El dia que enamore a mi idolo

Capitulos cerrados y nuevos horizontes

NARRA SARA

Los días en la playa terminaron demasiado pronto, pero dejaron en mí una sensación de calma que no había sentido en años. Joe y yo habíamos encontrado una dinámica que funcionaba, algo que no necesitaba definiciones apresuradas. Sin embargo, al regresar a la ciudad, me encontré con un mensaje inesperado de mi hermana:

"Sara, ¿has visto lo que Nick publicó? Parece que sigue enamorado."

Intenté ignorarlo, pero la curiosidad me ganó. Abrí Instagram y ahí estaba: una foto de Nick, solo, sentado frente al mar, con un texto que decía:

"A veces el mayor error no es perder algo, sino no luchar lo suficiente para conservarlo."

Un nudo se formó en mi estómago. No sabía si era rabia, tristeza o una extraña mezcla de ambas. Lo peor era que sabía exactamente para quién era ese mensaje. Cerré la aplicación y me alejé del teléfono. No podía dejar que Nick volviera a desestabilizarme, no ahora.

Un par de días después, mientras caminaba con Joe por el parque, mi teléfono sonó con una llamada desconocida. Contesté sin pensar demasiado.

—¿Sara? —La voz de una mujer resonó al otro lado de la línea, cargada de una frialdad que me puso en alerta.

—¿Quién habla? —pregunté, confundida.

—Soy Priyanka.

Sentí cómo mi pecho se tensaba. Miré a Joe, quien notó mi expresión y se detuvo, esperando mi reacción.

—¿Por qué me llamas? —dije, tratando de mantener la compostura.

—Quería dejar algo claro. Nick está conmigo devuelta. No sé qué tipo de juego crees que estás haciendo al seguir rondándo en sus pensamientos, pero esto se tiene que acabar.

Su tono era calculador, casi venenoso.

—Yo no estoy "rondando" a nadie, Priyanka. Si Nick no puede superar el pasado, no es mi problema —respondí, mi voz firme aunque mis manos temblaban.

Hubo un breve silencio antes de que ella soltara una risa seca.

—¿De verdad? Porque cada vez que lo veo mirando su teléfono, sé que es por ti. Tal vez crees que eso significa algo, pero te aseguro que nunca va a dejar lo que tiene ahora. Tú eres su error. Yo soy su elección.

La línea se quedó en silencio por un momento, como si esperara que respondiera. En lugar de hacerlo, respiré hondo y colgué. No iba a darle la satisfacción de arrastrarme a su juego.

Joe me miró con preocupación.

—¿Estás bien?

Asentí, aunque todavía sentía la adrenalina en mi sistema.

—Fue Priyanka. Parece que quería marcar territorio.

Joe frunció el ceño, pero no dijo nada. En cambio, tomó mi mano y la sostuvo con fuerza, como si quisiera recordarme que estaba ahí, conmigo.

NARRA NICK

Cuando Priyanka regresó al apartamento esa noche, había algo diferente en su actitud. Entró con aire triunfal, como si acabara de ganar una batalla invisible.

—¿Qué pasa? —pregunté mientras dejaba mi guitarra a un lado.

—Nada, solo resolví algo que debía haberse aclarado hace mucho tiempo —dijo mientras se quitaba la chaqueta y la colgaba.

—¿Qué hiciste? —insistí, notando el tono en su voz.

—Hablé con Sara. Le dejé claro que tú y yo somos lo que importa ahora.

La sangre me heló.

—¿Hablaste con Sara? ¿Por qué harías eso?

Ella se encogió de hombros, como si no fuera gran cosa.

—Porque tú no lo harías. Sigues atado a ella de una forma patética, Nick. Alguien tenía que ponerle fin.

Me levanté, sintiendo una mezcla de ira y frustración.

—No tenías ningún derecho a hablarle.

—¡Por favor! —dijo, alzando la voz—. Alguien tiene que cuidar lo que es mío, porque claramente tú no tienes idea de lo que quieres.

—Eso no te da derecho a meterte en mi pasado.

Ella cruzó los brazos y me miró con una sonrisa irónica.

—¿Sabes cuál es tu problema, Nick? Crees que puedes tenerlo todo, pero no sabes cómo cuidar nada. Ni a ella, ni a mí. Tal vez deberías decidirte antes de quedarte completamente solo.

Salió de la habitación, dejando sus palabras como un eco que no podía ignorar. Por primera vez en mucho tiempo, me di cuenta de que estaba atrapado en algo que no quería.

NARRA SARA

Esa noche, mientras miraba el caracol que había recogido en la playa, las palabras de Priyanka seguían dando vueltas en mi mente. No sabía si lo que había dicho era por celos, inseguridad o simple crueldad, pero una cosa estaba clara: no podía permitir que nada de eso me afectara.

Joe llegó con una copa de vino y se sentó a mi lado.

—¿Quieres hablar de lo que pasó? —preguntó, su voz suave pero firme.

Lo miré, y por primera vez en mucho tiempo, me sentí completamente segura de ser honesta.

—No voy a mentir, me afectó. Pero más que por lo que dijo, porque me di cuenta de que, en el fondo, todavía hay una parte de mí que no ha soltado todo esto.

Joe asintió, tomándose su tiempo antes de responder.

—Soltar algo no significa olvidar, Sara. Solo significa que decides no dejar que te controle. Y por lo que he visto, ya estás más cerca de eso de lo que crees.

Sus palabras me dieron una paz inesperada. Tal vez aún había heridas que sanar, pero estaba avanzando. Y, por primera vez, sentí que tenía todo el derecho de dejar atrás a Nick, a Priyanka, y a todo lo que ellos representaban.

Esa noche, decidí que ese sería mi último pensamiento sobre ellos. Mi vida era ahora, y estaba decidida a vivirla plenamente.