Pasión bajo la mascara

Un refugio bajo la luna

Damiano

Acerca del vizconde...

Esos ojos hablaron una historia que nunca nadie contó.

Podré conocerle de hace casi casi que dos meses por ahí,pero eso no significa que no deje de ver los ojos de la gente como el espejo de su alma.

Díganme una cosa queridos lectores.

¿Alguna vez han hablado con alguien que con solo verle a los ojos ya sabes si le pasa algo o no?

Si la respuesta es no,es debido a que nunca de han fijado o es verdad.

Pero todo el mundo va a mirar los labios en vez de los ojos.

Así que digan.

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-¿Está bien así tía Aurora?-Pregunté.

-Perfectamente sobrino,eres el mejor violinista que mis sentidos han podido percibir.

-Es mi sueño,pero es muy tarde ya que soy un duque,no es más que un tonto hobby.

-No digas eso querido ¿Quien ha decidido tal cosa sobrino?

-La sociedad,aristocracia... Ya sabes,un duque como yo,debería dedicarse a cosas más importantes no tonterias como pasarme el día tocando el violín,digo,no está prohibido y claro que puedo siendo duque,pero yo quiero dedicarme a tocar el violín no a ser un duque,además que pensarían de mi...

-Si sigues toda tu vida preocupándote de lo que piensa la gente de ti ¿Cuando empezarás a mirar por ti mismo?

-Probablemente...

-Jamás sobrino.

-Tia...

-Mira,ahí afuera ¿De verdad te crees que piensan en quienes siguen las reglas? No,piensan en las que son capaces de romperlas y saber que tienen voz y voto,siendo capaces de ser libres de hablar por lo que les gusta.

-¿Romperlas?-Pregunté.

-Asi es sobrino,no dejes que nadie te detenga mucho menos tu si tiene que ver con lo que te gusta.

Asentí.

-Lo haré tía-Dije sonriendo y dejando el violín, pues ya había terminado de practicar.

-Me alegra oírlo te veré esta noche.

-Igualmente.

Después de esa conversación que tuve con mi tía Aurora, me fui a mi cuarto a guardarlo en el estuche, pero justo antes de guardarlo, me imaginé una música para tocarla con el violín por lo que dejé el estuche del violín en un lado y me preparé para tocar.

Amaba tocar el violín desde que no era más que un crío, fue lo que me apoyaba en todo y no me juzgaba, no era simplemente un violín, era mi infancia.

Mi primer y único violín me lo regaló mi padre cuando tenía unos 8 o 9 años, desde ese día, prometí que no cambiaría ese violín aún así si me dan todo el dinero del mundo, el regalo de un padre no tiene precio siempre hayas tenido una buena infancia y yo de suerte, la tuve.

Mi padre era prácticamente,el mejor y mi madre también.

Además, hicieron de todo para que nunca estuviese mal.

Pero me sentí muy mal cuando murieron.

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El tiempo pasó y yo seguía en mis pensamientos tan únicos y tan... Bueno tan mios, literalmente.