Capítulo dedicado a adriadrihii por siempre estar atenta a cualquier actualización en mis redes sociales, gracias por tu ayuda, corajon <3
Eliam.
Verla de esa forma hizo que mi pecho se oprimiera, ver cómo lloraba desconsoladamente en brazos de mi hermano causó en mí un sentimiento de impotencia que me carcomía el pecho, verla tan indefensa y vulnerable me jodió el alma.
Pero, en definitiva, lo que más me destruyo fue ver cómo su cuerpo yacía debajo del agua, ver cómo estaba a nada de morir solo causó que el sentimiento de sobreprotección en mí se intensificara.
Estuvimos a punto de perderla.
Me levanto del suelo con ella en mis brazos cuando veo que se quedó dormida, mis ojos arden debido a las lágrimas que llevo conteniendo desde que la vi así en la sala.
Todo estaba bien, ¿Qué fue lo que la puso así?
Asher: ¿Qué le hicieron?
Pregunta tenso, termino de acomodar el cuerpo de nuestra mujer en la cama, su piel está muy pálida, tanto que me preocupa; volteo en dirección a donde se está formando el alboroto, mis ojos detallan rápidamente cómo Asher se encuentra sujetando por las solapas de sus camisas a Elliot y Alek.
Alek: Te doy dos segundos para que me sueltes, Asher.
Me acerco a la escena cuando escucho la voz ronca de Alek, tomo a Asher de los hombros haciendo que los suelte cuando las pupilas dilatadas de Alek son lo que me reciben, su respiración se encuentra levemente agitada, las venas de su cuello parecen palpitar, sus puños se encuentran apretados de tal forma que temo que rompa sus propias manos.
Está teniendo un episodio.
Su pecho sube y baja de forma frenética, mira en dirección de nuestra mujer y mi cuerpo se tensa de forma inmediata, intenta acercarse a ella pero todos, de forma sincronizada, detenemos sus pasos.
Alaric: No te vas a acercar a ella en este estado, Alek.
Si no estuviera acostumbrado a este tipo de situaciones, en este momento me estaría cagando del miedo por la mirada que nos lanza, arquea una de sus cejas y con rostro inexpresivo se encarga de decir con voz extremadamente ronca.
Alek: No le voy a hacer daño, prefiero morir antes de hacerlo— pasa una de sus manos por su cabello, suspira antes de volver a fijar su mirada en nuestra mujer— no podría...
Miro a los chicos con duda, en sus ojos me encuentro la misma incertidumbre que deben estar expresando los míos en este momento, Abel asiente con su cabeza antes de ser el primero en soltarlo, se hace a un lado mirándonos por breves segundos, copiamos su acción dejando que Alek se acerque a nuestra mujer.
No pierdo de vista todos sus movimientos, veo como acaricia el rubio cabello de nuestra mujer antes de besar su frente, nariz y labios, intento acercarme cuando lo veo enterrar su rostro en su cuello, Elliot detiene mis pasos sujetando mi brazo, lo miro antes de volver a mirar en dirección a la cama donde yace Artemisa, mi cuerpo pierde tensión cuando veo que no le causó daño, pestañeo varias veces cuando diviso como su cuerpo va perdiendo tensión poco a poco.
¿Qué mierda?
Se separa de su cuerpo pero antes de apartarse del todo lo veo susurrarle algo que no logro entender, deja un último beso en sus labios antes de salir de la habitación sin mirar a nadie, la estupefacción no cabe en mi cuerpo cuando reparó en lo calmado que salió de la habitación.
Abel: No me esperaba eso.
Abro mi boca para decir lo que pienso pero el sonido de una notificación en conjunto llegando a todos nuestros teléfonos me interrumpe, frunzo el ceño sacando el teléfono de mi bolsillo, levantó mi mirada viendo a los chicos cuando en la pantalla de mi teléfono brilla un número desconocido.
Elliot: ¿Será él?
Lo escucho preguntar pero todo desaparece de mi alrededor cuando abro el video que me envió ese número, mi cuerpo se tensa y mi respiración se vuelve errática, mis manos tiemblan de la furia que estoy experimentando en este momento, el ambiente se vuelve tenso, un silencio ensordecedor se forma en la habitación, silencio que es llenado por los asquerosos gemidos del cerdo que se encuentra sobre el cuerpo de nuestra mujer.
Era consciente de que el pasado de mi rubia no era color de rosas, era jodidamente consciente de que lo que vivió en Suecia podría destruir al ser más fuerte de este mundo, lo que no me esperaba era ver lo que mis ojos están viendo en este momento, sin poder evitarlo más mi ojos se cristalizan, una solitaria lágrima hace un lento recorrido por mi mejilla izquierda mientras mis ojos no se apartan del video que se reproduce en mi teléfono como un jodido castigo.
Si esa maldita cucaracha estuviera viva, la mataría de la peor y más jodida forma que el ser humano pueda imaginar.
El solo hecho de ver cómo ese asqueroso profana el cuerpo vulnerable de nuestra mujer me causa asco, escuchar sus gemidos mezclados con los sollozos agonizante de mi rubia me atormenta, ver cómo sus esperanzas parecen desvanecerse con cada arremetida me destruye y rompe el alma.
No puedo más.
Estampó el teléfono contra la pared sin poder evitarlo, cierro fuertemente mis ojos intentando que la imagen se borre de mi mente, gruño cuando lo que consigo es que la imagen de su rostro lleno de tristeza y sufrimiento invada mi mente nuevamente, aprieto mis puños a mis costados con rabia, abro mis ojos para que la imagen desaparezca pero sus sollozos de dolor y agonía no me abandonan, es como un eco que se reproduce de forma constante en mi mente. Pestañeo varias veces cuando las lágrimas de impotencia me impiden ver, siento el ardor en mis palmas debido a lo fuerte que se clavan mis uñas en ellas, miro a los chicos topándome con que están en la misma o peor situación que yo, escucho a lo lejos como cosas se rompen causando un eco que llena el silencio del lugar junto a las suaves respiraciones de nuestra mujer, la vuelvo a mirar no pudiendo creer lo mucho que mi rubia sufrió.
Me acerco a ella tomando su mano entre las mías temblorosas, dejo un beso el dorso de su mano sintiendo como los chicos se acercan y la rodean acariciando su cuerpo delicadamente, mis ojos no se apartan de su rostro mientras mis dedos se pasean delicadamente por su tersa piel, una promesa inquebrantable se instala en mi mente y corazón.
De ahora en adelante, nadie podrá volver a hacerte daño, mi pequeña rubia.
Nota de autora:
A las 12, justamente entrando el mes de diciembre, en mi perfil será publicada una sorpresa para ustedes, aquellas 7 primeras personas que voten, comenten y agreguen a sus listas de lectura en todas y cada una de las secciones de dicha sorpresa, se les dedicará un capítulo de esta historia.
Suerte.
Voten y comenten, espermatozoides ganadores.
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Alas De Seducción [+21]
Romansa"No caigas bajo las alas de seducción de los ángeles de la muerte", se murmuraba por las frías calles de un pequeño pueblo en Rusia. "No te acerques a los ángeles de la muerte, no si quieres seguir respirando", susurros, tras susurros, todos llenos...