Capítulo 25: La calma antes de la tormenta, Parte 2

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28 de septiembre, 1:00 PM

Corte del Distrito – Lobby para acusados No. 3

La mente de Athena corría a mil por hora mientras el alguacil Hosonaga la escoltaba al lobby para acusados junto con Hitohito, Hitomi y Phoenix. Estaba intentando teorizar quiénes serían los testigos especiales que la Jueza Gavèlle había mencionado anteriormente, pero su mente estaba totalmente en blanco. No tenía idea de quiénes eran o sobre qué testificarían, así que no tenía forma alguna de saber cómo prepararse.

Mientras pensaba en ello, miró a Hitohito y vio que seguía igual de nervioso que ella en relación a lo que podría venir para él. Su expresión preocupada le recordó que ella misma debía mantener la calma, e intentó forzar una expresión de absoluta decisión en su rostro. Sin embargo, el rostro de Widget delataba sus verdaderas emociones, lo cual no se le escapó a Hitohito en absoluto.

El grupo no tardó mucho en llegar al lobby para acusados, donde Hosonaga les abrió la puerta al resto. Hitohito se sentó en el sofá al otro lado del cuarto, mientras sostenía el peluche de gato que Shouko le dio en sus brazos y le acariciaba el pelaje en busca de confort. Athena y Hitomi se sentaron al otro lado de él, mientras Hitomi le frotaba la espalda suavemente. Phoenix optó por quedarse de pie frente a ellos, mientras Hosonaga se quedaba en la entrada vigilando la habitación, donde se le unió un alguacil de aspecto más joven y con gafas.

La sala se quedó totalmente en silencio por varios minutos. Sorprendentemente, fue Hitohito el que habló primero.

– ¿Estás bien, Srta. Cykes? Te ves nerviosa... – inquirió Hitohito.

– ¿De verdad? Uh... estoy bien. Es sólo que pensaba en cómo vamos a lidiar con los testigos sorpresa de los que hablaba la Jueza Gavèlle. – replicó Athena, tratando de aliviar las preocupaciones de su cliente.

Hitohito no se lo tragó. Aunque sabía que lo que Athena dijo era parcialmente cierto, también podía notar por su sentido agudo de la observación que la ansiedad de ella comenzaba a igualar la suya propia. Recordó su conversación con el Alguacil Hosonaga sobre el miedo de Athena a las cortes, y se preguntó si el juicio ya estaba empezando a pasarle factura. Él sabía que Phoenix estaba allí para apoyarla, pero no quería que su abogada sufriera por su culpa.

Hitomi, por otro lado, fue capaz de deducir también el estado emocional de Athena, pero por un método mucho más directo.

– Bueno, tu pequeño collar ha estado brillando en azul oscuro y mostrando una cara de ansiedad desde que la jueza recibió esa extraña nota. – señaló Hitomi, mientras apuntaba con el dedo a Widget brillando de azul oscuro alrededor de su cuello.

– ¿D-de verdad? – exclamó Athena intentando esconder el dispositivo. – Uhh... b-bueno, ¡no tienes que preocuparte por eso! Como diría mi colega, ¡estoy bien! ¡Jejeje!

– A mí no me parece que estés muy bien... – replicó Hitomi.

[Kometani: Athena Cykes estaba cualquier cosa menos bien en ese momento...]

Hitohito se preguntaba cómo debía proceder. Quería ayudar a Athena con sus miedos, especialmente luego de que lo defendió a pesar de su actitud poco cooperativa anteriormente. Sin embargo, no sabía por dónde comenzar. Mientras la escuchaba, pudo darse cuenta que intentaba poner un rostro valiente por el bien de él, pero él sabía que se iba a derrumbar tarde o temprano por la ansiedad.

Afortunadamente para ellos, las puertas del lobby para acusados volvieron a abrirse, captando la atención de todos antes de que tuviera que decir algo.

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