Capítulo 29.5: "Maho Shiro"

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Osaka, Japón, Año 2005

Hattori Kanzaki se encontraba en aquel bar degustando algo de sake, siendo esta ya su tercera copa. La tercera de muchas más que planeaba tomar esa noche.

Lo merecía quizá, independientemente de que hubiera ganado o perdido aquel concurso. Pero lo perdió, e igual estaba ahí, bebiendo. Era lo único que, él creía, podría sopesar un poco el sabor de la derrota que acaba de padecer.

Mientras pensaba en los fallos que pudo haber tenido, y en la obra ganadora, el timbre de su celular sonó y procedió a contestar.

─Hola ─se oyó una voz femenina─. Vi los resultados en la página web, entonces ¿de verdad quedaste en segundo lugar? Pero leí tu novela, realmente era muy buena.

─Pues los jueces no pensaron eso ─respondió Hattori─. Además, al final se trataba de un concurso internacional. Creo que no pude competir contra otros autores extranjeros que tienen más capacidad creativa que yo.

─Además, vi la novela que ganó el primer lugar ─replicó aquella mujer─. No sabía que también admitían obras infantiles.

─Yo tampoco ─respondió.

─¿Sabes quién ganó el primer lugar?

─Es una autora francesa llamada Nellie Allamand ─respondió Kanzaki─. Leí un poco de su currículo. Ya tenía algunos cuentos infantiles publicados, pero el que ganó que se llama "Le Jardin des Coleurs" o algo así, le harán una serie animada como premio, ¿Puedes creer que estuve tan cerca y perdí por culpa de un libro infantil?

─Oye, no te decepciones ─le dijo la chica─. He leído tus demás obras. Sé que, aunque ahora no hayas ganado, algún día escribirás algo mucho mejor y te convertirás en un escritor exitoso. Recuerda que somos artistas, y como tal, debemos de apoyarnos, tú con tus novelas y yo con mi música.

─Lo sé ─murmuró Hattori─. Pero hoy no tengo mucho humor.

─Lo entiendo, cuando te sientas mejor, podemos platicar.

─Muchas gracias por todo Mika ─dijo Kanzaki─. Otro día me gustaría oírte cantar un poco, tu música también es muy buena. Creo que también llegarás muy lejos.

─Gracias ─y colgó.

Decidió retirarse del bar cuando una incipiente lluvia amenazó a la ciudad de Osaka, afortunadamente logró entrar al metro antes de que se soltara con mucha potencia. Media hora después, se encontraba ya en la puerta de su apartamento de aquel edificio de 15 niveles, abriendo la puerta con la llave.

Estaba pensando si debería leer la obra que le arrebató el primer lugar, solo para comprobar si de verdad era tan buena como decían los jueces, pero decidió mejor no hacer nada y se recostó en su cama.

La lluvia que caía sobre la ciudad funcionaba bien como una canción de cuna que arrollaba a Hattori Kanzaki hasta que finalmente se quedó dormido.

****

─¿Qué? ─dijo aquel hombre espantado al ver la aparición que acababa de presenciar─. ¿Quién eres tú?

─¿Quién eres tú y cómo es que puedo comprenderte? ─exclamó aquella mujer blanca.

─¿Eres una bruja?

─Lo soy ─respondió sonriendo─. Me llamo Larissa.

─Estoy soñando supongo.

─Yo no estoy soñando.

─¿De dónde vienes?

─De un mundo llamado Geocora y del reino de Shezantine ─contestó─. ¿Qué lugar es este?

─Aquí es Osaka.

─¿O-s-aka? ─murmuró la bruja─. Mierda, este mundo es más grande que el mío. Dime, ¿Cómo llego a un lugar llamado México?

─Eso está muy lejos de aquí ─respondió─. Al otro lado del planeta.

─No creo que llegue a tiempo ─comentó Larissa─. No sé cuánto tiempo dure mi proyección astral.

─¿Qué? ─exclamó Kanzaki─. ¿Qué eres tú?

─Ya te dije que soy una bruja ─respondió Larissa─. Pero no cualquier bruja por supuesto.

─¿De verdad vienes de otro mundo?

─¿Por qué haces muchas preguntas?

─Lo siento bruja blanca ─se sinceró Hattori─. Sé que esto es un sueño, pero me gustaría conversar un poco contigo. Tu mundo me intriga mucho.

─¿Te interesaría saber de todas las grandes hazañas que ha logrado esta brujita en su mundo? ─sonrió Larissa llena de soberbia.

─¿Eres como una heroína?

─Soy más que eso.

─Debo irme ─anunció Larissa al final de una larga charla─. Quería ir a otro lado, pero creo que ya no me queda mucho tiempo.

─Gracias por todo bruja blanca ─agradeció Kanzaki bastante entusiasmado─. Tu historia es impresionante.

─Dime algo que no sepa porfa.

****

Cuando Kanzaki despertó, lo primero que hizo fue escribir todo lo que aquella brujita blanca le había contado en una libreta para no olvidarlo, hasta el más mínimo detalle. Después de eso, al contemplar y releer todos los borradores, los bocetos de la bruja blanca y todo lo demás que vio en sueños, se dijo a sí mismo que algo muy bueno podría salir de ahí.

Le contó todas estas ideas a su amiga Mika. La idea que germinaba en su mente de una bruja muy talentosa que viajaba por varios reinos ofreciendo sus servicios mágicos de hechicería y otras cosas al mejor postor.

Los meses pasaron y las historias escritas de la bruja blanca, que también se llamaba Larissa fueron compiladas en un único volumen que Kanzaki llamó "Maho Shiro".

No hubo esta vez un concurso internacional de por medio para demostrarle a todos que la nueva novela de Kanzaki se había convertido en un éxito instantáneo cuando fue publicada en una reconocida editorial de novelas ligeras.

Con el paso de los años, los volúmenes aumentaron su número. La novela se volvió más popular y, finalmente, sucedió lo que tanto esperaba Kanzaki: La producción de un anime basado en su novela. Curiosamente el mismo año en el que su amiga Mika Nakayama publicó su primer álbum musical, así que quizá debía ser el destino.

El anime de "Maho Shiro" se volvería tan popular, no solo en Japón. Y llegaría tan lejos como para que un muchacho en México viera aquel anime en páginas web ilegales. Ver a aquella bruja blanca a través de la pantalla por primera vez lo impresionó tanto como para pedir un inocente deseo, el día de su cumpleaños número 18...

Qualia - Fase 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora