Alas De Seducción [+21]

Capítulo 33

2/6.

Artemisa.

Arrugó el entrecejo cuando siento unas suaves y delicadas caricias en mi rostro, suelto un pequeño gruñido de molestia cuando unas voces interrumpen mi sueño.

Elliot: Hay problemas en Alemania, Abel nos informó esta mañana que muy probablemente necesitemos viajar lo antes posible.

Logró escuchar de forma clara parte de su conversación, trato de no delatar que ya desperté manteniéndome tranquila.

¿De qué están hablando?

Alek: ¿Qué tipo de problemas?

Las caricias en mi rostro no cesan en ningún momento, siento como la cama se hunde a mi lado y no tardó en tener otras manos acariciando mi cabello.

Elliot: Se está saliendo de control.

¿Qué?

El cuerpo de Alek se tensa, sus caricias se detienen, el ambiente se vuelve tenso y luego de unos minutos en absoluto silencio solo logró percibir el movimiento de Alek al esconder su rostro en mi cuello respirando hondo, mi corazón se acelera cuando siento su respiración pesada y levemente agitada sobre mi piel sensible, su cuerpo se destensa poco a poco luego de unos segundos.

Elliot: Espero que hayas sido cuidadoso con ella, Alek.

Eso hace que Alek saque su cabeza de mi cuello, escucho su bufido antes de atraerme a su pecho.

Alek: Nunca la lastimaría, prefiero cortarme las manos antes de hacerlo.

Me acurrucó aún más en sus brazos no queriendo abrir los ojos, sus caricias en mi espalda me relajan en sobremanera, un suspiro satisfactorio escapa de mis labios cuando siento tacto contra mi piel, escucho su pequeña risa cuando golpeó su pecho luego de que agarrara una de mis tetas.

Artemisa: No seas un pervertido.

Suelto en un susurro dándole la espalda, gimoteó cuando esta vez es Elliot quien deja un beso en uno de mis pezones sensibles debido a la acción de la noche pasada.

Elliot: Ya es tarde, nuestras madres te están esperando para desayunar.

Mi cuerpo se tensa y mis mejillas enrojecen cuando me percato de un detalle que había olvidado por completo, me levanto de forma abrupta de la cama sonrojándome aún más cuando mi cuerpo desnudo queda al descubierto, le quitó las sábanas a Alek evitando dirigir mi mirada a su tercera pierna que parece estar más despierta que yo en este momento.

¡Estamos en casa de sus padres!

Barro con mis ojos toda la habitación buscando algo con lo que cubrir mi desnudez y salir de una forma decente de esta habitación, me dirijo a paso rápido a uno de los sofás que tiene la habitación tomando una camisa negra y colocándomela rápidamente, las miradas de los chicos no abandona mi cuerpo en ningún momento, busco mis bragas con nerviosismo frunciendo el ceño cuando las veo hecha trizas en el suelo, me acerco para tomarlas pero Alek se me adelanta, nos agachamos al mismo tiempo para tomarla pero él es más rápido, toma las bragas entre sus dedos llevándola hacia su nariz.

Artemisa: Dámelas.

Le exijo con el rostro rojo a más no poder, con una sonrisa ladeada mueve el trozo de tela inservible frente a mis ojos.

Alek: Son mías ahora.

Trago grueso cuando se incorpora, miró hacia arriba desde suelo ampliando mis ojos cuando divisó su polla muy cerca de mi rostro, me voy de bruces contra el suelo sintiendo como el sonrojo se traslada a mi pecho, escucho la risa ronca de Alek y Elliot causando que la vergüenza incremente.

Joder.

Elliot: Ya llegará el momento de arrodillarte y tomar lo que te pertenece, diosa— suelta con burla antes de tomar mi cuerpo tembloroso en sus brazos y ayudarme a levantarme del suelo, me aferro a sus fuertes brazos cuando siento que en cualquier momento puedo saludar el suelo nuevamente— ahora debemos bajar a desayunar.

Me quita la camisa y me guía hacia el baño, antes de salir deja en mis manos un suéter enorme junto a unos jeans negros rasgados. Me miro al espejo abriendo mis ojos de par en par cuando veo la cantidad de chupetones que tengo en el cuello, pecho y vientre, me doy la espalda viendo las marcas de los dedos de Alek en mis nalgas.

Joder.

Sacudo mi cabeza y me dirijo a la ducha, me hago un moño para no mojar mi cabello, tomó el jabón de Alek y me dispongo a ducharme, me relajo cuando el agua caliente cae sobre mi cuerpo desnudo, cuando termino de bañarme salgo de la ducha, tomo uno de los cepillos nuevos que tiene Alek en una de sus gavetas y me dispongo a lavarme los dientes, cuando termino seco mi cuerpo y me coloco la ropa que me dio Elliot, salgo del baño con mis mejillas levemente rojas y mis pies descalzos.

Artemisa: ¿Alguno ha visto mi teléfono?

Les pregunto, desde ayer que me subieron al deportivo de Alek que no lo encuentro.

Alek: Lo dejaste en mi auto.

Se gira hacia su mesita de noche y luego voltea a verme, él ya se encuentra cambiado y su cabello está levemente húmedo, muerdo mi labio inferior cuando veo mechones rebeldes caer por su frente, mis manos pican por acomodarlos, se acerca a mi y me entrega mi teléfono, lo detengo cuando intenta irse, me alzó en las puntas de mis pies frustrandome cuando no alcanzó ni siquiera su pecho.

Artemisa: Agáchate— le ordenó, él cumple mi orden y yo acomodo su cabello con una sonrisa, luego de terminar dejo un pequeño beso en su mejilla— buen chico.

Me mira indignado pero antes de que pueda decir algo yo salgo de la habitación tomando la mano de Elliot, bajamos las escaleras lentamente y cuando estamos en la sala me detengo de golpe cuando mi teléfono suena, con una sonrisa en mis labios lo sacó de mi bolsillo trasero y lo tomo entre mis manos pensando que es Jasper, mi sonrisa se borra de golpe al ver que es un mensaje del mismo número desconocido de hace unos días, trago grueso apartándome de Elliot para ver que me envió esta vez.

Mi mundo se detiene de golpe al ver la imagen que cubre la pantalla de mi teléfono, mis ojos se cristalizan y mi respiración se detiene cuando veo a Jasper tirado en el suelo, inerte y cubierto de sangre, llevo una de mis manos a mis labios cuando mis piernas fallan, caigo al suelo cuando el mensaje adjunto a la foto se repite constantemente en mi mente.

Por tu culpa tu amiguito está muerto.