capitulo 1

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Era un día tranquilo y pacífico en Jasper, Nevada. Los pájaros cantaban, y el sonido de los autos moviéndose era el ruido predominante en la pequeña ciudad. Si me preguntan, diría que es un lugar sencillo y relajado, lo cual, desde mi punto de vista, es realmente extraño. Apenas había llegado a la ciudad, ya que me transferí desde mi ciudad natal, Oregon, hasta aquí por temas de mi carrera universitaria y mi trabajo en ciberseguridad.

La tranquilidad de Jasper me resultaba sospechosa. ¿Cómo podía un lugar ser tan idílico? Los pájaros cantando, los autos moviéndose sin prisa... todo parecía sacado de un cuento de hadas. Pero yo no me dejo engañar fácilmente. Sabía que detrás de esa fachada de paz y serenidad, había algo más. Algo que no cuadraba.

Mientras caminaba por las calles, observaba a los habitantes con ojo crítico. ¿Qué escondían detrás de sus sonrisas amables y sus saludos cordiales? ¿Qué secretos oscuros se ocultaban en las sombras de esta ciudad aparentemente perfecta? Mi mente calculadora no podía evitar analizar cada detalle, buscando pistas, señales de que algo no estaba bien.

La razón de mi traslado a Jasper no era solo por mi carrera universitaria y mi trabajo en ciberseguridad. Había algo más. Algo que no podía compartir con nadie.

-joven Tesla, debe concentrarse en la clase por favor-dictó un profesor

ah, qué artista resulta siempre el profesor Miloco, mas no lo puedo culpar, no le estoy prestando su debida atención a su clase.

-lo lamento profesor, no volverá a pasar-le conteste con sinceridad.

-más le vale-me contesto con seriedad

Le presté su debida atención, a pesar de que sabía con creces los conceptos de seguridad virtual que con tanto esmero parecía querer explicar a todos. Mientras él se esforzaba en su monólogo interminable, yo ya había resuelto mentalmente los problemas que planteaba. Así siguió hasta que finalmente tocó el receso.

No considero el receso como una salvación, como tantos otros llegan a pensar. Para mí, las instituciones educativas son meras prisiones disfrazadas de algo bueno. Nos mantienen encerrados, alimentándonos con información que podríamos obtener de manera más eficiente por nuestra cuenta. Solo espero que termine esta tortura viviente, aunque no debo quejarme demasiado. He conocido peores torturas que esta situación.

Mientras mis compañeros se apresuraban a salir del aula, buscando un respiro temporal de la monotonía, yo me quedé sentado, reflexionando sobre la ironía de todo esto. ¿Qué sentido tiene seguir este juego, fingir interés en algo que ya domino? Pero claro, el sistema está diseñado para mantenernos ocupados, para que no cuestionemos demasiado.

El profesor Miloco, con su aire de superioridad y su insistencia en la disciplina, no se da cuenta de que su método es tan anticuado como él mismo. Pero yo juego su juego, porque sé que es necesario para avanzar. Mientras tanto, mi mente sigue calculando, siempre un paso adelante, buscando la manera de aprovechar cada oportunidad que se presenta

-tierra llamando a Benjamin ¿hay alguien en casa?-habló un joven cercano a él.

-Otra vez me quede dormido?-pregunto benjamin, al sujeto-cierto eduardo?

Eduardo, es un compañero de mi salon un poco extraño a decir verdad, aunque de extraño solo seria por los demás, para mi, el esta muy cuerdo y sube demasiado sobre seres alienígenas, al parecer todavía no llegaron aún estos seres a esta región del país, a pesar de que nevada y Oregon los separa únicamente una frontera

-si, pensando de nuevo en los extraterrestres de Oregon?-me pregunto con su típica voz de sospecha

-por lo contrario, pensaba en como es muy tranquilo la ciudad-le respondí-esto no es normal para mi

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⏰ Last updated: 2 days ago ⏰

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nigth ligthWhere stories live. Discover now