Si te pierdo... no lo creería

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Era martes por la tarde y seguía en la universidad; el día está nublado pero sentía calor en el cuello. Charlaba con mis amigos cuando mi novio me sorprendió parándose a mi lado.

-¿Qué haces aquí? ¿No tienes clases?-pregunté-.
-Si seguía dentro de salón las rosas se hubieran desmayado.

Y así detrás de su espalda había escondido un ramo de rosas que dejó sobre mis brazos antes de robarme un beso. Tomé las rosas con una mano y lo abracé del cuello para besarlo, me rodeó la cintura y sólo escuchaba su corazón y el uhuhuh de los espectadores. Me atontaba sinceramente mi novio, me traía de un ala.

-Paso por ti a tu salón a la salida ¿ok?-dijo-.
-Me parece buena idea.
-Te adoro mi amor.
-Te adoro más mi amor.
-Ahora debo volver antes de que alguien me delate.

Al llegar el profesor, con dificultad acomodé las rosas en una banca a mi lado para que no se dañarán.
Mi amiga más cercana hizo la clase divertida con sus comentarios sobre mi novio y yo.

Yo lo adoraba, llevamos solo unos meses pero lo adoraba, además de que era bastante tiempo para la comunidad universitaria de "dos tragos y la siguiente chica".
No quería adelantarme, pero llevábamos más de "tres botellas", el futuro parecía prometedor.

Si Te PierdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora