16 otra vez

Acércate a mí

El espectro se acercó a Reigen.

– Necesito hablar contigo – le dijo en voz baja y se ganó una mirada asesina de Serizawa, quién parecía algo distante, perdido en sus pensamientos hasta ese momento.

– Habla entonces – respondió la rubia restando importancia.

– No sé si podamos hablar con tu amigo aquí – volvió a susurrar y miró de soslayo al castaño.

– Serizawa es de mi entera confianza, puedes decir lo que quieras frente a él – nuevamente parecía menospreciar la preocupación de su interlocutor.

Entonces el peli plateado se acercó más a su oreja – ¿Así? ¿Entonces ya le dijiste de tu novio?–

Katsuya rápidamente lo separó de ella con un movimiento telekinético – Aléjate de Reigen – le dijo con severidad.

Reigen miró intrigada la escena, era en serio cuando dijo que el castaño tenía toda su confianza, pero no había considerado cómo reaccionaría él cuando le hablará acerca de su relación con Mob. El sentimiento de culpa estaba nuevamente en su pecho, aunque no aparentaba la edad, aunque pareciera una chica... Si todo salía bien, volvería a ser él en poco tiempo, un hombre adulto de más de 30.

No sólo estaba mal moralmente que saliera con un chico una vida menor que él, sino que además era ilegal.

Todos los argumentos que pudiera haber dicho antes para aleccionar a Serizawa perderían completa validez en el momento en el que se sincerara... ¿Cómo lo tomaría su amigo? ¿Lo rechazaría? Quizás renunciaría... ¿Quién podría estar a lado de alguien tan ruin e irresponsable?

– Está bien, Katsuya – le dijo nerviosa al castaño – La oficina está a una cuadra, sé que esto es abusivo... pero ¿podrías ir a comprar algo para comer mientras habló con este sujeto? – solicitó.

– No quiero que estés a solas con él – contestó con firmeza.

– Te prometo que estaré bien, sólo quiero escuchar lo que tiene que decirme... – de pronto fue interrumpida.

– ¿Puedes dejar de ser tan imprudente? – refutó Katsuya, su entrecejo se frunció, estaba notablemente molesto – No sólo vas a una misión peligrosa sola, sino que además dejas que el tipo que ocasionó todo esto continúe acechándote –

Él tenía razón, había dejado muchas cosas al aire, dependía enteramente de los demás para mantenerse a salvo. Incluso con cosas de la vida diaria ¿Cuándo se había vuelto tan inconsciente?.

— Tranquilo, bb, no le haré nada. Aunque no lo parezca tu amigo me agrada y en serio estoy arrepentido de haberlo metido en este asunto – el chico poseído dió un paso enfrente – Además es algo que tengo que hablar acerca de cómo podrá ayudarme, nada que la ponga en riesgo. Te lo prometo –

La mirada de Reigen estaba en el suelo y Serizawa se sintió ingrato de haberle hablado de esa forma, suspiró pesado.

– Tienes 20 minutos – le contestó y luego se dirigió a Reigen – iré por ramen – sin esperar respuesta dió vuelta y caminó rumbo al yatai que estaba a unas cuadras.

Reigen clavó su mirada en la espalda del castaño, viéndolo alejarse mientras se hacia un nudo en su garganta.

– Vamos – retomó su andar y el otro la siguió.

Llegaron en menos de 5 minutos y se instalaron en el escritorio tal cuál lo hacía para recibir clientes.

– Dime que necesitas – le pidió con seriedad.

– No era mi intención que tú y tu otro novio se pelearan, lo juro – contestó él.

– Serizawa no es mi novio – suspiro – es mi mejor amigo, y tiene razón. He dependido demasiado de él y he sido muy irresponsable – Reigen no quería perder al castaño, pero tampoco quería dar un paso atrás con Mob, sólo le quedaba esperar que lo tomará bien porque en realidad no le quería ocultar nada de eso.