ISEKAI KOSMOS: GUERRA POR LA EXISTENCIA

Capítulo 14: Triste Vida de Esclavitud

KOSMOS

GUERRA POR LA EXISTENCIA

Capítulo 14: Triste Vida de Esclavitud.

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(Latigazos)

–AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHH ¡AMO, POR FAVOR! AAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH.

–¡AMO, SE LO IMPLORO! POR FAVOR, PARE, ¡POR FAVOR, PERDÓNEME!.

Sonido emitido por los fuertes latigazos que impactaban sin clemencia en contra de la integridad de quien parecía ser una chica semihumana opacaban sus angustiosos y desesperantes gritos de dolor.

La pobre y desdichada semihumana gritaba y lloraba al mismo tiempo. Suplicando que pararan con su tortuoso tormento, implorando, aunque sea, algo de piedad.

La semihumana se encontraba maniatada, y estando boca abajo seguía recibiendo los crueles latigazos.

Cada latigazo ocasionaba muy desagradables heridas en la ya destrozada piel de la semihumana, no había parte sana en esa espalda. Estaba tan repleta de cicatrices y heridas que uno podría pensar que de tantos latigazos se ha atravesado la capa externa de la piel.

Cada golpe solo abría y marcaba su destrizada y desecha piel y, con cada golpe, iba acompañado la cruel y horrible melodía compuesta a base de los lamentos gritos de la mujer que padecía semejante cruel castigo.

La chica enterraba su rostro en el suelo, retorciéndose de dolor cada vez que el látigo castigaba su lastimada piel. Ella apretaba sus dientes e incluso llevaba arena a la boca e intentaba morderla, todo con el único propósito de usarlo como medio para aguantar el dolor.

Aun así, le fue imposible, no podía quedarse callado por más de dos latigazos de seguido. Ahora, ya ni siquiera podía aguantar uno solo, le fue totalmente imposible y sus desgarradores gritos de dolor que hacían eco en todo el bosque era una clara señal de ello.

Y lo peor de todo, es que su amo, quién escuchaba los desgarradores gritos de su esclava, parecía querer detenerse.

–Eres una inútil. –Y con lo dicho volvió a propiciar más latigazos a la tan lastimada espalda de la pobre semihumana.

–¡AMO PERDONEMEEEEEEEE! AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHH AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHH ¡POR FAVOOOOOOR! ¡PIEDAD! POR FAVOR, ¡PIEDAD AMO! ¡POR FAVOR PIEDAD!.

Apretó sus dientes fuertemente y miro hacia un lado, al hacerlo y con lujo de detalle, uno podría visualizar la falta de varios de sus dientes.

Lo más probable es que su nefasto y cruel amo se los haya arrancado a punta de golpes al rostro o utilizando unas tenazas.

Ella también tenía los ojos fuertemente cerrados, aunque aun así las lágrimas de dolor escapaban a través de sus ojerosos parpados. ¿Cuánto debe estar sufriendo ¿y cuanto ya ha de haber sufrido?.

La semihumana pertenece al clan Caprino, ella es una semihumana cabra.

Por sobre su débil y flacucho cuerpo eran visibles las incontables y espeluznantes cicatrices, grandes y enormes, y debido a los recientes latigazos le volvieron a nacer otras nuevas y horribles heridas abiertas.

Algunas incluso sangraban en demasía.

La sangre fluía de manera amena a través de sus fosas nasales y las comisuras de sus labios y cejas. La sangre que caía de las heridas abiertas en la zona de la cabeza le caía por la frente, hasta ingresar a sus globos oculares.

Su pupila posee cierta forma rectangular, dispuesta de manera horizontal. El iris posee un llamativo color amarillento, bastante lindo, si no fuera por la sangre que arruinaba tan lindo color.