Soul of Blood - El comienzo.

25 0 0
                                    

Desperté en una habitación oscura, iluminada únicamente con una vela que se consumía poco a poco, me levanté con cuidado ya que me dolía la cabeza, era un dolor punzante. Miré a mi alrededor aunque se viera poco, logré visualizar un papel. Me levanté aún con desconcierto y fui hasta donde el papel se encontraba. Lo cogí y me acerqué a la vela, leí lo que ponía "Soul of Blood va a ser la siguiente.". Reconocía esas palabras, no recordaba exactamente de qué, pero lo hacía. Me senté en el incómodo y húmedo suelo sin que me importara que la ropa se manchara. Pensé y pensé pero no recordaba nada de mí. Entonces, oí un ruido proveniente de mi izquierda. La habitación no era muy grande pero no había visto la pequeña puerta de donde provenían los ruidos. Eran escalofriantes, como si estuvieran maltratando a alguien. Agudicé mi oído y escuché un ruido metálico, parecido a unas cadenas arrastrándose a algún lugar que yo desconocía. Entonces escuché como se acercaban a dónde yo me encontraba. Ya no escuchaba gritos de tortura, pero sí seguía escuchando esas malditas cadenas venir hacia mí. Me quedé petrificada, no sabía qué hacer. De repente vi algo que llamó mi atención, debajo de una alfombra había un bulto. Me acerqué a ella y retiré la alfombra, había una trampilla. La abrí lo más rápido que pude, y me metí sin siquiera mirar lo que había debajo de mí. Caí en algo que no sabría cómo describir. Podría decir que era duro y blando a la vez, el olor era putrefacto, como a alcantarilla. No se veía nada hasta que me acostumbré a la oscuridad, entonces pude distinguir entre toda la oscuridad unas figuras humanas. Ahora todo tenía sentido. Corrí hasta me topé con algo que hizo que me parara a observar fijamente. Otra nota con lo mismo que ponía la otra. No sé cuánto tiempo estuve mirando y pensando, pero volví a escuchar las cadenas acercarse a mí. Tenía mucho miedo, volteé y miré a los ojos de la muerte. Miré su cuerpo, casi dos metros de alto, un hacha en su mano derecha y unas cadenas con un gran peso en la otra mano. Sus ojos eran de un fuerte color rojo. Fue entonces cuando me acordé de todo. Yo era Soul of Blood, era mi nombre anónimo, y esa bestia lo sabía. Comprendí que después de todo no había vuelta atrás. Este sería mi final y nadie sabría como había terminado.

- Cuánto tiempo. - Dijo la causante de mi no muy lejana muerte.

No contesté, no salían mis palabras. Lo único que quería era correr y alejarme de lo que sin duda iba a ocurrirme.

- Mátame ya.

- No puedo matarte sin antes hacer esto.

Volví a mirarle a los ojos. La bestia levantó el hacha y cortó mi brazo. Su cara era de placer. Sentí un dolor inexplicable. Deseaba morirme en ese mismo instante. Salí a correr sin importarme que ya no tenía un brazo. Mi corazón latía como si la vida le fuera en ello. No podía escapar. Mi muerte me perseguía como un gato a un ratón. Pero este ratón jugaba con desventaja. Caí al suelo y de repente todo se volvió negro.

Lo único que ahora recuerdo es que desperté y observé mi cuerpo hecho añicos por alguien que ya conozco. Ahora tú serás el siguiente.

Creepypastas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora