de baja deshonrosamente —lo observo importandome poco todo lo que dice, no es como que siga necesitando el dinero como cuando entre, ya hice lo mío y tengo más que suficiente para todas nuestras vidas y más— o podemos llevarnos a los heridos, después de todo ellos también fueron los que sobrevivieron.
El fierro en mi mano se desliza hasta casi la punta del mismo antes de que mi otra mano agarre la otra punta y prácticamente corra para tirarlo hacia la pared ahorcando lo con el fierro mientras alguien intenta sacarme, no llegan muy lejos porque los detienen, pero no observo quien o quienes o como lo hacen.
Simplemente veo al hombre frente a mi como si fuera mi peor enemigo, como si necesitará matarlo para estar en calma, en realidad lo necesito, él representa un peligro para las personas que son cercanas a mí, él y todos los que hicieron la investigación, matare a uno por uno, no me importara, la larga lista de cadáveres que llevo en mi conciencia solo parece aumentar, más no molestar.
General: Sí me matas ellos irán presos —su voz es un susurro apenas audible, pero lo oigo fuerte y claro, una amenaza clavada en mi costado— ¿Puedes tener eso en tu consciencia?
Mis manos ceden levemente, el fierro se retira de su garganta, pero aún no estoy conforme con ello, así que lo agarro como si fuera un bate y le doy duro a sus piernas haciéndolo caer al suelo en un grito agonizante.
Génesis: Agrega eso a mi estúpida condena, iré al baño primero.
Alexander: No lo hagas, que me condenen.
Génesis: No me hagas golpearte a ti también.
Los gritos me aburren, yo tomé mi decisión y nadie podrá interponerse en ella, si tengo que encadenar a todos ellos a las camillas no será un problema, será de hecho divertido. Me meto al baño, sin sorprenderme cuando me lavo el rostro y al abrir los ojos veo a mi parca observandome en una esquina, apoyando su espalda en la única ventana pequeña del baño, al menos lo veré en la soledad de mi celda por el tiempo que esté allí.
No es como que sienta algún sentimiento, pero saber que al menos él estará allí puede ser algo reconfortante.
El aburrimiento no me matará.
Parca: Te ves encantadora.
Génesis: Lo que hacen un par de cortes y un poco de sangre ¿Verdad?
Parca: No deberías ir presa.
Génesis: ¿Desde cuándo hago lo que debería? —su rostro neutral es algo a lo que estoy acostumbrada, él al igual que yo no puede sentir, es producto de mi mente y no podría expresar un sentimiento que yo no tengo— al menos ustedes estarán conmigo.
Parca: ¿Ustedes?
Asiento con la cabeza recordando la otra sombra que me encuentro en todos lados hace no mucho tiempo, otra señal más de que mi mente ya no es lo que debería ser, las alucinaciones aumentan y no quiero que nadie se entere de que las tengo.
Especialmente no ellos.
Génesis: ¿Dónde está el otro? Creí que las alucinaciones venían juntas, pero siempre los veo separados.
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Génesis.
RomanceEl miedo es tan paralizante como el trauma, yo supere los míos, vencí con convicción todo para ser lo que se necesitaba de mi, me perdí en el proceso y me encontré en la oscuridad, pero no me arrepiento, hice lo que tenía que hacer, mate a quien deb...